Tragicomedia

En la última semana, la atmosfera que rodeaba al aficionado del Real Madrid, se iba encubriendo. De la misma forma que la atmosfera que cubre las cabezas de jugadores y cuerpo técnico se seguían manteniendo soleado al ver como el balance de temporada les ofrece un 36-6 (16-3 en Liga Endesa y 18-3 en Euroliga) sumando la Supercopa Endesa. Pero las sombras empezaban a ser protagonistas porque el aficionado no comprende ver perder a su equipo en 2 de los últimos 4 partidos y ambos en casa (contra FC Barcelona y Morabanc Andorra). Vuelvo a recordar, que no entiendo como estudiamos más los balances negativos, que los positivos (el Real Madrid ha estado 20-1 antes del clásico liguero). Pero el calendario aprieta y nos devuelve al segundo partido consecutivo en el WiZink Center de la semana y nada más ni nada menos, que contra el Olympiacos de Atenas, sexto clasificado con un balance de 12-8, pero que aun

Un Real Madrid que recuperaba al positivo por Covid, Nigel Williams-Goss y a los descartados el domingo Sergio Llull y Rudy Fernández. Causaban baja, sin embargo, Juan Núñez, Adam Hanga, Gaby Deck y Jeffrey Taylor. Pablo Laso colocó a sus piezas formando un quinteto inicial con Thomas Heurtel como base, Fabien Causeur y Alberto Abalde como aleros y la pareja interior Yabusele y Tavares. Y haciendo honor al nombre del artículo, el comienzo del partido del Real Madrid, no pudo ser más descorazonador. Primero en ataque, porque el Real Madrid era incapaz de anotar canastas fáciles debajo del aro. Eso permitía que la primera canasta en la zona del equipo blanco viniese a los 5 minutos con un mate de Tavares a sumar, de un triple anterior de Thomas Heurtel para dejar un congelado 5-6 en el minuto 5 de partido. Un parcial que pudo ser peor si Moustapha Fall hubiera podido superar a Tavares. Pero el caboverdiano dejó seco al francés en 2 puntos 1/5 en tiros de campo y 2 tapones recibidos por el muro del Real Madrid. Pero tras el lógico tiempo muerto de televisión, Olympiacos reaccionaba para hacer un mejor final de cuarto con un 46% en tiros de dos aunque perdido en el triple. Mientras que, precisamente el triple, hizo que Thomas Heurtel se colocase como máximo anotador del Real Madrid con 6 puntos y un 2/2 desde la línea de 3. Pero poco más hizo el Real Madrid con unos ataques demasiados individuales, con poco movimiento de balón y una floja defensa que fue aprovechada, a cuenta gotas, por el Olympiacos que cerraba del primer cuarto 10-15 para Olympiacos.  Datos pobrísimos, como los que se veían en cancha, con un 28% en tiros de campo y lo más grave, un 29% en tiros de dos puntos con 1/5 entre Poirier, Tavares y Yabusele.

El Real Madrid debía reaccionar. No solo por ir perdiendo, tampoco por sus escasos 10 puntos y el 28% en tiros de campo, sino también por las sensaciones mostradas por el primer cuarto en el conjunto de Pablo Laso. Y al menos, la anotación parecía estar de su lado puesto anotaron 5 puntos, la mitad de los conseguidos en el primer cuarto, en solo dos minutos. Pero lejos de ser una mejoría, se convirtió en los peores minutos de la temporada blanca que desperdició ataques, defensa y perdió su energía y el carácter. Incluso una falta de saque, por falta de atención, animó a un parcial de 3-10 de Olympiacos que colocaba un peligroso 18-27 en el minuto 15 de partido. Peligroso momento del Real Madrid porque apenas sumaba punto por minuto y notaba como su rival lo aprovechaba para escaparse en el marcador de manera clara. Y eso no era lo peor, porque Pablo Laso no conseguía colocar un quinteto en cancha que le diera noticias positivas puesto sus jugadores de banquillo lo estaban haciendo igual de mal que los titulares. Pero permitirme que arriesgue a apostar a que el problema de los jugadores madridistas, fuese de sensaciones y motivación, más que de acierto de cara al aro. Y el problema se multiplicaba cuando en apenas 5 minutos, el parcial era ya de 5-19 para Olympiacos y donde el Real Madrid era incapaz de superar su anotación del primer cuarto 20-36 en el minuto 17 de partido. Nuevamente con la salida de Heurtel, el Real Madrid volvía a acertar en la zona y se iba al descanso con clara ventaja de Olympiacos por 24-38. La energía era muy negativa, las sensaciones nulas y los números así lo reflejaban. 24% en tiros de campo, 20% en triples y lo que es peor, 31% de acierto en los tiros desde la zona.

