Cuando tu objetivo es llegar al Coliseum
En la ronda de presentaciones, esta semana le toca el turno a Adrián Romero, central del Getafe CF en División de Honor. Con el número 4 a la espalda cada fin de semana, lleva dedicándose al fútbol desde que aterrizó en la Ciudad Deportiva hace 12 años. Si queréis conocer un poco más sobre él, no dejéis de leer y descubrir a un gran jugador.
Decía Maslow en su teoría sobre las siete necesidades humanas que el cuarto punto es el respeto, que los demás valoren lo que hacemos, nuestras decisiones, aunque nos equivoquemos.
De esto podría hablar muy bien Adrián Romero, nuestro protagonista de hoy. Central en el Getafe CF de la División de Honor Juvenil, decidió que lo suyo era el fútbol cuando le regalaron su primer balón siendo todavía un niño pequeño. Tanto le gustó que iba a todos lados con él, hasta que hace 12 años, cuando tenía sólo siete, aterrizó en las categorías inferiores del Getafe. Y hasta hoy.
Con el número 4 a la espalda cada fin de semana, si en algún momento no se dedicara al fútbol, estoy segura de que sería policía. Las ganas, la constancia, la dedicación y el esfuerzo diario son características que forman parte de nuestro central y que, a su vez, son muy importantes para poder dedicarse a una profesión así.
Entrenan cada día por las mañanas, de lunes a viernes, y los fines de semana tienen partidos, algunos fuera de Madrid. Poco tiempo libre le queda, pero, cuando puede disfrutar de algún momento fuera de los terrenos de juego, le encanta pasarlo con su familia y sus amigos.
Del deporte rey ha aprendido que hay que ser constante y no rendirse nunca. La vida da muchas vueltas y no siempre te va a llevar por donde tú quieres o por el camino más fácil, por lo que hay que ser humilde, tener siempre los pies en el suelo, y trabajar a diario con una gran capacidad de sacrificio.
Es muy lógico en deportistas como Adri, que llevan dedicándose al fútbol desde bien pequeños, tener un referente o persona de este mundo en la que fijarse y a la que querer parecerse. En el caso del dorsal 4 azulón, su referente es Busquets, al que considera un jugador espectacular y al que le gustaría parecerse profesionalmente.
Aunque el equipo tuvo un bache terminando la primera vuelta de la temporada, el parón navideño ha servido a Adri y a sus compañeros para esforzarse y volver completamente renovados. Si uno acude a uno de sus partidos en la Ciudad Deportiva de Getafe se da cuenta al minuto de todo lo que han evolucionado y de que el juego y el trabajo en equipo funciona ahora a la perfección.
En el terreno de juego es una persona tranquila y con las ideas muy claras pero, fuera de él, es una persona alegre y es muy complicado no verle sonriendo en algún momento.
Llevar dedicándose al fútbol desde hace 12 años deja multitud de recuerdos en la mente de cualquier persona. En el caso de Adri, su mejor recuerdo es cuando consiguió ganar la liga en la categoría infantil junto a sus compañeros, de los cuales algunos han llegado a convertirse en sus mejores amigos.
Multitud de partidos, millones de recuerdos, infinidad de jugadas y, de vez en cuando, algún gol. Estoy segura de que, si Adri tuviera que elegir a quién dedicarle su próximo gol, éste iría sin duda hacia su abuela.
Getafeño y getafense desde que empezó a darle patadas a un balón, para nuestro protagonista de hoy es un orgullo formar parte del club de la ciudad donde vive, después de haber ido a verles desde bien pequeño. El objetivo de todos es llegar algún día al filial del equipo azulón, lo que para Adri sería una verdadera ilusión, ya que supondría un gran paso en su carrera como futbolista y para lo que ya se ve preparado.
Todo aquel futbolista que diga que no tiene al menos una pequeña manía a la hora de saltar al terreno de juego, oculta parte de verdad. Acercarse a cualquier persona que conoce bien a este central supone saber que siempre entra al campo con el pie derecho y rezando para que todo vaya bien en el partido que esté a punto de disputar.
Con los tres primeros equipos de la tabla a bastantes puntos de distancia del Getafe, el objetivo del equipo es asegurarse la cuarta plaza, por delante del Valladolid y el Rayo Majadahonda. Entre todos forman un vestuario donde hay un ambiente inmejorable y donde todos se llevan a las mil maravillas. ¿Quieres comprobarlo? Acércate un día a la Ciudad Deportiva y entre la disciplina y el buen trabajo de los entrenamientos vas a descubrir lo que es un equipo unido de verdad, entre ellos y con el cuerpo técnico.
Al mando del equipo está Iván Ruiz, al que tanto Adri como el resto de sus compañeros consideran un entrenador de altura, que sabe tratar con todos los jugadores y decir las cosas como son, tanto las buenas como las malas. Y así es como verdaderamente se aprende, porque también hay que ser capaz de hacer autocríttica y reconocer cuando uno se equivoca o no hace las cosas bien. Antes de cada partido trata de inculcar a sus chicos que salgan al campo trabajando como lo han hecho a lo largo de toda la semana, con lo que conseguirán estar más cerca de la victoria.
Le habría gustado trabajar en algún momento con Luis Aragonés, pero el verdadero sueño de este central es llegar algún día a jugar con el primer equipo azulón en el Coliseum Alfonso Pérez. Con un tremendo futuro por delante, no hay duda de que esa llamada llegará algún día.