Crecimiento sin Copa
Cuatro victorias y cuatro derrotas cosechó el Real Madrid en el mes de febrero. La derrota en la final de la Copa del Rey contra el FC Barcelona, ha dejado un mal sabor de boca en la afición madridista, que ya espera con ansia la recta final de la Euroliga. Los blancos son líderes absolutos de la Liga y cuartos en la Euroliga.
Tras un muy buen cominezo de año, en febrero, tuvimos la primera final de verdad del descuidado calendario que tiene el Real Madrid esta temporada. El fin de semana del 15-18 de febrero, tuvo lugar una nueva edición de la Copa del Rey de Baloncesto. Ese torneo idílico con el Real Madrid, los últimos cuatro años, donde cada año, el Real Madrid conseguía un nuevo record histórico, de ser el único equipo en era ACB de repetir, triplicar y finalmente conseguir el póker de victorias en el torneo copero. Tras aquel 2016 donde ningún entrenador daba favorito al Real Madrid, nos encontramos con hasta 4 entrenadores, que contaban al Real Madrid como el firme candidato al título copero. Y todo ello dentro de un calendario en el mes de febrero, donde se empezaba a dilucidar las posiciones y posibilidades de los equipos que disputan la Euroliga. Afortunadamente, el gran momento de juego y resultados en la Liga Endesa, permitía a los de Pablo Laso relajarse durante los dos encuentros disputados, sucumbiendo en Andorra tras un partido donde el trío arbitral tuvo una actuación decisiva para el devenir del choque. En definitiva, 8 partidos jugaron los blancos con un balance del 50% 4-4, jugando nada más y nada menos que dos veces contra el FC Barcelona, dos contra Iberostar Tenerife y una con Morabanc Andorra, CSKA de Moscú, Olympiacos y Unicaja Málaga.
Rivales de tronío que como ya hemos avanzado, buscaban encontrar las mejores sensaciones del Real Madrid, dentro de uno de los meses más importantes del año. Para ello, los blancos se reforzaron con la vuelta de Gustavo Ayón, que pese a haber estado casi 4 meses lesionado, promediaba 10 puntos con 8 rebotes y 3 asistencias. Prácticamente, los mismos números antes de su lesión. Era una gran noticia para el aficionado madridista, la vuelta de Gustavo Ayón. Como hemos repetido en muchas ocasiones, su baja en el juego interior, condicionaba – menos de lo esperado – el juego del equipo madridista, sufriendo bajo los aros, hasta la rápida adaptación de Walter Tavares, que se ha convertido en el nuevo muro del Real Madrid. A contrapunto, el equipo de Pablo Laso ha sufrido la sorprendente marcha de Jonas Maciulis en su necesaria búsqueda de minutos, que no pudo tener en este Real Madrid. Pero permitirme ponerme en pie y recordar el enorme talento del jugador lituano. Sí sus números no le harán destacar como jugador franquicia, algo que muchos aficionados madridistas solo miran en la estadística. Jonas era uno de esos jugadores que aportaba carácter y como ha demostrado con las bajas de Kuzmic, Ayón y Randolph, el equilibrio para que el Real Madrid funcionase a las mil maravillas. Que tengas mucha suerte Jonas Maciulis.
El mes de febrero, comenzaba con mal pie. Partidazo en el Megaspot Arena de Moscú. En aquel momento, esperábamos que el duelo contra CSKA fuese para comprobar quien era el mejor equipo de Europa. Pero eso dejó de ser importante tras el 33-11 en contra del primer cuarto. Los 18 puntos de Sergio Rodríguez hicieron mucho daño a un Real Madrid, que consiguió remontar poco a poco hasta conseguir un parcial de 15-27 en el último cuarto y tener opciones al final del partido. Luka Doncic fue el mejor del equipo blanco con 21 puntos que poco pudo hacer ante un CSKA con un 50% en tiros de campo y 45% en triples. El Real Madrid mejoró sus números en la segunda parte, ganando en rebotes, robos de balón y valoración, pero su primera parte les lastró para llevarse la victoria. Solo 48 horas después, los blancos visitaban la difícil cancha de Morabanc Andorra donde la temporada pasada, se vivieron grandes duelos entre ambos equipos. El Real Madrid luchó durante los 40 minutos para mantenerse en ventaja durante el partido, pero las decisiones arbitrales de parar continuamente el juego con faltas en la zona madridista, desquiciaron a los blancos que perdieron por personales a Tavares y Taylor. A pesar de tener 67-77 en el minuto 33, los árbitros sancionaron con dos faltas técnicas, gestos de inconformidad de jugadores madridistas, que propiciaron la rápida remontada local. Sin apenas tiempo los blancos tenían la obligación de cerrar la semana con una victoria ante Olympiacos. Tras la derrota de la semana pasada ante CSKA Moscú, era importante derrotar a los helenos para confirmar su buena clasificación dentro de la Euroliga. Pero el partido se torció desde el principio con un 37% en el tiro en el primer cuarto y estar jugando por debajo del marcador durante todo el partido. El enorme partido de Luka Doncic con 27 puntos fue insuficiente para derrotar a un mejor Olympiacos que supo mantener a los blancos encerrados en su tela de araña y llevarse el partido pese, nuevamente, a ser inferiores en valoración. Y como previa de la Copa y tras 3 derrotas consecutivas, los blancos afrontaron el último partido de Liga Endesa, contra Iberostar Tenerife, con un gran partido en defensa, donde el 25-13 del segundo cuarto, decidió el partido. Un enorme Facu Campazzo destacó sobre el resto de sus compañeros con 15 puntos y 8 asistencias. Una victoria convincente, cuatro días antes del inicio de la Copa. La copa del Rey entraba en juego y la posibilidad de ganar una copa, que tendría importancia sólo si los blancos no se llevarían el título.