Y tras 20 minutos, era incomprensible comprobar que solo Thomas Heurtel – 8 puntos – había anotado más de una canasta en juego. Lógica la bronca en el descanso para poner fin a la tragedia del partido y cambiar de rumbo completamente a la comedia. Porque solo habían pasado 20 segundos cuando a Sergio Llull se le señalaba la segunda falta antideportiva del Real Madrid. Y es que los árbitros tuvieron un capitulo aparte en las decisiones del partido, ya que fueron demasiado protagonistas e influyeron negativamente en el devenir del encuentro, sobre todo en el último cuarto de partido. Los porcentajes eran iguales, pero las sensaciones cambiaron en la segunda parte. El Real Madrid buscaba a Tavares en la zona y mantuvieron el acierto de Thomas Heurtel que fue fundamental para el intento de remontada de los blancos. Y solo con esas dos acciones, consiguieron por primera vez sumar más de 10 puntos en 5 minutos y llegar a acercarse a Olympiacos que continuaba dominando 37-45 en el minuto 25 de partido. 13 puntos en 5 minutos que eran más que los 10 anotados en el primer cuarto y casi los 14 puntos anotados en el segundo. Y los puntos de Olympiacos, empezaban a llegar con cuentagotas y notando el aliento del Real Madrid que no cesaba de anotar y de complementar a más jugadores en la anotación madridista. Aunque nadie sumaba como Heurtel que se encaramaba a los 11 puntos en este cuarto para liderar el parcial de 26-13 en 8 minutos – sí, el Real Madrid en 8 minutos había sumado más puntos que en los 20 primeros minutos – que fue directamente la anotación final del tercer cuarto que se cerraba con un 50-51 todavía para Olympiacos. A pesar del 33% en tiros de campo, el Real Madrid había mejorado con un 9/19 en tiros de campo (han anotado más tiros a canasta que en toda la primera parte) sumar 3 asistencias y doblar el número de rebotes.

No me estoy equivocando al escribir. El Real Madrid en el tercer cuarto, consiguió los mismos 18 rebotes que había conseguido en toda la primera parte. Y había anotado más puntos (26) que en toda la primera parte (24). La comedia pedía paso en el partido y todos nos hacíamos eco de las grandes remontadas del Real Madrid que llegó a ir perdiendo por 16 puntos al filo del descanso. Pero es bien sabido que las remontadas no se consiguen hasta que puedes ponerte por delante en el marcador. Lo consiguió Fabien Causeur y Guerschon Yabusele que en minuto y medio pusieron un parcial de 5-0 para alimentar el milagro. Y es que el Real Madrid estaba desatado en ataque y en defensa porque se contabilizaron 5 tapones – 4 de Tavares – y alguno que no subió a la estadística de Vincent Poirier. Pero toda tragicomedia tiene su punto de drama y dolor y ese papel, en el baloncesto, lo representaron los árbitros del partido que fueron fundamentales para la remontada de Olympiacos con dos técnicas al Real Madrid en un minuto, la última a Vincent Poirier tras recibir un golpazo que le dejó sin diente y que posteriormente, se revisó la jugada y se cambió a falta antideportiva. Y con 67-65 a falta de 1 minuto, apareció la muñeca de Rudy Fernández primero y Sergio Llull después para darle una maravillosa victoria con remontada para el actual líder de la Euroliga. Otros 25 puntos en este cuarto (recordad, 24 al descanso), y con un 42% de acierto en la segunda parte (30% en la primera) los blancos se llevaron su 19ª victoria de la temporada con 20 puntos de Thomas Heurtel y los mismos 11 puntos y 9 rebotes para Yabusele y Tavares. Sin apenas descanso, mañana otra batalla contra el actual 4º de la clasificación, el Zenit San Petersburgo. Pero lo vivido anoche será recordado como una auténtica tragicomedia.

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