La zurda de Maroto le da tres dificilísimos puntos al Valladolid

Las temperaturas están bajando, y pudimos notarlo todos en el Amelia del Castillo. A pesar de que comenzó a las cuatro de la tarde, el frío se sentía en las gradas, y no tardaría en hacerlo en el terreno de juego, pues apenas tres minutos le hicieron falta a los locales para demostrar que son un equipo temible por alto. Una gran jugada de Ismael en banda izquierda le otorgó el espacio suficiente para colgar un gran balón al primer palo, donde esperaba Gorce para enfriar más si cabe al equipo de Julio Baptista. 

Pero si algo caracteriza a los grandes equipos es que jamás pierden su plan de juego, a pesar de recibir jarros de agua congelada como el gol que encajaron en menos de 5 minutos. El Valladolid no bajó ni un segundo la cabeza, pareció no inmutarle el gol, y continuó con su plan, dominando el centro del campo y la posesión, aprovechando la superioridad técnica que tienen ante casi cualquier rival. Y es que no son solo nombres lo que hace a este Pucela favorito en su grupo, este equipo tiene talento, y Maroto es uno de sus jugadores más dotados en este aspecto. Tras una gran jugada combinatoria por el centro del campo Amir acabó cometiendo una falta clara, siendo amonestado en el acto. 

Y comenzó el show de Maroto. Desde una distancia y colocación perfectas para el disparo directo de un zurdo, Maroto demostró que es un auténtico peligro a balón parado, y clavó el esférico en la escuadra izquierda de la meta loca, calentando el ambiente del partido, que en apenas trece minutos nos había regalado dos grandes goles. Y no tardaría en repetir, pues tras unos minutos en los que el Pinto fue capaz de cerrarse, comenzaron a aparecer los laterales visitantes, e Iker Pérez, el lateral derecho blanquivioleta, dejó pasar espectacularmente el balón, facilitando que Adri entonces sorprendiera a la zaga local apareciendo al borde del área, y colgara un centro que sin embargo no cogió altura. Aun así, el despeje de la defensa no fue del todo bueno, y Maroto apareció en segunda línea para cruzar el balón al primer palo con una facilidad pasmosa.

Ambos equipos habían sufrido golpes consecutivamente, y siguieron compitiendo sin dejar que les afectase, regalándonos un gran partido, muy disputado y con ocasiones para ambos. La segunda parte comenzaba igual, con ambos equipos atacando al rival constantemente con sus armas, el Pinto buscando el juego aéreo, y el Valladolid las combinaciones fulgurantes que son capaces de encadenar. Y si el resultado se mantuvo los siguientes 45 minutos fue en parte gracias a ambos porteros, que realizaron dos paradas de un enorme mérito. 

Carlos, el meta del Pinto, sacó una mano milagrosa a un remate de Arroyo a bocajarro, que recibió un centro completamente desmarcado en el área pequeña tras una jugada antológica de Adri, que realizó un control orientado espectacular, dejando a Ismael sin opción para detener el pase, que realizó de manera perfecta. El Pinto no desistió, y buscó aprovechar esa vida extra que su portero le había regalado, dejando a Beltrán descolgado como 9. 

En la misma posición desde la que Maroto convirtió su lanzamiento, otro zurdo iba a tratar empatar de nuevo el encuentro. Ismael buscó la misma escuadra, pero Aceves estuvo muy atento para despejar a mano cambiada el buen disparo del lateral zurdo, al que sin embargo le faltó algo de potencia en comparación con el de su rival. 

Finalmente, el Valladolid fue capaz de resistir los balones aéreos que lanzaron en los últimos minutos los de David Samaniego, buscando de nuevo al pichichi Beltrán, y logró una importante y meritoria victoria en uno de los campos más complicados actualmente en la división de honor. 

Ficha técnica