En la temporada 98/99 un grupo de futbolistas de la Comunidad de Madrid se juntaron para jugar en el CD Sigüenza. Un modesto equipo alcarreño que buscaba lograr un éxito deportivo a la altura de la belleza de su pueblo y alrededores. Si alguna vez me pierdo y me queréis encontrar, buscad por aquellos lares.
El Internacional de Madrid-Boadilla nos abre su vestuario y sus instalaciones para poder mostrar una jornada de trabajo en un equipo de Tercera División. Jugadores aficionados con un amor irracional por el fútbol que son capaces de entrenar a las nueve de la noche, con frío, lluvia... Y después de una jornada de trabajo o estudios con los que ganarse la vida.
Vivimos con Pablo López y su equipo un entrenamiento completo. Es jueves por la noche y el cielo jarrea en este extraño otoño; pero ni el cansancio ni la lluvia impide a este grupo de jugadores disfrutar de una pasión: el fútbol.
