Edwin Jackson, el jugador anacrónico
Para Movistar Estudiantes es, con diferencia, la mejor noticia de la primera vuelta. Edwin Jackson, un jugador cuya sola presencia hace que un partido del Estu merezca ser visto. Un anotador compulsivo, con mil y un recursos para anotar, estético, y, sin embargo, nada egoísta. Un auténtico líder, con números de otro tiempo y una profesionalidad impecable. "Lo importante es ganar el partido, si no, los números no son importantes. Cuando Carmelo Anthony es el mejor anotador de la NBA pero su equipo no entra en playoff, no es importante", comenta Jackson.
Hace 12 temporadas, un americano del Breogán de Lugo deslumbraba a España con sus exhibiciones de otra galaxia. Charlie Bell es el último jugador en promediar más de los 21,7 puntos que promedia Edwin Jackson en este momento, aunque su dominio fue más apabullante -27 puntos por partido-. Desde entonces, sólo un jugador ha terminado con más de 20 puntos de media una temporada, Rudy Fernández (2007-2008). Algunos se quedaron cerca de la barrera de los 20, como Igor Rakocevic o Jaycee Carroll.
Hace otros 9 años, es decir, en la temporada 95-96, Alberto Herreros promediaba 20,2 puntos en lo que desembocaría en una de las salidas más traumáticas de la historia colegial. Es el último jugador en vestir la camiseta de Estudiantes y promediar más de 20 puntos. Sin embargo, hay que remontarse a la 89-90 y a los 23,7 puntos por partido de Rickie Winslow para encontrar a alguien que supere los números de Jackson a día de hoy. Es decir, las medias anotadoras de Jackson se remontan a hace más de un cuarto de siglo.
Son simplemente estadísticas para poner en contexto los números de Jackson, hay mil factores más a analizar. Para empezar, los puntos que anotaban estas súper estrellas eran para competir por títulos, luchando entre los mejores. También disponían de más posesiones en sus equipos y eran, en principio, más importantes. Eran otros años, otro baloncesto y otro Estudiantes.
Al comentarle todos estos datos, el propio Jackson reconoce que "marcar la Historia es importante, pero como sabes que siempre digo, lo importante es ganar. Ganar la liga para nosotros sería muy complicado, no es nuestro objetivo de inicio, pero sí estar cerca del playoff o entrar. Empezamos la segunda vuelta con 4 partidos muy importantes que hay que ganar para cambiar la dinámica"
Tanto el dominio anotador como el rol de Jackson, son algo de otra época, de hace 20 años. En nuestro baloncesto, cada vez es más difícil ver a un jugador capaz de saltarse los esquemas del rival con esa facilidad. Un jugador que, además de para anotar, absorbe el balón generando juego para sus compañeros. Sus 3,1 asistencias -el segundo del equipo- dan fe. Tampoco se esconde en defensa: segundo máximo reboteador del equipo con 4 capturas por partido y el segundo máximo recuperador.
Por si se lo preguntan, su secreto es el trabajo. Jackson acude al Magariños una hora y media antes del entrenamiento. "Hago pesas durante 30-40 minutos. Después, en la pista, 10-15 minutos de bote con dos balones. Por último, situaciones de tiro de partido: catch and shoot, tiro tras bote, en movimiento, con defensa, con contacto, ambas manos... Todo el repertorio de un escolta", nos cuenta.
Obviamente, queda media temporada y un mar de hipotéticos condicionantes por delante, pero el camino que lleva el escolta francés es impecable. Un jugador como hacía mucho tiempo no se veía en Estudiantes. Un anotador con un dominio arrollador que cuesta ver hoy día. Así es Edwin Jackson, un anacronismo hecho jugador de baloncesto. Un anacronismo necesario para la afición colegial. ¡Bendito anacronismo!