Prohibido el paso
Una enorme defensa del Real Madrid en la segunda parte - 21 puntos recibidos, 5 pérdidas provocadas y 8 recuperaciones conseguidas - permite al conjunto de Pablo Laso invertir su mal inicio y colarse en la quinta final consecutiva, consiguiendo la 14ª victoria consecutiva en la Copa del Rey. Mención especial para Luka Doncic siendo el mejor en todo: 17 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 4 robos y 28 de valoración. Esta tarde, final contra FC Barcelona.
La Copa del Rey, es lo que tiene. Tras los cuartos de final disputados, tanto Valencia Basket, Baskonia y Unicaja Málaga estaban ya haciendo las maletas de vuelta, tras caer derrotados en sus partidos. A un partido, cualquier cosa puede suceder, da igual la calidad de los equipos, las estadísticas o el partido jugado anteriormente. La Copa del Rey, es un torneo de sensaciones producidas durante ese día, ese momento, donde todos los equipos participantes, tienen como objetivo, llevarse el torneo a casa. Y un gran objetivo es esta Copa del Rey. Tras la dura e importante remontada de los blancos – 19-7 de parcial en 4 minutos finales – ante un gran Unicaja Málaga, el partido de ayer contra Iberostar Tenerife, se presentaba con una cierta sensación de lividez, siendo el equipo canario, un equipo de menor nivel que los malagueños. Menor nivel, sí, pero fueron capaces de eliminar el jueves al todopoderoso Valencia Basket, equipo que había disputado las últimas cuatro finales nacionales posibles.
Ya no era momento para los experimentos, y Pablo Laso decidió colocar su quinteto clásico con Facundo Campazzo de base, Causeur y Taylor en las alas, con Thompkins y Tavares en la pintura. Sorprendía, en parte, la ausencia de Luka Doncic en el quinteto, pero tras el enorme partido de Facundo Campazzo el pasado jueves, Laso quiso guardase al esloveno para la segunda unidad. Pero rápidamente, el tempo del partido dejó de pensar en estadísticas y jugadores. 0/6 en triples entre ambos equipos en apenas 3 minutos, rubricaban un pírrico parcial de 6-4 para Iberostar Tenerife, que sorprendentemente, encontraba pasillos liberados para conseguir canastas fáciles debajo del aro. Todo ello forzado por los buenos movimientos de Mike Tobey y Fran Vázquez que sacaban de la pintura a Walter Tavares, que pese a ello, terminaba el primer cuarto con 4 puntos 4 rebotes y 1 tapón. El equipo tinerfeño ya había encontrado solución a su problema exterior, consiguiendo los puntos desde la pintura, algo que el Real Madrid seguía sin encontrar. No lo encontraba, porque tampoco lo buscaba, y es que los blancos llevaban ya 1/7 en triples en apenas 5 minutos, a pesar de que el marcador les convenía aun 8-7 minuto 5. Los canarios seguían golpeando a los blancos desde dentro de la zona, aumentando poco a poco su confianza que le hizo liderar un parcial de 11-2 en apenas dos minutos para darle la mayor ventaja a Iberostar Tenerife 17-9 en el minuto 8. Los blancos buscaban la remontada a base de triples, con Trey Thompkins 0/3 y Facundo Campazzo, desaparecido de inicio, también con 0/3 en triples en el primer cuarto. La entrada en cancha de Luka Doncic y Rudy Fernández, consiguió rebajar el ritmo del partido con un Mike Tobey espectacular, con 8 puntos y 4 rebotes en el primer cuarto, dominando a sus anchas la zona, para dar la ventaja 19-11 a Iberostar Tenerife en el primer cuarto. No tan bueno el primer cuarto canario, como horrible del Real Madrid. 11 puntos, 1/11 en triples – teniendo un buen 2/6 en tiros de dos – 10 rebotes – 4 en ataque – y 3 pérdidas de balón. Pero el dato más negativo, venía en las 0 asistencias del club blanco en estos primeros 10 minutos, demostrando el poco control de balón del Real Madrid y no realizar ninguna jugada en equipo, siendo todo bastante individualista.
La segunda unidad madridista, estaba obligada a subir la intensidad defensiva y por supuesto a remontar el 17% en tiros de campo del primer cuarto. Las expectativas estaban confiadas en los experimentados hombros de Felipe Reyes, Jaycee Carroll y especialmente, de Rudy Fernández, mucho más aplicado en posiciones defensivas. Pero Iberostar Tenerife no iba a permitir que los blancos les despertaran del sueño de ganarse el pase a una final copera. A pesar del funcionamiento exterior en el triple – 2/3 en 4 minutos – del Real Madrid, los isleños seguían anotando con fluidez, manteniendo su ventaja 28-19 minuto 14 gracias al gran trabajo de Fran Vázquez, que volvió a ser aquel que dominaba el juego aéreo en su etapa como jugador del FC Barcelona. Pero Rudy Fernández no quería que el gallego volviera a hacer daño al Real Madrid como entonces, y con dos triples volvía a poner a su equipo a tiro de los canarios. El esfuerzo de Fran Vázquez era descomunal, con 10 puntos y 3 rebotes solo en este segundo cuarto, superando las ganas y buenas intenciones de Rudy Fernández, que pedía ayuda de sus compañeros, y la encontró. La encontró en un chaval de 18 llamado Luka Doncic, que comenzó a llevar el partido a su terreno, sin tanta necesidad del tiro exterior y más usando su físico e inteligencia para liderar, otro partido más, a su equipo con 9 puntos 3 rebotes y 3 asistencias, curiosamente, las únicas asistencias que daría el Real Madrid en toda la primera parte. El esloveno colocaba el 36-30 en el minuto 18 aun para Iberostar Tenerife, pero nuevamente, otro madridista salió a escena. Jaycee Carroll conseguía 7 puntos consecutivos en dos minutos para, aunque fuese por segundos, colocar al Real Madrid por delante. Segundos después, Javi Beirán colocaba el definitivo 38-37 con el que se fue el partido al descanso. El Real Madrid había reaccionado en el segundo periodo, con un parcial de 10-18 en 6 minutos. Aumentando hasta un 40% en tiros de campo y mejorando el triple hasta un 4/7 en el segundo cuarto. El trabajo de Luka Doncic 9 puntos 3 rebotes 3 asistencias y 2 recuperaciones, se hacía notar en la remontada madridista, ante un Iberostar Tenerife, muy anotador en el juego interior pero horrible en el triple con un 1/12 desde la línea.
