Un genio les rompe la racha
Un fantástico Vassilis Spanoulis junto a un hundimiento en el último cuarto del Real Madrid, propiciaron la primera derrota europea de un equipo blanco, que remontó 11 puntos en el tercer cuarto, para salir derrotado en el tramo final del partido. Facundo Campazzo fue el mejor del Real Madrid, ante la baja de Sergio Llull y Gustavo Ayón.
Lo habían intentado gigantes, anotadores, leyendas, bombarderos, ex jugadores NBA y todo tipo de cluch players que se han enfrentado al Real Madrid en los dos últimos meses de la Euroliga. Es más, desde el pasado 17 de abril, no veíamos hincar la rodilla al campeón y 14 partidos después, un maravilloso jugador – conflictivo también – un genio, de Larissa para más señas, rompió el idilio con la victoria que tenía la afición madridista. El de anoche prometía ser un partido grande. Bonito e intenso, donde la derrota daría seguro comentarios sobre las bajas de Sergio Llull y Gustavo Ayón. Aún hay gente que no confía en la plantilla que rodea a este escudo, pero yo les entiendo, puesto que el aura del Real Madrid, te obliga a ganar siempre. Pero ganar 82 partidos consecutivos, no lo consigue ni los Warriors de Curry y Durant, pero lo que sí hace este Real Madrid, es competir todos los partidos. Y a eso marchaban los jugadores de Pablo Laso a Atenas, a enfrentarse contra el Olympiacos. Un equipo “Final Four” por excelencia, rocoso, duro y lleno de ambición para derrotar a conjuntos de mayores presupuestos.
Un Olympiacos reconvertido a ser menos físico y más tirador. Donde esperábamos a Printezis y Papanikolau como estiletes, pero ya nos empezábamos a olvidar del genio de 36 años, Vassilis Spanoulis. Porque los años no perdonan para el genio de Larissa y a pesar de haber tenido dos partidos con 14 de valoración esta temporada, ya no se le esperaba siendo el cerebro creador de este Olympiacos. El Real Madrid llegaba al partido confiado tras su 8-0 de balance y sin miedo a afrontar con garantías el choque sin Sergio Llull ni Gustavo Ayón. Es más, en apenas 2 minutos el marcador reflejaba un 2-7 con dos asistencias para Facundo Campazzo, uno de los jugadores más en forma del equipo blanco. Y es que el argentino se hinchó a asistir a sus compañeros, con 6 pases de canasta, solo en el primer cuarto. Pero a David Blatt no le asustó el inicio madridista y en apenas 3 minutos realizó un parcial de 9-0 con Williams Gross y Spanoulis como estiletes. Siete puntos llevaron la firma de cada uno de los dos pequeños de Olympiacos en la primera parte para tener controlado el partido. Ello provocó el enfado en la banda de Pablo Laso, provocando la salida a cancha de Rudy Fernández y Jeff Taylor, mucho antes de lo esperado. Mejoró mucho el Real Madrid, pero de igual forma que pasó el martes contra Herbalife Gran Canaria, el acierto en el triple de Olympiacos, fue fundamental para irse por delante al final del primer cuarto 29-22. En cambio los blancos, forzaron mucho el lanzamiento triple, estropeando su buen porcentaje de dos y dejando el total en 53% mientras que los griegos se movían ya en el 66%. La mala defensa del tiro exterior y las 4 pérdidas de balón en el primer cuarto, hicieron sucumbir a los Laso ante un más entonado Olymiacos.
Eran solo 7 puntos de desventaja, dentro de un partido donde los griegos se encontraban mucho más enchufados que un Real Madrid que seguía buscando acierto en el tiro, puesto el 4/10 en triples, parecía un excesivo número de lanzamientos realizados en tan poco tiempo. Y aun se ponía todo más oscuro, cuando en el minuto 11, el resultado era 32-22 para los griegos, pero afortunadamente, el acierto en el triple mejoró y los blancos se pusieron a tiro nuevamente, 35-35 minuto 15. Nuevamente, volvía a estar todo en su sitio, pero Spanoulis volvió a aparecer para sacar su magia y desesperar a todo el madridismo. Una jugada – prácticamente – de 6 puntos, con 2 triples del genio de Larissa, volvía a estirar el marcador en franquicia del Olympiacos, que parecía haber perdido el acierto del primer cuarto. Pero los 11 puntos del capitán de Olympiacos, con 3 triples incluidos, dejaba un 62% de acierto en triples del cuadro griego. Querría recuperar el Real Madrid con 11 puntos de Rudy Fernández, con 3 triples y con 8 puntos de Jaycee Carroll, que parecía ser el anotador en la noche de ayer. Pero al sentarse Spanoulis, en Olympiacos apareció Nigel Williams-Gross, quien con otros 11 puntos y un 6/8 en tiros, provocaba un alarmante 52-41 al descanso. Y es que los griegos continuaban por encima del 52% en tiros de campo, con 52 puntos anotados – 32 entre William Gross y Spanoulis – y casi 20 puntos más en valoración que el Real Madrid, de donde solo destacaba Rudy Fernández.
