Con el fútbol profesional en el horizonte

Desde bien pequeño su padre le inculcó la pasión por el fútbol. Algo que le ha acompañado toda su vida. Se llama Daniel Olmeda, nacido en Madrid, de Leganés y siempre ha tenido bien claro por donde quería que fuera su futuro.

Empezó jugando al fútbol sala en el colegio y después decidió pasar de la pista al cesped. Poco a poco, con esfuerzo y constancia fue subiendo categorías. De fútbol 7 a fútbol 11, cada vez con más confianza, hasta llegar al presente. Lateral izquierdo del Juvenil A del CD Leganés. Toda una vida blanquiazul y orgulloso de ello.

Casi siempre ha jugado como central, pero han acabado reacondicionándole al lateral y se siente a gusto así. “Me gusta ser más ofensivo y ahí tengo un poco más de libertad, aunque me gusten las dos posiciones” explica Dani. Jugador seguro en defensa, con buena llegada y realizando sólidos centros al area. Para el jugador pepinero, la cualidad que tiene que tener un buen lateral es ser seguro atrás. Pero desde luego lo expresa muy claro “trabajo y esfuerzo es lo más importante” porque eso es lo que a él le ha aportado el fútbol a nivel personal “cada año te das cuenta de una cosa, hay años más fáciles, años más dificiles... es aprendizaje, constancia y trabajo. Si no consigues esa constancia y ese trabajo al final te perjudica. Hay que seguir trabajando, dar más y no confiarse.”

No todo es el fútbol, aunque es una parte muy importante para él. Aprovecha su tiempo libre para salir con sus amigos y sigue estudiando segundo de bachillerato. Reconoce que es algo difícil compaginarlo y aún sabiendo que quiere que este sea su futuro, tiene los pies en la tierra y sabe lo importante que es seguir con su formación, ya que es una profesión muy difícil en la que nada está asegurado. Si bien le podría llamar la atención el mundo de la imagen y el sonido, tiene bastante claro que sus estudios irán encaminados por el mundo del deporte y la actividad física.

Recuerda con cariño una liga que disputó de pequeño en fútbol 7, la cual ganaron en un último partido muy disputado. Pero si algo se le viene a la cabeza en seguida es el año pasado. “El Leganés en nacional nunca había estado muy arriba, hicimos una buena competición y fue un año muy bonito” recuerda Dani.

Esta temporada toca luchar por el tercer puesto, objetivo que se han marcado. Dani cree en ello. Si consiguen una buena racha pueden lograrlo y siempre es más fácil cuando sientes el buen ambiente en el vestuario. Un equipo que más que equipo es una piña “somos muy buen equipo, creo que aparte de ser compañeros también hay amigos” cuenta Dani. Y a nivel personal continuar con su aprendizaje y trabajo es la prioridad. “Quiero seguir así, cumplir todos los partidos que pueda y a nivel individual mejorar como persona y como futbolista, cada año aprendes cosas nuevas”.

Sus diecisiete años no quieren decir que no tenga la cabeza bien amueblada y tenga claro sus obejtivos. Este deporte para el jugador del Leganés significa mucho y sería un sueño dedicarse a ello a nivel profesional. Más allá de conseguir su meta, que siempre es llegar lo más lejos en el fútbol, sabe que sobre todo quiere ser feliz, ya sea por este camino o no, pero ser feliz con lo que haga. Y entiende que camino debe seguir.“Sobre todo tener mucha ambicion, no conformarse con nada y seguir y seguir y seguir. No sirve de nada ganar hoy si la semana que viene no vas a entrenar o no vas a jugar, eso es lo más importante en este deporte” señala el futbolista.

No se puede negar que Dani derrocha pasión y dedicación por el fútbol “es un sueño, me parece una profesión muy bonita y quiero conseguirlo”. Y no le quitaremos el ojo de encima, porque este chico promete.