Txus Vidorreta, la kryptonita de Edwin Jackson

El escolta francés ha sufrido en los dos partidos ante el Iberostar Tenerife

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El mejor jugador de la temporada en la Liga Endesa se ha topado con el mejor entrenador. La estratosférica campaña de Edwin Jackson tiene dos piedras en el camino: sus partidos ante Iberostar Tenerife, en los que el francés ha rendido por debajo de su nivel habitual. Los aurinegros también le tienen tomada la medida al Estudiantes.

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Edwin Jackson está completando con Movistar Estudiantes una temporada para la historia. El escolta francés registra cifras anacrónicas en el conjunto colegial, y datos impropios de la última década en la Liga Endesa. Un extraterrestre al que no han podido parar ni los grandes equipos ni las grandes pizarras de la competición. Hasta que ha encontrado a su kryptonita particular, Txus Vidorreta.

Vidorreta es el entrenador del año en la Liga Endesa. Uno de los mejores – si me apuran, el mejor- de la competición pese a no ser el idóneo para Movistar Estudiantes. Por divergencia en cuanto a estilos y filosofía, no encajaba con la grada del Palacio ni con el futuro formador del club, que debe seguir siendo bastión económico de las maltrechas arcas colegiales.

El técnico vasco vive una temporada de ensueño con el Iberostar Tenerife. Líder de la competición contra todo pronóstico, le ha ganado la partida a su ex equipo las tres veces que se han visto las caras de manera oficial desde que abandonar la disciplina colegial el verano de 2015. Una la pasada campaña, en el Palacio de los Deportes, donde los aurinegros suman 4 triunfos consecutivos ante el Estu. Las otras dos, esta temporada, en la que ha superado sin problemas a los de Maldonado.

El último por un claro 63-82, fundamentado en desactivar a Edwin Jackson. No es la primera vez que Txus Vidorreta y el Iberostar Tenerife consiguen cortocircuitarle, en los dos partidos de esta campaña el francés ha sufrido frente a la defensa planteada por el entrenador vasco.

En la primera vuelta Jackson no fallaba en el apartado anotador, moviéndose en sus números habituales. El escolta sumaba 19 puntos, pero lo hacía fallando 5 triples y 6 lanzamientos de 2 puntos. 11 en total. Además, apenas aportaba en otras facetas del juego, por lo que se quedaba en tan solo 9 de valoración. Es, todavía, su peor registro esta campaña en Liga Endesa. Única vez en la que no ha superado los dobles dígitos en este apartado.

El partido de la segunda vuelta en el Palacio también ha sido aciago para el jugador colegial. Pese a no marcar topes negativos estadísticamente (13 puntos, 4 rebotes y 14 de valoración, un encuentro notable para cualquier humano), ha sido, por sensaciones, la peor actuación de Edwin Jackson con la camiseta de Movistar Estudiantes.

La defensa de Txus ha dejado a Jackson en tan solo 9 tiros, de los que ha anotado 3. Atascado en la primera fase del partido, ha intentado generarse sus propios lanzamientos sin éxito, y no ha conseguido leer las ventajas que le generaban las constantes ayudas de los aurinegros. Apenas ha conseguido encontrar a sus compañeros -2 asistencias-, y éstos para colmo tampoco han tenido el día para ayudarle –paupérrimo 37% colectivo en tiros de campo-.

Jackson no ha sobrevivido a la tela de araña de Vidorreta. Intentando entrar en el partido a la desesperada en la segunda mitad, buscando su primera canasta en juego, ha acabado pecando en numerosas ocasiones de egoísta, y pecando de precipitación en varios ataques. Para muestra, una cifra: 8 balones perdidos, su tope esta temporada. Si bien es cierto que no tiene el respeto arbitral que por números y calidad ofensiva en ciertas ocasiones merecería, no se puede achacar al arbitraje su mal partido ante los tinerfeños.

En definitiva, la antológica temporada de Edwin Jackson, de ciencia ficción, tiene dos partidos terrenales hasta el momento. Ambos, ante el Iberostar Tenerife. Puede que sea el pequeño asterisco de un jugador al que no se le debería discutir el MVP a final de temporada. Hasta el momento ha sido el mejor sobre la pista, y sólo el mejor en los banquillos ha conseguido frenarle.