Rudy ejecuta la decimotercera
Vibrante partido el disputado anoche en el WiZink Center, con un Real Madrid que nunca se dio por vencido, pese al mal 43% en tiros de campo y el fantástico 43% de acierto en triples de Baskonia. Partidazos de Tavares y Thompkins siendo los más valorados de un partido donde Rudy Fernández demostró su calidad ganando el partido en el último lanzamiento. Los blancos son terceros, con 12-6 de balance, a dos del primer puesto y tres por encima del noveno.
Lo pensaba antes del comienzo del partido, incluso horas después de la brillante victoria del pasado domingo en el derby ante Montakit Fuenlabrada. Esta semana nos regala doble jornada de euroliga y los caprichos – o no – del calendario, nos indicaba doble duelo español con el Real Madrid como protagonista. La duda era elegir el partido “más sencillo” de los que debía disputar el conjunto blanco, sí el de ayer contra Baskonia o el de mañana contra Unicaja Málaga. Lo que pase, lo dirá el resultado, pero el nuevo formato de Euroliga, obliga a estos conjuntos a enfrentarse mínimo, en cuatro ocasiones durante la temporada. Y cada encuentro sería diferente al anterior. De nada servía preparar una previa y buscar favoritos en el duelo de anoche en el WiZink Center. De nada servía recordar la flamante victoria madridista en el Buesa Arena el pasado 3 de enero en Liga Endesa. Ahora ya no se suman partidos, sino que se agotan las oportunidades de ascender puestos en la clasificación. Los blancos jugaban por su séptima victoria consecutiva en Euroliga, la que sería la decimotercera contando Liga Endesa, mientras que Baskonia, cerraba su particular Tourmalet de 5 partidos contra Barcelona, CSKA, Fenerbahce, Olympiacos y ahora Real Madrid, con un balance de 2-2 y luchando cuerpo a cuerpo con el Khmki Moscú por la octava plaza que diese acceso a los playoffs allá por el mes de abril.
La baja por descanso de Santi Yusta – fue activado Dino Radoncic – la ocupó en el quinteto inicial, Jeffery Taylor, para acompañar a los ya clásicos jugadores de inicio elegidos por Pablo Laso. El partido comenzó bastante frio por parte de ambos equipos, con un eléctrico Trey Thompkins para colocar a los blancos en cabeza, 6-3 en el minuto 3 de partido. Pero la férrea defensa de Baskonia, sobre todo a los aleros madridistas, secó la progresión madridista para colocar un parcial de 0-7 en dos minutos y recoger la ventaja, hasta el 6-10 en el minuto 5. El georgiano Tornike Shengelia, empezaba a dominar en la pintura, consiguiendo hasta 7 puntos en el primer cuarto, mientras que en defensa, se ocupaba de proteger el aro de los pívots madridistas que no encontraban su sitio en el partido. El flojo porcentaje madridista, aumentaba su sequía en la anotación, ya que fueron incapaces de conseguir punto alguno en más de 5 minutos. Ello provocaba los múltiples cambios realizados por un Pablo Laso que no es muy recurrente a realizarlos en el primer acto. Tampoco Baskonia conseguía punto alguno, aunque más preocupado por su defensa que por su ataque. Bien sabía Pedro Martínez que la mejor manera de ganarle al Real Madrid, era provocarle poca anotación. Y lo consiguió, como bien indica el escaso 38% de acierto de los blancos en el primer cuarto, pero cometió el error de fallar en ataque con un 41% de acierto – 50% en triples – en tiros de campo y dejar que el Real Madrid se escapase vivo. Porque en los 3 minutos que jugaba Luka Doncic en el primer cuarto, conseguía 7 puntos sin fallo, 2 rebotes 1 asistencia y 1 robo para 14 de valoración. Sí, en 3 minutos y 15 segundos. Con él en cancha, los blancos consiguieron un parcial de 12-5 para llevarse el primer cuarto 18-17.
El segundo cuarto prometía más y mejores momentos de Luka Doncic, con la mano caliente tras sus buenos minutos del primer cuarto, pero su 0/3 en tiros de campo, unido al desquicio mental provocado por las decisiones arbitrales, provocaron poco a poco su desconexión en el segundo cuarto. Pero ello no influía en el crecimiento del Real Madrid, que desde la defensa, intensificaba su juego y recuperaba balones sin pausa – hasta 9 – para competir con su bajo porcentaje de tiro. Mientras tanto, lo que mantenía a Baskonia por delante en el marcador, era su buen 54% en triples al descanso y las faltas de concentración ofensivas de un Real Madrid mirando más el mal trabajo arbitral, que su acierto a la canasta vitoriana. Quizás por ello, fuese Felipe Reyes el único jugador madridista capaz de anotar canasta en 4 minutos de juego. Aunque a cuenta gotas, el parcial ya era de 6-14 en 5 minutos y los vitorianos enmudecían a las 10000 gargantas del WiZink Center con el 24-31 para los visitantes en el minuto 15. Dicho parcial, coincidía con el peor momento de Luka Doncic, con la permisividad arbitral en todos los contactos dentro de la zona vitoriana y con un gran momento de juego de Rodrigue Beaubois – afortunado siempre en sus duelos con el Real Madrid – que llegaba al descanso con 9 puntos, siendo el mejor de Baskonia. Pero lejos de agarrotarse, Pablo Laso decidió colocar a Rudy Fernández en cancha por el desconectado Doncic, y al final el cambio funcionó a las mil maravillas. El mallorquín aparecía en todos los aspectos de su equipo, tanto en defensa como en ataque. El equipo blanco lo notó y volvió a remontar el partido con un nuevo parcial de 10-3 en 5 minutos, que llegó a ser 8-3 en dos minutos, con 8 puntos de Rudy Fernández. Al descanso llegábamos con 34-34, con un Real Madrid horrible en el tiro con un 36% de acierto, pero con 8 asistencias, 9 robos de balón y solo 7 pérdidas, siendo 2 en el segundo cuarto. Baskonia se manejaba en el 50% de acierto, superándolo en los triples, pero con demasiadas – 12 – pérdidas de balón al descanso. Tanteo bajo y todo por decidir en la segunda parte.
