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No era, ni mucho menos, el mejor momento para que el Club Deportivo Leganés visitase el Bernabéu por primera vez. Inmerso en la peor racha en lo que va de temporada y apenas a un punto de caer al descenso, los hombres de Garitano lograron competir ante todo un Real Madrid que llegaba a la matinal de domingo con más ganas de vencer que nunca tras lo visto en Varsovia el miércoles. Pese a todo, y como reconoció el capitán Mantovani en zona mixta, el Lega se fue del coliseo blanco con una "sensación agridulce, hicimos cosas buenas en defensa, pero en ataque nos faltó velocidad con el balón."

Durante la semana, Garitano había probado dos equipos titulares. Por un lado, uno con 5 defensas, el habitual durante el inicio de temporada pero que hace ya unas cuantas jornadas que no pone en práctica. Por otro lado, el  1-4-2-3-1 más usado últimamente pero introduciendo un par de jugadores "suplentes" por línea. Se decantó por este segundo once, y precisamente, esos hombres que entraron fueron: Insua como central junto a Mantovani, Bustinza en el lateral derecho, Alberto Martín en el doble pivote al lado de Rubén Pérez, Unai López en la zona de mediaspuntas y a Machís como referencia ofensiva. Por tanto, se caían del último once: Víctor Díaz, Timor, Omar y Guerrero.

Pese a que algunos hombres variaron, la idea fue la de todos los días. Equipo junto y ordenado, con un bloque de presión medio-bajo, más o menos situando al delantero en al divisoria, y confiando las jugadas de ataque a las transiciones ofensivas que protagonizasen Szymanowski, Gabriel y Machís. Como ya es sabido, la estrategia defensiva colectiva le funcionó al Leganés. Frustró todos y cada uno de los ataques del Real Madrid hasta casi cinco minutos antes del descanso, cuando fue Bale el primero en encontrar soluciones al entramado defensivo que había propuesto Garitano. Una vez anotado el primero y abierta la lata, el segundo tanto tardó menos en llegar. Un par de jugadas después, Bale volvía a marcar, y también tras otro rebote.

Como se suele decir, gol psicológico el que encajó el Leganés. Justo antes del descanso y sin tiempo para reaccionar, el equipo de Garitano se iba al vestuario con un marcador engañoso. El 0-2 no reflejaba lo que se había visto en los primeros 45 minutos. No hay mejor forma de explicarlo que citando las palabras del entrenador vasco en la rueda de prensa previa: "parece que no hacen nada, miras el marcador y tres a cero." Sí, dijo tres. Aunque el tercero tardó en llegar. Fue al final y cuando el partido ya no tenía mucha historia.

Con la mentalidad de muy poco que perder pero con mucho que demostrar, salió el Lega en la segunda parte. Asier también lo tenía claro y su segundo cambio fue una declaración de intenciones: dentro Luciano (delantero) por Rubén (medio). Algún acercamiento que otro tuvo el equipo pepinero pero quedó en eso, meros acercamientos. La única ocasión clara la tuvo Álex tras un balón a la espalda de la defensa que pudo encarar el argentino a Navas, a lo que el costarricense respondió con una buena mano.

Queda, pues, explicada la frase de Mantovani al inicio, la de las sensaciones agridulces. La de que pese a estar en un momento malísimo, el equipo dio la cara en defensa y dejó en blanco a todo un Real Madrid durante 40 minutos. Que pese a pisar por primera vez en su historia el Bernabéu no le temblaron las piernas a ningún futbolista pepinero, los que ya saben de sobra de que va esto de la Primera división y que esta experiencia ayudará a equipo y club a la hora de afrontar lo que venga, porque no se juega todos los días en el campo del Real Madrid.

¿El futuro más próximo del Leganés? -Una semana sin competición debido al parón de selecciones donde buscarán recuperarse y descansar para llegar en las mejores condiciones posibles a la final del lunes 21 contra CA Osasuna.