Euroliga Jornada 7 Baskonia 105 Real Madrid 75

Humillados

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Bochornoso partido del Real Madrid, viendose superado desde el minuto 1 por un gran Baskonia. Sin ganas, sin fuerzas, sin motivación, los blancos ofrecieron una imagen deshonrosa a su fiel afición. El Real Madrid suma su tercera derrota consecutiva, la cuarta en los cinco últimos partidos.

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Sin tiempo para digerir la derrota del pasado domingo contra el FC Barcelona, el Real Madrid se encontraba camino del Buesa Arena para enfrentarse al Baskonia en la Euroliga. Más allá del resultado – importante por supuesto – lo que primaba anoche era la imagen que los jugadores del Real Madrid podrían ofrecer tras tres derrotas en cuatro partidos. La tarea no era la más idónea, puesto que el rival era Baskonia, entrenado por Pedro Martínez y el lugar era Vitoria. Qué decir tiene, que la capital alavesa siempre ha sido un destino contrario para los blancos, contra un equipo que multiplica por 1000 su ya fuerte carácter cuando se enfrenta al Real Madrid y con un entrenador conocido por inculcarles a sus jugadores la motivación necesaria para comerse al equipo madridista desde el minuto uno. No sería ninguna novedad encontrarnos un partido donde Baskonia fuese a salir a comerse al Real Madrid y era el deber del equipo de Pablo Laso, saber frenar y acallar todas las acometidas de inicio del equipo vitoriano.

Pero fuera de eso, el Real Madrid no entró en el partido en ningún momento. El inicio igualado 8-5 en 2 minutos, dejo paso a un 19-0 en 5 minutos, para sentenciar el partido 27-5 en el minuto 7. Pero el problema no venía de lo enchufados que pudiese estar los locales acabaron con 36 puntos 12/15 – 8/8 en tiros de dos – en tiros de campo y ya 8 asistencias. Suerte, acierto, mala defensa… llamarlo como queráis. Anoche todos los jugadores de Baskonia parecían encontrarse en el calentamiento, lanzando sus tiros sin defensa alguna de los jugadores contrarios que se limitaban a observar, como los balones entraban dentro de su propio aro. Ya no era motivo de intensidad defensiva, que lo era, sino también de carácter o simplemente de intenciones. Cinco lanzamientos realizados en cinco minutos, se me antoja un dato pobrísimo para un equipo tan anotador en España y en Europa. Con todos los respetos para los aficionados vitorianos, el Baskonia anoche, tampoco obligaba al Real Madrid a realizar tiros precipitados o a realizar pérdidas de balón por culpa de la presión contraria. Un robo de balón necesito Baskonia para protegerse de un Real Madrid con hasta 5 pérdidas en el primer cuarto. Para acabar el cuarto, los blancos lanzaron hasta en 10 ocasiones más a canasta. No les pido un 100% de acierto, simplemente les exijo motivación, carácter y la pelea que pide los miles de aficionados blancos que se juntan en el WiZink Center con su camiseta blanca para dejarse las gargantas por su club.

Porque son muchos y me consta de aquellos que van cada semana al WiZink Center con la ilusión de un niño con zapatos nuevos, de ver a su Real Madrid en su deporte favorito, luciendo con orgullo su prenda madridista en la grada. Porque esos 15 tíos son los que nos llena y permite comentar hasta con horas de diferencia, diferentes temas de debate en las redes sociales. Todo jugador juega por dinero, por supuesto. También por llevarse un título o un contrato mejor, pero mientras defiendas un escudo, te debes a tus aficionados. Que sí, que eres el Real Madrid, que tienes que ganarlo todo y jugando bien, ganar títulos y tener a los mejores jugadores del mundo, pero el Real Madrid no deja de ser una marca. Quiero decir y pido disculpas anticipadas, que, si me propongo con mis compañeros de Pobla FM a tener un equipo de voleibol que patrocine el Real Madrid, no tiene que suponer que tengamos que ganar todo “porque somos el Real Madrid”. Simplemente tener un estilo, algo que en el Real Madrid de baloncesto llamo “Lasismo”. Un equipo que no se rinde nunca, que pelea cada partido a pesar de estar perdido desde el inicio, que si pierdes por 30 remontas y te quedas a 10 puntos al final del partido. Que asumes el mal partido y cierras los puños de rabia por no haber ofrecido lo mejor que puedes dar.

