EL FUENLABRADA PERMANECE EN DIVISIÓN DE HONOR

"Luchar hasta el final": el lema de un Fuenlabrada que permanece en División de Honor

Cargando...

El Fuenlabrada acababa el curso consiguiendo la permanencia en su último partido, en una temporada donde ha sabido sobreponerse a las adversidades.

xxxxxxxxxx

Fotografía del C.F. Fuenlabrada S.A.D.

El Fuenlabrada aterrizaba en División de Honor tras haberse clasificado en la pasada temporada. Sin necesidad de play-off, los azules, entonces liderados por Mario Otero, conseguían hacerse un hueco en la categoría durante la primera fase de Liga Nacional. 

Los nuevos llegaban pisando fuerte y vencían por uno a dos a la Gimnástica Segoviana en su estreno. No se trataba de la suerte del principiante, pues lo mismo sucedía en la segunda jornada, recibiendo en La Aldehuela al Badajoz, con una victoria por uno a cero. No obstante, el peso de la competición se hacía latente con la primera derrota, ante el Rayo Vallecano. 

El conjunto azulón se presentaba como un novel duro de pelar, un intocable en casa que pretendía mantener la dinámica de imbatibilidad en su feudo, hazaña que consiguió en su paso por Liga Nacional durante toda la temporada. Pero esa imbatibilidad solo podría ser sostenida hasta la jornada 14, donde finalmente caía ante un potente Leganés por cero a tres. Tras ello, el Fuenlabrada salía a La Canaleja a recuperar buenas sensaciones, y lo hacía venciendo por uno a dos al Trival Valderas. Sin embargo, este sería, por un tiempo, el último encuentro donde los kirikos se alzasen campeones. Así, una racha sin victorias acechaba a los del sur de Madrid, llevándoles a estar en los puestos de descenso. 

Asimismo, la plantilla se vio obligada a adaptarse a circunstancias adversas con el cambio de líder. Los caminos entre Mario Otero, el artífice del ascenso, y su equipo, se separaban tras la vigesimoséptima jornada. Así, los jugadores se quedaban a los mandos de Aitor García, con siete partidos por delante en los que la agonía se acrecentaba cada fin de semana. La goleada al Flecha Negra les hacía resurgir como el ave fénix, pero las derrotas ante el Real Madrid y el Leganés, suponían una piedra en el camino de la permanencia. 

El final de la temporada se iba acercando pero nada estaba claro entre Badajoz, Burgos y Fuenlabrada, quienes peleaban con uñas y dientes por salir de la zona de peligro. Un fallo de cualquiera de ellos, obligaba a los otros dos a sumar los tres puntos. 

Llegó la jornada 44, la última. El Fuenlabrada se posicionaba undécimo, con el Burgos a un punto y el Badajoz a tres. Los madrileños se lo jugaban todo en una jornada unificada donde tenían la obligación de ganar, o al menos empatar y que uno de sus rivales no sumase. Así ocurría: el Burgos caía por cinco a cero frente al Alcorcón. El Fuenlabrada tenía que aprovechar la coyuntura, pero era el minuto 85 y perdía por dos a cero. Así, cuando los vallisoletanos creían sumar una nueva victoria a su cuenta, el Fuenlabrada sacaba fuerzas: en tan solo dos minutos, los fuenlabreños plantaban cara al Valladolid empatando el encuentro. Las botas de Guille Macho golpeaban con precisión dos tantos de falta directa y hacían devolver la ilusión a un Fuenlabrada que ha luchado hasta el último minuto. Y el mejor ejemplo de ello es la salvación. 

Con la suma de diez victorias, once derrotas y trece empates, los kirikos cierran este curso manteniéndose en la categoría. Las tareas están bien hechas y la calificación es sobresaliente. El trabajo realizado por este equipo deja el listón muy alto a los que vendrán a ocupar su lugar. Mientras tanto, las puertas de La Aldehuela se cierran y despiden a jugadores que dejan de ser juveniles para empezar una nueva etapa, aguardando recibir a nuevas promesas que, gracias a sus antecesores, podrán seguir disfrutando un año más de División de Honor.