Defensa intensa. Eso pedía Rudy Fernández a su equipo a los micrófonos de la organización, si querían pelear el partido en la segunda parte. Se presentaba un nuevo reto para Pablo Laso y sus chicos, y no era otro que recuperar la intensidad y la posibilidad de luchar por el encuentro. Era opción real, tanto que era entendible que David Blatt avisará a sus jugadores que no dejase tirar a los jugadores del Real Madrid, para sorpresa de los comentaristas de la televisión española encargada de ofrecer el encuentro. No es sorpresa, no sería la primera vez que el Real Madrid anotase 52 puntos en 20 minutos. Ayer, se quedó en 42, por ejemplo. El paso por vestuarios, debía cambiar la mentalidad del Real Madrid, defender fuerte y conseguir aclarados para tiros fáciles. Tras un inicio competido, el plan de Pablo Laso empezó a funcionar. Tres triples consecutivos y tres pérdidas de balón por parte de Olympiacos, colocaban un parcial de 3-11 en 4 minutos, para volver a meter en el partido al Real Madrid. Ya no le funcionaba el acierto al cuadro griego. Pasaron del 8/13 en triples en la primera parte, al 1/3 en el tercer cuarto y Spanoulis y Williams Goss, solo anotaron un punto más en este cuarto. La defensa funcionaba, dejando en tan solo 6 puntos a Olympiacos en 5 minutos, minuto 25. Pero al Real Madrid le costaba anotar, su 48% de acierto en el tiro, no era suficiente para batir a un Olympiacos que estaba pasando por sus primeras dificultades en el partido. Y es que los griegos perdían el mismo número de balones en este cuarto que en toda la primera parte, pero como decíamos, en ataque el Real Madrid no tenía su día. Solo Carroll superaba los 16 puntos en anotación, mientras que Rudy mantenía los 11 de la primera parte. Ni Randolph, Campazzo o Felipe, se aproximaba si quiera a los 10 puntos y eso provocaba más dificultades para llevarse el partido. A pesar de ello, la hazaña se había conseguido, el cuarto terminaba 65-65 con 8 rebotes de Tavares, 12 asistencias del Facu y 3 robos de Rudy. Pero faltaba algo más.
Y es que “la burbuja” defensiva del Real Madrid, que había dejado en 13 puntos a Olympiacos en este tercer cuarto, temblaba de tal manera que parecía romperse. Porque históricamente, Olympiacos siempre ha sido un equipo ofensivo y anotador, y nuevamente volvió a tomar el aire ofensivo al comienzo del cuarto final. Un 6-0 de inicio dejaba nuevamente colgado al Real Madrid que escogió los últimos 10 minutos, para cerrar su acierto de cara al aro y encontrar a Trey Thompkins como estilete ofensivo, puesto que sus mejores hombres descansaban en el banquillo. Porque 5 puntos en 5 minutos, es muy poco caudal ofensivo para todo un Real Madrid, y más si esos 5 puntos, vinieron de tiros libres. Y a todo esto, se aprovechaba Olympiacos, que pese a no seguir manteniendo el acierto de la primera parte, iba sumando puntos paulatinamente, hasta que Spanoulis conseguía su punto numero 20, con su quinto triple, dejando medio muerto al Real Madrid, 80-70 minuto 37. Era increíble, totalmente inexplicable, no solo la diferencia en el marcador, sino que un equipo acostumbrado a llegar a 80 puntos cada partido, no haya sido capaz de anotar canasta en juego en casi 8 minutos de juego. En ese momento, nuestras cabezas se fueron al basket average, bajar la diferencia lo máximo posible para recuperar el puesto en el partido de vuelta en el WiZink Center. Y fue en esos 2 minutos finales, donde el Real Madrid despertó, colocando 13 puntos, que fueron escasos para lograr la remontada, más si cabe, en una cancha, en una ciudad y con un arbitraje, donde siempre suelen suceder fenómenos extraños. Campazzo cogió el timón del equipo, consiguiendo 14 puntos, casi todos en el último cuarto con 13 asistencias. Pero su escaso 42% de acierto y su apagón en primer y último cuarto, forjaron la primera derrota de la temporada en Euroliga. Al menos, el partido nos dejó la vuelta del genio Vassilis Spanoulis, con sus 20 puntos en 22 minutos. Valoremos la derrota como un feliz desliz, un toque de atención de un equipo que sigue siendo prácticamente inexpugnable.