Mis chicos
Quizá sea porque estoy en el grupo de los que ganan poco, pero siempre he pensado que en esta vida hay algo mucho más importante que ganar: conmover, remover, contagiar pasión. Eso es lo que está haciendo un equipo legendario que se resiste a la rendición. Escribimos estas líneas antes del desenlace y sin saber si será consumada una de las mayores hazañas de la historia del baloncesto europeo. Pero esa historia ya está escrita.