Real Madrid y Real Valladolid ponen su ilusión frente a frente

Este domingo a partir de las 19:00 horas Valdebebas acoge uno de los mejores partidos que el Grupo V de División de Honor puede celebrar, en toda la extensión del término, en la actualidad. Porque si el fútbol de por sí es un festejo tal que días atrás hizo saltar un enorme charco a miles de argentinos, solo de esa manera se puede considerar un Real Madrid - Real Valladolid hoy por hoy. No es que se pueda ni se deba comparar aquello con esto, pero qué duda cabe que, en su mayor humildad y ternura, el choque entre el conjunto merengue y el blanquivioleta será una cita bonita.

El cuadro de Dani Poyatos mantiene la estela del Atlético de Madrid y el sueño de arrebatarle el que sería su segundo título consecutivo. Después del tropiezo frente al Aravaca acumula siete jornadas sin perder, en las que el colchonero fue el único equipo capaz de evitar que sumara los tres puntos. Pero no solo eso: a los 19 puntos de 21 hay que añadirle un ratio ofensivo que asusta, puesto que ha marcado 24 goles y solo ha recibido uno, ante el líder.

Sus 41 unidades actuales le permitirían liderar todos los grupos de la División de Honor salvo el andaluz, gobernado por el Sevilla con 46 puntos, y ser, junto al Betis, el mejor segundo de España. Junto a ello, sus 52 tantos le convierten en el segundo mejor ataque del país (el Sporting lleva uno más) y su puerta es la tercera mejor defendida, con 9 perforaciones, por las 6 de la UD Las Palmas y las 7 del Atleti, de tal manera que podría decirse que si el Real Madrid no ocupa la primera plaza es simple y llanamente porque su vecino y rival está a un nivel incluso más estratosférico.

Contra todo esto va a pelear el Pucela, aun a sabiendas de que nadie gana en Valdebebas desde hace más de tres años, desde que lo hiciera el Rayo Vallecano campeón en noviembre de 2015. Los vallisoletanos tendrán el recuerdo el encuentro de la primera vuelta, en el que perdieron a pesar de que no fueron inferiores, y en el que Baeza, Rodrigo, Pedro y Altube, excompañero de varios de los blanquivioletas, les amargaron la mañana.

Sucede que desde entonces el plantel que dirige Javier Baraja ha crecido en volumen de juego, sensaciones y resultados. Así, viajará a Madrid siendo el segundo equipo más en forma después del Atleti, tras obtener 22 de los últimos 24 puntos puestos en liza, que le han hecho ascender como la espuma hasta una cuarta plaza en la que está completamente asentado y amenazar la tercera de un Rayo que empata con Racing de Santander y Granada como el mejor tercero, condición que da derecho a la Copa del Rey.

Aunque el técnico vallisoletano llama a la calma; no niega la ilusión que supondría auparse al podio, con o sin Copa, si bien piensa primero en seguir dando una buena imagen y competir contra todo un Real Madrid. Y es que por alejado que esté en cifras goleadoras de los de Poyatos, el Real Valladolid sigue contando con futbolistas de la talla de Dalisson, Víctor u Óscar que pueden causar más de un disgusto a toda zaga que se les poga por delante, además de tener también una defensa que encaja poco (la tercera que menos).

No en vano, tres de sus jugadores han debutado ya en la Segunda B, el citado Víctor y sus dos ghaneses, Saeed y Baba, el primero, ausente en la ida, y el segundo, en un momento de forma distante del que vive en la actualidad, tras convertirse en uno de los mediocentros más dominadores de la categoría. Su batalla con Baeza por mandar en esta parcela se prevé de una división superior. A mayores, los blanquivioletas podrían contar de nuevo con una de las revelaciones de las últimas jornadas, un Adrián Carrión que ha irrumpido con fuerza con una calidad tal que debería ser tenido en cuenta por Dani Poyatos.

Con todo, alicientes hay de sobra para no perderse el partido que cerrará la jornada y al que el resto de equipos de cabeza mirarán por sus intereses, pero que ningún aficionado del buen fútbol debería perderse. Las cámaras de Real Madrid Televisión permitirán que no lo haga nadie que desee disfrutar de una nueva gran fiesta juvenil pagana.