Tony: “Me fui del Rayo porque hiciera lo que hiciera no iba a jugar”
Vino casi a mitad de la temporada procedente del Rayo Vallecano y se convirtió rápidamente en uno de los fijos de Bardera
¿En qué clubes has jugado anteriormente?
Mis primeros años jugando al fútbol fue en la Fundación del Rayo Vallecano, donde tendría unos ocho o nueve años. Luego siendo infantil de primer año me fui a jugar al Sitio de Aranjuez, donde permanecí dos años. En cadete de primer año firmé por el Atlético de Pinto, donde volví a jugar dos años más. Y siendo juvenil de primer año fiché por el Rayo Vallecano, donde estuve en Juvenil C, Juvenil B, y dos meses en el Juvenil A.
El año pasado jugaste en el Rayo Vallecano B en Autonómica. ¿Qué tal fue la temporada?
La verdad que conté con muchísimos minutos y donde lo jugué todo de titular prácticamente, pero la liga era demasiado fácil, y a mitad de temporada prácticamente ni queríamos jugar los partidos (risas).
Pasaste al Rayo Vallecano A para jugar en División de Honor. Jugaste 3 partidos. ¿Qué tal? ¿Cómo te viste?
Si te soy sincero, sí que es verdad que en los partidos a lo mejor no estuve a mi mejor nivel, pero en los entrenamientos yo entrenaba como de los mejores. Y ese fue uno de los motivos que me impulsó a irme. El que yo entrenara y no se compensara como era justo me hacía que supiese que, hiciera lo que hiciera, no iba a jugar.
Sin embargo, veías que algo no terminaba de estar todo bien. ¿Qué pasó?
Pues al final era eso. El que yo entrenara como uno de los mejores y el entrenador no me pusiera. Yo ya sabía lo que había. Entonces ir a entrenar era como para hacernos más fuertes sabiendo quien iba a jugar desde el lunes. Y eso desmotiva a los jugadores. Que sabiendo que hiciésemos lo que hiciésemos no íbamos a jugar.
En ese momento, ¿apareció el Adarve o tuviste alguna opción más? ¿Por qué elegiste Adarve?
El mismo día que fui a entrenar a Adarve, tenía en contacto al Móstoles para ir a entrenar también. Pero Iker fue quien me llamó, y fue quien dio la cara por mí diciendo que fuera a Adarve porque era bueno. Le estoy muy agradecido a él y al cuerpo técnico que se fio de la palabra de Iker.
Llegaste al equipo pero te tocó esperar hasta el partido del Rayo Majadahonda.¿Cómo sobrellevaste la espera?
La verdad que estaba muy nervioso (risas), porque yo veía que pasaban las semanas y que no firmaba la ficha. Sí que es verdad que fueron unas semanitas que, aunque estuve muy a gusto en los entrenamientos, lo que yo quería realmente era competir.
Has jugado doce partidos y nueve como titular. No parece que te llevara mucho tiempo adaptarte, ¿no?
La verdad que en Adarve he encontrado una familia. Mis compañeros han sido majísimos conmigo desde el primer día que llegué. Todos me arrimaron el hombro y estoy muy agradecido por ello. Y bueno, creo que eso también se debe a los entrenamientos, ya que si entrenas bien, los entrenadores lo compensan con minutos. Y también contento por el cuerpo técnico que me ha dado más minutos de los que yo pensaba que podía tener.
¿Cuál dirías que es tu punto fuerte como jugador?
Creo que mi fuerte es el uno contra uno. Me considero un buen jugador regateando. Creo que lo que mejor se me da es regatear.
Entre extremo o mediapunta, ¿con qué posición te quedas?
Prefiero mediapunta. Intervengo más en el juego y, como la finalización la tengo escasa, prefiero ser un jugador que de él último pase (risas).
De estos partidos, ¿con cuál te quedarías como el mejor que has hecho?
¿El mejor? Creo que el partido contra la Cultural Leonesa, tanto mío como del equipo. Supimos echarle cara al partido y remontar un uno a cero en la segunda parte que no era nada fácil.
Imagino que el peor partido fue ante el Badajoz. Saliste desde el banquillo y jugaste 23 minutos porque recibiste dos amarillas. ¿Qué se te pasaba por la cabeza en el viaje de vuelta?
No pensé. Subí al bus y me eché a dormir. Luego al llegar a Madrid me sentía fatal porque, a lo mejor, si no me hubieran echado no hubiéramos terminado el partido así.
Un gol en la liga. Pero vaya golazo desde casi el centro del campo. ¿Te llegaste a poner algún objetivo para la temporada?
La verdad que no. Mi objetivo siempre es jugar todo lo posible para ayudar al equipo en todo lo que sea necesario.
¿Cómo viviste el último partido de la primera fase ante el Majadahonda?
Es una sensación fantástica. Necesitábamos ganar para clasificarnos a la fase de ascenso. Y el haberles ganado, en su campo, con nuestra gente y todo… Yo creo que fue el partido más especial.
En esta segunda fase os convertís en el primer equipo que vence en León. ¿Cómo viste al equipo?
Creo que desde el primer minuto estábamos bien. Nos metieron gol pero aun así éramos los que dominábamos el partido. Tiramos más y supimos tener mejor el balón. Al final creo que lo más justo fue que ganáramos.
Sin embargo, lleváis dos derrotas seguidas por el mismo resultado y con las mismas sensaciones. Empezáis ganando y os remontan del minuto 80 en adelante. ¿Por qué crees que os está pasando esto?
Creo que es por dar el partido por resuelto. A lo mejor vemos que en el minuto 75 vamos uno a cero y nos pensamos que ya hemos ganado, cuando en realidad quedan 15 minutos muy importantes. Al final ha sido donde nos han remontado los partidos.
Eres de los que más kilómetros recorres para ir a Ganapanes. ¿El sacrificio compensa?
Desde chiquitito siempre me ha tocado hacer muchos kilómetros para ir a cualquier campo a entrenar o a jugar un partido. Al final estoy acostumbrado, pero sí. Sí merece la pena, porque para mí el fútbol es lo mejor.
Hablando de eso… ¿Qué tal llevaste sacar el coche del parking con Filomena?
Pues menos mal que me ayudaron mis compañeros. Si no llega a ser por Pica, Mario, etc, el coche no lo hubiera sacado. Había muchísima nieve, pero hicimos dos caminitos para las ruedas y como nuevo. Menos mal que estaban mis compañeros porque el cuerpo técnico se le dio de bien mirar...
Y ahora, las preguntas del vestuario: “¿Por qué cuando vienes a los entrenamientos no te callas? ¿No tienes con quien hablar en tu pueblo?”
Porque Iker y Sánchez no paran de hablarme los pesados. La verdad que somos pocos en mi pueblo y cuando llego a Madrid es como uno nuevo mundo.
“¿Por qué te llamamos Piolín?”
Pues la verdad que el mote me lo puso Sánchez y sigo sin saber por qué es (risas).
¿Qué tiene tu fondo de pantalla del móvil del que tanto habla la gente?
Cositas…
Tony, a fondo
Ídolo futbolístico: Messi
Estadio donde jugar algún día: Wanda Metropolitano
Un equipo: F.C. Barcelona
Un sueño: Ser futbolista
Un himno: El de España
Un entrenador: Pep Guardiola
Una canción antes del partido: No soy de música antes de los partidos
Foto principal: Iván Álvarez