El derbi se lo lleva el Madrid ante un Getafe rebelde

Llegaba un nuevo año para los juveniles de Real Madrid y Getafe en el campo número siete de la Ciudad Real Madrid, pero esta ya era la jornada número diecisiete, los merengues buscaban el liderato y los azulones introducirse en el podio de la DH5

Echaba el balón a rodar sobre el verde, los blancos querían hacerse rápidamente con el dominio del esférico, algo a lo que el conjunto de Dani Poyatos nos tiene acostumbrados, atesoraban el balón y lo movían de un lado al otro, provocando el desgaste físico de los jugadores visitantes que en los primeros minutos sufrieron. Arribas lo intentaba en la primera del partido, y el diez sería el encargado de asistir desde el córner a su compañero Isma Armenteros que con un fantástico testarazo en el primer palo adelantaba a los madridistas, era el minuto once.

Tras el gol las sensaciones del encuentro cambiaron, el Getafe contó con dos grandes y claras ocasiones, especialmente una de Mario que se marcho desviada.

La balanza se igualaba y no dominaba ningún equipo, cabe señalar que eran los blancos quienes más tenían el balón entre sus pies, pero no lograban originar peligro, la férrea defensa azulones y sus posteriores contrataques eran un auténtico dolor de muelas para el Madrid, que veía como peligraba su ventaja en el marcador.

En el cuarenta y dos Mario optaría por disparar desde muy lejos, ya que observó adelantado al guardameta madridista, pero el lanzamiento se marchó rozando el larguero. Finalizaba el primer tramo con una enorme igualdad y con un Geta muy rebelde, que buscaba sin cesar el gol del empate.

Se reanudaba el juego, el guion no variaba y aunque Mariblanco movía fichas su equipo no lograba el objetivo del empate. Latasa se deshacía del portero y, cuando sólo restaba el lanzamiento a portería, el balón golpeaba en el pecho de un defensor azulón, evitando el segundo de los madridistas, lo que hubiese supuesto la sentencia del partido.

La entrada de Ebea, nuevo revulsivo de los visitantes, aportaba una chispa en ataque, aumentaban las ocasiones. Pero los merengues continuaban a lo suyo, no concedían mucho y cuando se plantaban en área rival todo apuntaba a que lograrían ejecutar la jugada ofensiva determinada, pero les faltaba un eficiente último pase.

En el minuto ochenta llegaría la oportunidad más clara de todo el partido, Ebea tras una gran floritura se plantaba ante Luis, mano a mano, sólo ante el guardameta, el quince azulón disparó, pero increíblemente el guardameta madrileño logró desviarlo, realizando la mejor parada de la jornada, sin duda.

El Getafe veía como se le escapaba la oportunidad de sacar petróleo de Valdebebas, pero el Real Madrid es un equipo al que si le perdonas lo acabas pagando.
Finalizaba el encuentro, los merengues se llevaban tres puntos que le catapultan a lo más alto de la tabla.

Ficha técnica