Resumiendo, el Real Madrid mejoró mucho en el segundo cuarto, pero seguían siendo incapaces de detener el pick & pop de los pívots canarios, así que “se cambió de traje” en el descanso y se puso el defensivo. Tanto es así, que los canarios solo anotaron cuatro puntos en 5 minutos. Tampoco es que los blancos ofrecieron un arsenal ofensivo, pero al menos confiaba en el talento de sus jugadores para remontar el partido. Y es que solo Facundo Campazzo parecía ver aro en este tramo del tercer cuarto, con 6 puntos para poner por delante al Real Madrid, 42-43 minuto 25. Al resto de titulares, aun se les esperaba, y solo los tiros libres beneficiaban al Real Madrid con su 9/10 en el tercer cuarto. Solo Fran Vázquez parecía estar entonado en un Iberostar Tenerife, presa de la tela de araña forzada por la defensa madridista que iba cogiendo diferencia, gracias a los tiros libres. Seis de los once puntos de Iberostar Tenerife, fueron conseguidos por el pívot gallego. El Real Madrid se había volcado en defensa, y solo había permitido el triple de Davin White que ilusionaba a su afición con el segundo triple de Iberostar Tenerife en el partido, para poner el 49-50 en el minuto 28. En ese momento, desapareció el equipo tinerfeño, no tanto por el desacierto de Iberostar Tenerife, sino por la intensa presión defensiva del Real Madrid. Y es que en apenas dos minutos, Iberostar Tenerife no pudo anotar, con cuatro ataques, dos errores y dos recuperaciones – ambas de Rudy Fernández – que terminaron con un parcial de 0-6 y dejaba el resultado al final del tercer cuarto, en 49-56 para el Real Madrid. Solo dos minutos, pillando a Iberostar Tenerife, entre cansado y dormido, fue el momento fundamental para sacar la fortaleza defensiva madridista y devolver el 11-19 del primer cuarto y darle una diferencia más o menos buena 49-56 al Real Madrid, al final del tercer cuarto. Un cuarto muy defensivo, para qué negarnos, con 9 rebotes y 0 asistencias, pero también 2 recuperaciones y 0 pérdidas de balón. Esta vez, no era un rodillo anotador, sino un dolor de cabeza instantáneo que le forzaron a Iberostar Tenerife a esperar el descanso entre cuartos.
Pero la bocina no salvaba a Iberostar Tenerife, que seguía en depresión, luchando por salir de la tela de araña forjada por la defensa del Real Madrid, que empezaba a anotar en cada posesión que disponía. Sin darnos cuenta, parcial de 0-8 en dos minutos. Con 3/3 del Real Madrid y 0/0 de Iberostar Tenerife, incapaz de superar la férrea defensa blanca, el partido se iba consumiendo poco a poco con el 49-64 del minuto 32, logrando así un parcial de 0-14 en 4 minutos, tras el 49-50 del minuto 28, tras el triple ya comentado de White. Pero en una semifinal copera, hay que darlo todo, e Iberostar Tenerife quiso despertar, nuevamente con el trabajo bajo el aro, con un parcial de 6-0 en 3 minutos para bajar de los 10 puntos de desventaja. Pero el primer – tras seis errores – triple de Trey Thompkins, volvía a bajar los ánimos tinerfeños hasta el 45-57 del minuto 35. Fue entonces cuando Luka Doncic decidió aparecer nuevamente en el partido, con otro triple más y devolver el +15. El partido estaba roto, el Iberostar Tenerife había bajado los brazos y el Real Madrid acariciaba una nueva final de Copa del Rey. Y para apuntillarla, ahí estaba Trey Thompkins. Muy desacertado con 2/8 en tiros de campo y un 0/6 en triples, para conseguir 9 puntos de golpe en 5 minutos y darle la quinta final consecutiva al Real Madrid, ante un Iberostar Tenerife, que solo pudo anotar 21 puntos en toda la segunda parte, solo 2 más, que en todo el primer cuarto.
Pero privado de la anotación – 41% en tiros de campo – y cinco asistencias, el Real Madrid fue resolutivo en defensa, permitiendo 21 puntos de Iberostar Tenerife en la segunda parte, recuperando 8 balones y perdiendo 1 solo balón, también en esos 20 minutos finales. La diferencia en valoración 59-87 lo decía todo, que en este deporte no todo es anotación. Solo un dato, Luka Doncic consiguió ser el máximo anotador 17 puntos, el máximo reboteador 7 rebotes, el máximo asistente 5 asistencias, el máximo recuperador del equipo con 4 y por supuesto el más valorado con 28. Esta tarde, a las 18.30 h, los blancos buscarán llevarse un nuevo título copero, esta vez contra el equipo con el que comenzó todo, aquel 2014, el FC Barcelona, que ganó en la otra semifinal 87-74 al Herbalife Gran Canaria.