Pero el Lasismo ayer no existió, ni siquiera hubo sensaciones. Tras los 36 puntos recibidos en el primer cuarto, tocaron 28 en el segundo. Así de fácil. Si no vas a ganar, no pasa nada… si compites. Si te dejas la piel en defensa, si bajas las rodillas y consigues unos contrataques o unas canastas rápidas, aunque sea para levantar tu propio ánimo personal, porque el de los aficionados es prácticamente imposible. El Real Madrid venía de 3 derrotas en 4 partidos, pero compitiendo los partidos. Mereciendo perder o no, pero llegando al minuto 40 con opciones.  Los blancos se iban entonando con 27 puntos anotados en ese segundo cuarto, pero muy lejos de ofrecer una imagen que le valiese a sus aficionados, que estarían echando pestes por una derrota previsible que por una imagen tan mala como la de anoche. Porque ayer, muchos madridistas se sentían humillados. Los jugadores y el cuerpo técnico se debían sentar igual. Humillados no ya tanto por un Baskonia, justo vencedor del encuentro con 132 puntos de valoración que lo dice todo. Humillados por el nivel ofrecido durante todo el partido, por anotar 31 puntos en toda una segunda parte, tras ir perdiendo por 20 puntos al descanso. Los números mejoraron, lógicamente, pero las sensaciones no. No hablo de jugadores, ni que un chaval de 18 años le echara mas narices que el resto de sus compañeros. Tampoco hablaré de las buenas noticias que pudo dejar el partido, porque, aunque las hubiese, no merecían ser tratadas.

Eso sí, ningún pero, al partido de Baskonia. Y avisaba al comienzo del artículo de como saldría Baskonia en su casa y contra uno de sus máximos rivales. La intensidad la iban a tener doble. El acierto y la cabeza, les indicaría si les valdría o no para ganar el partido. Hasta 5 jugadores llegaron con doble figuras en puntos y ninguno superó los 20 en valoración, con lo que quiere decir, que fueron un equipo global. Aunque con todos mis respetos, el partido fue muy sencillo para los jugadores de Pedro Martínez ya desde el minuto 5 con el 25-5 de parcial. 41 puntos en la segunda parte y 52 de valoración, lo demostraba. Los vascos vienen de una mala racha de resultados con la dimisión de Pablo Prigioni y la moral por las nubes. La temporada es muy larga y a sabiendas de que es importante cada partido, la lucha por llegar a los objetivos aun está en marcha y con muchos meses por delante. De ello no quería ni oír hablar los aficionados madridistas visualizando el partido. Bastante tenían con reconocer a su equipo. 31 puntos en la segunda parte es un dato muy triste, pese a la contundencia del resultado. No busquemos cabezas de turco, ni gente que se salve, ni busquemos fichajes precipitados. Las bajas de Sergio Llull y Gustavo Ayón ha trastocado una temporada que iba encaminada a ser liderada por ambos. No quiero olvidarme de Ognjen Kuzmic, pero coincidiréis conmigo de que, lo que pudiese aportar el serbio, no iba a servir para liderar una franquicia tan importante como esta.

Pero debemos pensar que lo de ayer fue solo un partido, una mala noche y una absoluta pesadilla. Que tras el 10-0 de octubre no éramos tan buenos, ni ahora somos tan malos con el 1-4 de noviembre. Es evidente que preferimos criticar que destacar y volvemos a recordar abiertamente el estado del proyecto de Pablo Laso. Pero aquí solo estoy hablando del partido de anoche contra Baskonia, o mejor dicho, del entrenamiento con público que el Real Madrid se digno a ofrecer al equipo vitoriano. Muestro la decepción por la imagen ofrecida, sin números, sin más o menos minutos de los jugadores, sin decisiones del entrenador y sin volver a caer en la evidencia de falta de juego interior. Anoche no valió nada de esto, solo una imagen bochornosa y humillante ofrecida por el actual líder de Liga Endesa y entre los 4 primeros de la Euroliga. Pero no dejaré de creer en este equipo, en esta temporada, en este entrenador y en este proyecto. De la misma manera que escuchaba adjetivos llamándome “exagerado” por reconocer el sorprendente mes de octubre ofrecido por el equipo, no voy a bajarme del carro en el mes de noviembre, porque el objetivo, aunque os sorprenda, no es ganar. Sino luchar y dar una buena imagen en todos los títulos jugados esta temporada. No como ayer… que ayer sufrimos todos los madridistas, una auténtica humillación.