El empate más amargo

Si tuviese que elegir un adjetivo para definir el final del partido entre CDA Navalcarnero y Real Sociedad ''B'', ese sería el de amargo. Lo tenía claro cuando terminó el partido, pero después de tener la oportunidad de entrevistar (como en cada partido, gracias al CDA Navalcarnero por su trato hacia nosotros) a Juanjo Granero, tengo que reconocer que fue de las veces que más me ha dolido verle así. El sentir de Juanjo fue como si todos los espectadores estuviesen dentro de él, con un sentimiento amargo de que se te escapan tres puntos que , por muy poquito, los habías tenido en tu mano.

El partido comenzó con un CDA Navalcarnero que tuvo muy claro los pasos a seguir en cada momento, defendiendo muy bien en un bloque compacto, cerrando cualquier posibilidad de línea de pase, saltando a la presión del jugador con balón para evitar que tuviesen tiempo de moverlo con tranquilidad, y en fase ofensiva intentando buscar la espalda de la defensa realista cada vez que se podía. Por otro lado, la Real Sociedad ''B'' trató siempre de jugar el balón, incluso desde atrás cuando era posible y eso, en un campo como el Mariano González, refleja su fidelidad a un modelo de juego claro de mantener la posesión, y robar el balón tan pronto como se pueda cuando no lo tienen, jugando con criterio, combinando, y siendo valientes adelantando la línea defensiva a veces casi hasta medio campo.

Comenzaron a llegar las jugadas de peligro, un penalti sobre Joaquín que no se pita por ser previamente fuera de juego, un jugada preciosa de Gonzalo Iglesias en la banda, que termina dando un pase atrás que termina con un tiro muy tímido que Sisniega supo parar sin problema de ningún tipo. Y fue en una de esas intentonas, cuando se pitó penalti a favor del Naval, amarilla para Sisniega, y Cifo preparado para transformar la pena máxima. Pero esta vez no quiso entrar, lo ejecutó impecable, un disparo potente al lado derecho del portero pero que se estrelló en la madera, y la grada muda como si no hubiese un alma en el Mariano González.

Fue ya en la segunda, tras aguantar el primer empuje del equipo txuri urdin que duraría hasta el minuto 65 aproximadamente, el Naval conseguía poner el 1-0 en el marcador mediante Joaquín, quien otra vez fue el más listo del patio, y aprovechó el lío que hubo en el área entre portero, defensor y atacantes, para pillar el balón rechazado y empujarlo al fondo de la red. El conjunto realista entrenado por Imanol Alguacil empezó a mover el banquillo, y esto le dio un plus de agresividad que le permitió, poco a poco, meter al Naval más en su campo, hasta que lograron el empate por medio de Zubeldia, que puso el balón en la escuadra con un disparo desde 32 metros en el minuto 83.

Es en ese momento cuando todos recordaron, probablemente, el penalti que tuvo en sus botas Cifo, el disparo tímido después de la llegada por banda de Gonzalo, y ese amargor que se tradujo en una salida del estadio silenciosa por parte de toda la afición. Una afición orgullosa de su equipo, mucho, y probablemente por eso lamentaban que los chicos de Juanjo no hubiesen podido retener los 3 puntos. Pero ánimo Míster, que este equipo es digno de elogiar. Próxima parada en casa: SD Guernika. Aprovecho estas líneas para desearles unas muy felices fiestas navideñas, que disfruten en compañía de las personas que más quieren, y que comiencen el año 2017 de la mejor manera posible. Lo mejor, siempre está por llegar.