El Extremadura atasca al Real Valladolid, pero cae igualmente
El duelo entre próximos en la clasificación lo ganó un conjunto, el blanquivioleta, con más magia
Víctor y Poveda doblegan la voluntad extremeña con sendos tantos en el tramo final del encuentro
El Extremadura UD, que está jugando esta temporada a ser 'matagigantes' frustrado a domicilio, pues fuera de casa solo ha puntuado contra el Atlético de Madrid, estuvo cerca de volver a hacerlo en el hogar de otro de los de arriba, un Real Valladolid que evitó que fuera 'El Grinch' gracias a la magia de Víctor y la puntilla de Poveda. Aun sin jugar un gran partido, los blanquivioletas cumplieron a la hora de cerrar el año con un nuevo triunfo que le iguala en la tabla con el Rayo Vallecano.
Y no fue fácil; ni una mijita. Tocó sufrir, aguardar hasta bien entrado el segundo tiempo para que Los Anexos festejaran un gol, porque la intensidad mayúscula de los visitantes impidieron que llegara antes. No solo eso, sino que, con ella, con la presión alta y las fuertes disputas, casi siempre ganadas por ellos, los extremeños evitaron que los vallisoletanos se encontraran cómodos y tocaran el balón tal y como lo suelen hacer, como mínimo, cuando son anfitriones. En ese contexto, incluso se vio a un Pucela que tuvo que buscar salir en largo debido a que en corto faltaba la calma y la precisión de otros días.
De este modo, el escaso peligro que generó fue a través de Rafa por banda izquierda, siempre con espacios por delante y tratando de imponerse a Caco, con quien protagonizó el duelo del primer tiempo. Aunque el capitán lo intentó, sus arrancadas no fructificaron. Mientras, el Extremadura no generó peligro sobre la puerta del debutante Miguel, pero sí fue capaz de dominar territorialmente gracias a que su salida de balón era siempre en largo y cuando rival salía siempre cortaba tratando de evitar su fútbol habitual, incluso con faltas.
Al Real Valladolid le faltaba ser capaz de enlazar con su talentosa línea de atacantes, y poco a poco lo consiguió hacer gracias a la entrada de Adrián Carrión y a que uno de sus puntales, Víctor, entendió que el desatasco podía venir de sus botas. Debía venir de ellas. Y asi fue; el punta canario generó sinergias con Carrión y con quien quisiera conectar con él, se acercó a quien hiciera falta, como diciendo "tranquilo, dámela a mí", y su equipo comenzó a crecer.
El centro pasado de Dali en los minutos iniciales del segundo periodo fue una pequeña muestra de lo que los blanquivioletas pueden hacer, como si estuvieran enseñando los dientes. Sin embargo, sería el 'nueve' el que marcaría el uno a cero. Le llegó el esférico en las inmediaciones del área y se desasió con varios recortes hasta eliminar cualquier opositor amenazante, y entonces, golpeó duro y seco abajo antes de mirar a la cámara, como reivindicándose en la celebración.
Encontró en el objetivo un cómplice, un amigo, no necesitó que le dijeran "mira al pajarito", como buen canario, hizo 'pío pío'. Su trino ensordeció al Extremadura, que se quedó sin recursos cuando se quedó con diez por la expulsión de Samed. Más que al postureo, atendió a sus compañeros cuando buscó conectar con ellos en busca del segundo, ya con espacios, cuando el rival, con más corazón que cabeza, intentó intentar empatar. Un tímido disparo abajo fue su escaso bagaje.
Entretanto, el Real Valladolid quiso demostrar que el único puesto que le distancia de su rival es un mundo en realidad. Si diez puntos no lo son, bien lo parecen, aunque lo que el marcador reflejó fue un dos a cero. Llegó casi con el tiempo cumplido, con el reloj corriendo más allá del noventa, y por el costado izquierdo, por el que galopó Víctor Poveda desde el lateral para sentenciar y que su hermano gemelo, Óscar, futbolista del Valencia de División de Honor, sonriera en la grada.
Con él lo hicieron los en torno a cien espectadores que asistieron al último encuentro de la División de Honor en este 2018 en Los Anexos. A buen seguro sonreirían más al saber del tropiezo del Rayo Vallecano, que permite que el Pucela iguale a los de la franja en la tabla. El Extremadura, pese a la derrota, podrá sonreír también: seguramente caer le parezca un pobre bagaje, pero compitió tanto que lo normal es que a la larga continúe en una posición cómoda. Quién sabe si, como ahora, siendo revelación.
Ficha del partido
* Foto: Sergio Borja | Blanquivioletas