Otra vez, el inicio del cuarto, se diferenciaba del final del cuarto anterior. Otra vez, Baskonia volvía a liderar los parciales de inicio, con un 3-8 de parcial en dos minutos. Pero si al principio Shengelia detuvo el acierto interior del Real Madrid, ahora tanto Walter Tavares y sobretodo, Trey Thompkins, empezaban a tirar del equipo desde el interior de la zona. Ambos interiores blancos, conquistarían 7 puntos cada uno para anotar 14 de los 25 puntos del Real Madrid en este tercer cuarto, pero tuvieron a un compañero, que les batiría su marca en un solo cuarto. Mientras Beaubois seguía siendo el estilete ofensivo de Baskonia para sumar otros 7 puntos más en el cuarto y seguir manteniendo por delante a su equipo en el marcador. El partido se convirtió en un concurso de triples. Al 67% de Baskonia en 25 minutos, se sumaba el 44% por parte madridista que intentaba devolver los golpes exteriores vitorianos. Y de eso tuvo mucha culpa Fabien Causeur. El alero francés conseguía un 3/3 desde el triple en solo 5 minutos para volver a igualar el partido 51-50 en el minuto 25. Entre Thompkins, Tavares y Causeur, arreglaban el cuarto para el Real Madrid, anotando los 25 puntos del equipo blanco en el parcial. Gracias a ellos, el Real Madrid pudo competir con los 26 puntos anotados por Baskonia con los 7 puntos de Beaubois, los 8 de Matt Janning o los 7 de Johannes Voitgmann. Así llegaríamos al final del cuarto con ventaja visitante 59-61. Con un acertadísimo Baskonia en el tiro, superando el 57% en el tiro de campo y 11/19 en el triple, pero las 15 pérdidas de balón hasta ese minuto les penalizaba, de la misma manera que le beneficiaba al Real Madrid los 11 robos de balón, con 14 asistencias y otra vez, dos pérdidas más, que sumaban 9 para 30 minutos, un dato muy correcto. Todo ello aun con un 46% de acierto en el tiro y con Jaycee Carroll, Felipe Reyes y sobretodo, Luka Doncic, con apenas 10 minutos de juego y 13 puntos anotados sumados entre los 3.
Eran los pívots los mejores en el Real Madrid, con los 11 puntos 6 rebotes y 2 tapones de Tavares, los 9 puntos 3 rebotes y 2 asistencias de Thompkins y los 13 puntos 3 rebotes y 2 asistencias de Fabien Causeur, los que mantenían con vida a un Real Madrid, envuelto en la tela de araña colocada por Pedro Martínez para frenar el acierto ofensivo que éste Real Madrid, ha demostrado toda la temporada. Pero al inicio del último cuarto, estos chicos descansaron y el trío Felipe, Carroll y Doncic, volvieron a la acción. Para no perder la costumbre, el inicio del cuarto fue dominado por Baskonia, ahora de la mano de Jayson Granger, que acabaría el partido con 7 puntos 4 rebotes y 4 asistencias. Gracias a ello, un 2-7 de parcial en 4 minutos, volvía a colocar un 61-68, que viendo como se desarrollaba el partido, parecía ya una diferencia bastante amplia. ¿Debía Pablo Laso devolver a pista a sus mejores hombres en anotación? Mientras nos pensábamos la respuesta, Baskonia alcanzaba su máxima diferencia en el marcador 64-72 minuto 35. Curiosamente, Laso decidió colocar a Thompkins de 4, con Felipe Reyes, viendo que no le convencía mucho la presencia de Maciulis en cancha. El americano no defraudó y con otros 4 puntos anotados volvía a poner a su equipo a tiro, con un 7-0 de parcial en minuto y medio, para colocar el 71-72 en el minuto 37. Pero quizás no era el día para Doncic, Carroll y Felipe, en la anotación, por supuesto. Porque Doncic acabó con 12 puntos 4 rebotes 3 asistencias 3 robos en 20 minutos de juego y Felipe terminaba arrebañando balones con 4 rebotes ofensivos. Quizás no daban puntos, pero daban energía intensidad y corazón para llevar en volandas a su equipo para llegar al último minuto 73-73.
Pero después de tanta lucha, el partido se resumió en 22 segundos. El tiempo que tardó Baskonia – con empate a 73 – en buscarle un aclarado a Shengelia – 15 ptos y 6 rebotes en la euroliga – contra Trey Thompkins, donde el americano es conocido por no ser muy buen defensor. Hasta esa jugada, donde esperemos que decaiga el mito. El georgiano busco hasta en tres ocasiones zafarse del americano sin éxito y su lanzamiento llegó a las manos de Trey Thompkins a falta de 15 segundos. Y recordando a la final de la Copa del Rey 2014, Luka Doncic se disfrazó de Sergio Rodríguez, para asistir a Rudy Fernández, solo en el borde exterior, que con una tranquilidad absoluta, esperó el cruce de Jayson Granger para, a falta de 5.1 segundos, lanzar el tiro ganador y darle la victoria a su equipo 75-73, consiguiendo mantener la racha de 7 victorias consecutivas en Euroliga y 13 victorias seguidas en todas las competiciones. Un tiro para recordar y darle la tercera plaza de la clasificación al Real Madrid. Y es que Rudy, anoche, volvió a sacar su fusil y fulminó al Baskonia.