Arriba las palmas
Salvación virtual
El Leganés pasa por encima de Las Palmas y vence ocho partidos después. A falta de doce puntos por disputarse, los pepineros aventajan en seis al descenso. Esta victoria del Lega, sumada a la derrota de Osasuna, manda a los rojillos a Segunda División.
Era un partido en el que el Leganés estaba obligado a ganar y no falló. Salió todo redondo. Goleada, portería a cero y dos puntos más de diferencia con respecto al descenso. Nada condicionó al equipo como en encuentros anteriores. La mala dinámica y las decisiones arbitrales quedaron a un lado, dando paso a un equipo que en el día de hoy tenía las cosas muy muy claras.
Garitano no tocó mucho el once titular con respecto al partido anterior; lo más destacado fueron los regresos de El Zhar, Machís y Diego Rico (los dos primeros suplentes y el segundo titular) y la todavía ausencia de Szymanowski. En lo táctico, apostó de nuevo por los dos nueves como titulares, aunque no jugando como teóricos delanteros centros, sino que al igual que en Villarreal, uno de ellos, Luciano, jugó de extremo zurdo. Y por último, al ser el segundo partido en una semana de tres encuentros, el preparador vasco dio descanso a Erik Morán poniendo como titular a Timor. Lo que supuso: Herrerín de portero, Tito, Martín, Siovas y Rico los defensas, Rubén, Timor y Gabriel los medios y Samuel, Luciano y Guerrero los jugadores más adelantados.
El inicio de partido, como todos los disputados en Butarque hasta el momento, fue enérgico y con un ritmo trepidante por parte del Leganés. Tanto la presión alta como la actitud positiva de los de Garitano, hicieron que el campo se volcase hacia la portería amarilla. Enfrente, Quique Setién sacó un equipo totalmente alternativo debido a la gran cantidad de bajas que tenía para el partido de hoy. Con tanto jugador no habitual en el once, el equipo lo acusó y sus hombres tardaron en sentirse cómodos sobre el verde. Entre el empuje de la afición blanquiazul, la disposición de los jugadores, los pío pío apenas salían de su campo en los primeros minutos.
No tardaron en llegar las ocasiones. La primera fue de Samuel que, a los cinco minutos remató dentro del área a la izquierda de la portería canaria. Butarque, que estaba todavía con el uuuy en la boca de la ocasión del extremo, vio como Diego Rico, un par de jugadas después, hacía temblar la portería de Las Palmas con un zurdazo al larguero. El defensa burgalés, una de las revelaciones de este año en Primera División, tras una jugada personal, avanzó metros y viendo que le dejaban hueco, armó el disparo.
Entre una ocasión y otra, tuvo lugar la protesta promovida por la Federación de peñas del CD Leganés contra "las injusticias arbitrales" en el minuto doce de partido, todo el estadio comenzó a silbar y a agitar lo que tuviese en la mano en ese momento: bolsas de plástico, pañuelos... Antes del descanso, el Leganés volvería a acercarse al gol. Primero Luciano con un remate desviado a la izquierda de Javi Varas y luego Gabriel que centró raso al área pero no encontró rematador.
Tras el paso por vestuarios llegarían los minutos claves del partido. En el 55, Javi Varas no acertó en el pase y se la entregó a Guerreo que asistió a Luciano para que, a puerta vacía marcase el primero de la noche. Tres minutos después, otro fallo en la defensa amarilla, esta vez un mal despeje de Helder le cae a Guerrero que regatea a Varas y marca a placer. No acabaría ahí la cosa; tan solo una jugada después del segundo gol, el Leganés llegaba de nuevo al balcón del área: Luciano encaró a Lemos y superó al uruguayo en velocidad, el central amarillo le metió la pierna torpemente y provocó penalti. El propio Luciano no falló desde los once metros.
Los errores del conjunto insular que en la primera parte supusieron los uuuy en la grada, en esta segunda se convirtieron en goles en contra. El Leganés avisó en el primer periodo y en el segundo fue cuando hizo daño de verdad. Pese a que Las Palmas tenía la pelota, no creaba apenas ocasiones de gol, eso sí, dejaban muchos huecos a la espalda de los centrales, llevando la defensa muchos metros para arriba, que fue por donde los pepineros encontraban hueco para atacar. Pases filtrados de Gabriel o conducciones de los extremos hicieron auténticos destrozos en la defensa amarilla.
A partir de aquí, solo disfrute. Por parte de Butarque, de los jugadores, del entrenador. Las cosas volvían a salir tras ocho partidos sin ganar y cuatro derrotas consecutivas. El Leganés, por fin, deja atrás una mala racha marcada por la polémica arbitral y por la falta de gol en ciertos partidos. Pero bueno, lo hecho, hecho está y ahora el equipo pepinero puede respirar con tranquilidad y decir eso de "salvación virtual". Merecido lo tienen Garitano y los suyos.