El Navalcarnero ve la luz en el Mariano González
Primera victoria del conjunto rojiblanco en su feudo con remontada incluida. Joaquín Cerdá, Sergio Bermejo y José Antonio fueron los goleadores.
No ha sido una semana fácil en Navalcarnero. El martes, la junta directiva del club tomaba la decisión de cesar a Iván Ruíz como entrenador tras seis derrotas consecutivas. José Portillo y Alejandro Velasco fueron los elegidos para dirigir los entrenamientos a la espera de que llegue un nuevo técnico al Mariano González. El jueves, entre risas y buen rollo, los jugadores se conjuraron con una barbacoa tras el entrenamiento. Y este domingo llegó la primera victoria en casa.
Lo necesitaba el Naval. Inmerso en una crisis que no se recordaba desde la temporada 2011/12, cuando descendió a Preferente, la victoria ante el Real Valladolid B cambió las caras a jugadores, cuerpo técnico, directiva y empleados. Todo eran abrazos al finalizar los 90 minutos. “Por fin”, gritaban en los adentros del estadio. Mientras, sobre el césped, los jugadores entonaban la ya famosa canción de las victorias: “Había una vez un barquito chiquitito…”. Y también dio tiempo para felicitar por su cumpleaños a Diego Conde, clave en la victoria con dos paradones salvadores.
Con respecto al partido, el gol inicial de Miguel para el filial del Valladolid no metió el miedo en el cuerpo a un Navalcarnero aguerrido, que recuperaba su ADN de lucha, coraje y entrega. Joaquín empataba de penalti y Sergio Bermejo -partidazo el suyo- marcó el segundo con un tiro cruzado desde la frontal. Tras el empate de Zalazar, los locales buscaron el gol y obtuvieron el premio al filo del final. Joya disparó a puerta en una falta frontal, Samu despejó abajo y allí apareció José Antonio para jolgorio de los presentes. El banquillo se volvió loco y se abalanzó sobre el goleador, que acabó aplastado por sus compañeros en el suelo. En la grada Portillo, Toni García y los lesionados se abrazaban efusivamente. Había llegado, por fin, la primera victoria en casa.
“Una victoria de club”
José Portillo y Alejandro Velasco comparecieron en sala de prensa tras la victoria. Ambos remarcaron la importancia de “sacar a flote” al Navalcarnero. “Nos hemos centrado en levantar el ánimo de los chicos. Tratar de que ellos estén juntos y ante la adversidad no se hundan sino que salgan a flote”, explicaban. “Ha sido una victoria de equipo, una victoria de club”, finalizaban, entre aplausos de los asistentes.
El Navalcarnero coge aire con este triunfo. Suma ocho puntos y se asoma a los puestos de la salvación. La semana que viene toca una salida difícil: el Inter de Madrid, un recién ascendido que está siendo una de las sensaciones de la temporada. El Municipal de Boadilla será testigo de un derbi (domingo/12 horas) que marcará los objetivos de cada equipo en la clasificación.