Mucho humo y pocas llamas
Ha jugado 14 años en la NBA. Ha ganado un anillo con los Dallas Mavericks. Ha disputado 831 partidos en la mejor competición del planeta, algo solo al alcance de jugadores con muchas cualidades. Pero toda esa grandeza ha sido dilapidada con una decisión injusta, egoísta y tartufa. José Juan Barea se ha ido del Estudiantes por la puerta de atrás.