El Coruxo empuja al Navalcarnero hacia el descenso
El conjunto de Fran Garrido pagó su mal inicio de encuentro en tierras gallegas y suma su segunda derrota consecutiva lejos del Mariano González. El próximo domingo, ante el Rápido de Bouzas, duelo directo por la salvación.
En solo 28 minutos la visita del Navalcarnero a Coruxo mutó en pesadilla. Dos goles de los gallegos (Samanes y Mateo) junto a la expulsión de Carlos García por doble amarilla acabaron con cualquier opción de rascar algo en el primer partido de la segunda vuelta. El empeño de Joaquín Cerdá en la segunda mitad fue insuficiente. Al Barquito se le atragantan las salidas. Lejos de su zona de confort, el Mariano González, muestra una cara muy distinta. Se vio en San Sebastián de los Reyes y, ahora, en tierras gallegas. El descenso vuelve a ser una realidad.
Fran Garrido planteó el encuentro de este domingo a la defensiva. Cinco zagueros y dos pivotes. Joya y Carlos García compartían por primera vez la medular, hasta que el ex del Leganés fue enviado a la ducha. Contaba con una tarjeta y, en una acción inocente, se fue al suelo en el área rival tras la salida de Alberto, guardameta del Coruxo. El colegiado no se lo pensó y le mostró la roja.
Antes, los rojiblancos ya habían observado cómo el conjunto gallego tomaba distancias en el marcador por partida doble. Samanes, con un disparo desde la frontal, y Mateo algo más cerca, tumbaban el plan inicial de un Navalcarnero que tenía como objetivo principal mantener la portería a cero. Sucedió todo lo contrario. Con la desventaja de dos goles y con un jugador menos, el técnico rojiblanco cambió el plan. Ya no quedaba nada que perder. Ariel, que también tenía tarjeta, fue sustituido en el minuto 32 por Cifo. Vuelta a los cuatro defensas.
La entrada de David del Pozo mejoró a un conjunto madrileño que, a pesar de la inferioridad numérica, buscó la machada. Y tuvo que aparecer el de siempre: Joaquín Cerdá. Controló una pelota dividida muy lejos del área, regateó, se benefició del rechace y empaló el balón al fondo de la portería de Alberto. El Navalcarnero se lo creía. Restaba casi toda la segunda mitad y el Coruxo renunciaba al ataque a pesar de contar con un jugador más.
Si Joaquín es un pilar en el equipo rojiblanco, también lo es Diego Conde. Un seguro de vida bajo palos. Una doble parada a Manu Justo siguió engordando la esperanza del Navalcarnero. Hasta que Samanes, que ya había sido protagonista en el primer tiempo, cerró el partido. Le llegó una pelota en el punto de penalti para que solo tuviera que empujarla y sellara los tres puntos. El Coruxo tiró de oficio para que en los últimos minutos del encuentro el balón apenas circulara. Resoplaba Fran Garrido al término del encuentro, mientras enfilaba el túnel de vestuarios. Su Navalcarnero regresa al descenso y continúa con su ‘vía crucis’ lejos del Mariano González.