Cuando sólo quieres seguir superándote

Llegó al Seseña, el equipo de su pueblo cuando era pequeño, y estuvo allí hasta Alevines. Después militó en la cantera del Atlético de Madrid hasta Infantiles, para terminar aterrizando en la Ciudad Deportiva de Getafe. Hasta hoy.

David Alba, central del Getafe CF en la División de Honor juvenil, decidió que lo suyo era el fútbol y que quería dedicarse a esto cuando jugaba con sus compañeros a darle patadas a un balón en el patio del colegio y veía partidos con su padre por la tele. Y parece que no se equivocó.

Siendo consciente de todo lo que le llama la atención este mundo, estoy segura que si Alba no fuese futbolista se dedicaría a algo relacionado con el deporte, ya que es algo que verdaderamente le apasiona.

Poco tiempo deja entrenar cada mañana y jugar los fines de semana, a veces incluso fuera de Madrid. Pero los pocos ratos que le quedan, el dorsal 5 azulón los invierte en estudiar, hacer ejercicio y pasar todo el tiempo posible tanto con la familia como con los amigos.

Tantos años dedicándote a una misma profesión dan para aprender. Y mucho. Es el caso de nuestro protagonista de hoy, que ha interiorizado gracias al deporte rey la importancia de no rendirse nunca, que es necesario trabajar día a día para poder superarse a sí mismo, y que es necesario trabajar bien en equipo para poder llegar al objetivo común.

Todos los chicos que están en la cantera de algún equipo y quieren llegar algún día al fútbol profesional sueñan con ser el jugador perfecto. Ese que tiene las características buenas de cada uno. Alba cree que para ser un buen futbolista hay que tener una personalidad fuerte y tener ganas de superarse constantemente. Si tienes todo eso, y además una buena técnica a la hora de entrenar y jugar, puedes llegar alto en el mundo del fútbol.

Trabajador como pocos, siempre busca el bien para el equipo. Alba es de esa clase de centrales con una salida de balón realmente buena y muy rápido al corte. Fuera del terreno de juego es una persona con las ideas muy claras, humilde y con un gran sentido del humor, que daría todo por su familia y por sus amigos.

Recuerda con especial ilusión cuando ganó la liga como Infantil de segundo año en Valdebebas o el triunfo en el torneo Arona con el Atlético de Madrid, aunque su recuerdo más especial en el mundo del fútbol es cuando la Selección Española conquistó el Mundial de Sudáfrica en 2010.

Si yo fuera futbolista y tuviera que elegir a quién dedicarle un gol no lo tendría muy claro. Al contrario que Alba que, sin duda alguna, dedicaría el tanto a sus padres, sin los cuales no habría llegado a donde está hoy, ayudándole y sacrificándose por él siempre que lo ha necesitado.

Sueña con llegar algún día a jugar en el primer equipo del Getafe CF, club al que está muy orgulloso de pertenecer, ya que supone un orgullo y una responsabilidad muy grande estar en una cantera cuyo primer equipo milita en Primera División.

El paso previo al equipo liderado por Bordalás es el filial, donde está su compañero Hugo Duro desde hace unos meses. Estoy segura de que si Alba recibiese una llamada de teléfono para subir con los hombres de Cubillo, sería un premio al trabajo y al esfuerzo que lleva haciendo día a día durante tantos años para mejorar y estar al máximo nivel posible.

De cara a final de temporada esperan sacar lo máximo posible, seguir en la línea ascendente que tienen desde después de Navidad y afianzar la cuarta plaza en la tabla lo antes posible para seguir mejorando, tanto grupal como individualmente.

Forma parte de un vestuario donde el ambiente es inmejorable, todos se llevan a las mil maravillas y siempre reina el buen rollo, tanto dentro como fuera del campo. Coinciden familiares y amigos en que quizá sea el año en que más unidos han estado todos.

Todo esto ayudará, seguro, a conseguir el que, ahora mismo, es su mayor sueño, que llegue un día en el que pueda vivir de lo que más le apasiona, jugar al fútbol, perteneciendo a la plantilla del primer equipo del Getafe CF. Ojalá y pase.