Gracias por hacernos sonreir

Enfrascados dentro de una durísima batalla de 5 partidos por el billete de acceso a la Final Four entre Real Madrid y Panathinaikos, hemos recibido la maravillosa noticia del regreso a las canchas de Sergio Llull. No voy a poner conceptos deportivos sí el miércoles es el día indicado para su vuelta o habría que esperar a un partido mucho menos exigible. Tampoco daré mi opinión si debe ser titular o quedarse en el banquillo dotando de moral al equipo. Y todo porque la noticia de la vuelta de Sergio Llull, va más allá de lo deportivo. Toca lo humano. Porque el Llull jugador, nos ha demostrado por más de diez años, que es jugador sobrenatural, capaz de realizar actos imposibles dentro de una cancha y coronarse en un mismo año, MVP de la Liga Regular de Liga Endesa, MVP de la Copa del Rey y MVP de toda una Euroliga. Un mismo jugador, en un mismo equipo, en 82 partidos y tres competiciones diferentes. Sabréis de lo complicado que es realizar este hecho, puesto esta temporada, el Real Madrid solo ha cedido 3 derrotas en la Liga Endesa, por las 11 cosechadas en la Euroliga.

Pero Sergio Llull ha sabido llevarse otro MVP. Un MVP humano, de ser una maravillosa persona. No solo por aquello que nos enseña por las redes sociales y sus interacciones con grandes éxitos de compañeros y rivales, que nunca enemigos. Los que le conocen bien, saben que es una persona entrañable, amigo de sus amigos y que nunca te negará una sonrisa. Amigo de compañeros de equipo, excompañeros, jugadores de la selección española, rivales españoles, rivales europeos, fanáticos del Real Madrid, aficionados de equipos rivales, cantantes, cómicos, gente de sociedad y hasta periodistas, se han alegrado por la vuelta de Sergio Llull a las canchas. Todo eso no se consigue metiendo sus múltiples “mandarinas” y sus tiros “on the buzzer”, se consigue a través de raza, energía, alegría y bondad. Siempre ha estado al lado de su equipo y apenas se ha perdido partidos jugados en el WiZink Center, apretando los puños, deseando saltar a la cancha e intentar la remontada de cualquier partido y ayudar con sus puntos a que sus compañeros no pasen por las posibles dificultades. Conozco poco, en lo personal, a Sergio Llull. Pero estoy convencido, que le duele haber estado 64 partidos oficiales fuera de las convocatorias de Pablo Laso, observando los esfuerzos de Facundo Campazzo, Chasson Randle y Luka Doncic por mitigar tan dura ausencia.

Photo By Emilio Cobos

Afortunadamente en lo deportivo, el Real Madrid ha sabido mantenerse en lo más alto. Finalista en Copa, en el Top 8 en Euroliga – con opciones de llegar a la Final Four – y líder de Liga Endesa con cinco victorias de ventaja sobre el segundo clasificado. Ese es el logro cosechado por Pablo Laso y su equipo ante la pérdida de tu gran líder, en pleno mes de agosto, cuando seguro Pablo Laso, ya habría organizado jugadas para el 23 blanco. Porque sin Llull perdías anotación, liderazgo, espíritu y carácter. Y por qué negarlo, la ilusión de los aficionados madridistas, que se sentían abatidos y nostálgicos. No solo porque su líder estaba lesionado sin fecha de caducidad, sino porque se empezaba a asumir el desastre en que se podría convertir esta temporada 2017/2018. Pero Sergio Llull, no dejó de trabajar e incluso nos mostraba sus continuos retos superados a diario, el enorme esfuerzo para conseguir llegar a estar al 100% en el espacio más corto posible. Ya no tanto por un posible hundimiento de “su” Madrid, sino porque se erige en parte de este proyecto que ya empezó el verano de 2011 con la llegada de Pablo Laso y que sufrió de bajas importantes con el paso de los años. Este proyecto que ha dado con las alegrías de 3 Ligas Endesa, 5 Copas del Rey, 3 Supercopas, 1 Intercontinental y por supuesto, tan ansiada Euroliga de 2015.

Pero fuera de lo deportivo, fuera de lo que Sergio Llull pueda demostrar en la cancha. Aportar más o menos que otros jugadores con más carga de partidos y minutos, el regreso de Sergio Llull, puede ser un problema para Panathinaikos o para los próximos rivales de esta temporada del Real Madrid. Pero de lo que estamos todos seguros, es que todos los buenos aficionados al baloncesto, habrán amanecido este lunes con una gran sonrisa por el regreso a las canchas de nuestro super héroe. Porque en estos 9 duros meses, Sergio Llull – sin perder la sonrisa – nos ha demostrado que los super héroes, también son humanos. Gracias Sergio Llull, por devolvernos la sonrisa, la alegría y desatar nuestra pasión, solamente, por conocer tu vuelta a las canchas. Gracias a ello, seguramente el Real Madrid, juegue con más ganas e ilusión los dos importantísimos partidos que tiene esta semana contra Panathimaikos. Gracias Sergio, por hacernos tan feliz.