Y así fue. Muchos de vosotros tendréis en mente como fue el último minuto de la gran final entre el Real Madrid y el FC Barcelona. Lo que pasó en la cancha y lo que pasó posteriormente en las redes sociales. Pero no estoy dispuesto a usar estas páginas para volver a marear la perdiz, de lo que yo pienso, ya están las redes sociales. Pero la copa del Rey dejó de ser un objetivo a ser un orgullo a mantener. A llevarse por quinta vez tan preciado trofeo o a empezar a asustarse porque se ha perdido el primer título de la temporada. Así somos, evaluamos los resultados y destacamos el momento de estado del equipo, en vez de tranquilizarnos conociendo como se ha llegado a esa situación. Pero para llegar hasta ese domingo 18 de Febrero, había que derrotar a Unicaja en cuartos de final. Y no fue un partido nada sencillo, contra un Unicaja muy acertado en el triple con un 52% de acierto. Pero Facundo Campazzo le salió el partido perfecto con 18 puntos y 7 asistencias, acompañado por el trabajo de Doncic y Tavares. Ya en semifinales, de la misma manera que el domingo anterior, el Real Madrid volvió a vencer a Iberostar Tenerife – sorprendente semifinalista al derrotar a Valencia Basket – gracias a su enorme defensa, permitiendo únicamente 59 puntos del equipo canario, 21 solamente en la segunda parte. El partidazo de Doncic con 17 puntos 7 rebotes 5 asistencias y 4 robos, con 28 de valoración, vino acompañado con los 14 de Carroll y los 13 de Rudy y Thompkins. El Real Madrid llegaba con confianza y con ganas a una nueva final de copa del Rey. Además el rival era el FC Barcelona, con todos mis respetos, un rival que parecía asequible debido a su mala racha en la temporada y a su cambio de entrenador unos pocos días antes de la celebración del torneo. Y seguía pensando lo mismo después de las victorias sobre Baskonia y Herbalife Gran Canaria durante el torneo. Pero en la final, el FC Barcelona fue mejor. Entró mejor al partido el equipo catalán, con un Real Madrid que se movía por el 30% de acierto en el tiro. Así sin darnos cuenta, el 40-58 del minuto 25 parecía un resultado demoledor para las intenciones madridistas. El Barcelona era mejor y muy pocos, daban posibilidades al Real Madrid de llevarse el título. Pero un parcial de 50-34 en 15 minutos, estuvo a punto de darle el triunfo al Real Madrid que volvieron a sacar el orgullo característico para luchar hasta el final, esta vez sin suerte, para llevarse la quinta copa consecutiva.
Lo que pasó en ese último minuto ya queda en la conciencia de cada uno. El Real Madrid tuvo en su mano el tiro de la victoria pero no fue permitido. Aunque al menos tuvo la venganza 5 días después, con la disputa de un nuevo clásico, esta vez en la Euroliga y en el Palau. La aplastante victoria de los blancos 74-101, no palió las famosas críticas de los aficionados blancos por la pérdida de un título. Pero en el primer partido completo de Gustavo Ayón, el Real Madrid fue muy superior desde el primer minuto, con la resurrección de Anthony Randolph y el buen partido de Campazzo y Jaycee Carroll. En resumen, 8 nuevos partidos, 2 en Liga Endesa, 3 en Copa del Rey y 3 en Euroliga. Las sensaciones en la Liga no pueden ser mejores, con 18-2 de balance y 4 victorias de ventaja sobre sus perseguidores, Muy diferente son las sensaciones de la Euroliga, donde el duro calendario – CSKA, Olympiacos y Barcelona – ha dotado a los madridistas de 1-2 de parcial y se coloca 4º con 14-9 de parcial a dos victorias del 3º puesto y ya más inquietante, con el mismo balance que el 7º clasificado y cuatro por encima del 9º puesto. Quedan 7 jornadas para dirimir la clasificación final en la Euroliga, aunque el objetivo sigue siendo entrar en los cuatro primeros puestos. Llega la primavera y la necesidad de ir ocupando los puestos altos de las clasificaciones, de ir recuperando a los lesionados y afrontar el tramo final de la temporada con posibilidades de llevarse la Liga Endesa y la Euroliga.