David Rodríguez y diez más

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Horario ideal para disfrutar de buen fútbol. Puntuales a la cita, a las 18:00h comenzó a rodar el esférico sobre el verde del Alcorcón, con algo menos de media entrada (2508 espectadores), pero con la esperanza de conseguir la primera victoria de Julio como nuevo comandante del banquillo. El plantel era el idóneo, se jugaba en casa, sitio donde se habían cultivado las dos victorias anteriores. Enfrente se encontraba el conjunto rojillo de Carlos Terrazas, que pese a estar en mitad de la tabla, llevaba cinco partidos sin conocer la victoria. Era el momento, comenzaba el juego. David Pérez Pallas hizo sonar su silbato.

Había noventa minutos por delante y el Alcorcón iba a pelear hasta el último, sabiendo que no era fácil el camino. Ninguno de los dos equipos mostraban sus cartas, comparecieron tímidos a la cita, la igualdad reinaba en el tapete y sobre el marcador. Nadie arriesgaba, la afición alentaba, había tiempo para abrir la lata. Los locales se estiraban, Pablo Pérez avisaba y David Rodríguez advertía. La balanza estaba equilibrada, las pulsaciones subían pero todo seguía como en el comienzo. Carlos Terrazas movió ficha, entró Álex Ortiz en el puesto de Ruper, que ya había sido amonestado con amarilla por el colegiado y Fofo ponía a prueba a Dmitrovic, que atajó sin problemas.

Óscar Plano la tuvo en dos saques de falta, pero ambos balones se fueron por el lado derecho de la portería de Sergio Pérez. La primera parte había concluido, faltaban otros cuarenta y cinco minutos para romper las tablas. El Mirandés necesitaba ganar para llegar a puestos de promoción. El Alcorcón quería salir de la zona caliente de la clasificación.

Regresaron los veintidós jugadores al terreno de juego. Se volvían a ver las caras en el mismo escenario con el marcador inicial. Una marcha más llevaban los locales sobre la espalda en la salida de vestuarios. Bellvís comenzó avisando, y en el minuto cuarenta y seis David Rodríguez puso el definitivo (1-0) en el marcador. La euforia se desató en la grada después de tres jornadas sin celebrar un gol. Todo estaba de cara, David volvió a marcar, de nuevo vio puerta. El Alcorcón necesita a David.

Quedaba mucho partido, el gol despertó al Mirandés que abrió los ojos para buscar el empate. El partido quedó abierto, bonito y agradable para los locales con el marcador soplando a favor. Nadie se iba. Julio Velázquez desatado en el banquillo pedía cabeza y tranquilidad a sus jugadores. Solo había que saber resistir en el marcador. Guarrotxena saltó en el minuto cincuenta y nueve, creó peligró y atacó pero no pudo con el muro local. Todos miraban el reloj para saber el tiempo restante.

El cuarto árbitro mostró el cartelón con tres minutos más, tres minutos más para poder respirar. Pallas miró su reloj, sonaron los tres pitidos que anunciaban el final de partido. Los jugadores se recogieron, los aficionados abandonaron sus butacas y solo los focos quedaban encendidos en el municipal. Los tres puntos se quedaban en casa, la primera victoria de Julio llegó, David apareció y el descenso ya es pasado. Toca seguir trabajando, continuar dando pasitos hacia delante para escalar posiciones en la clasificación. Mirandés también es pasado. Pasamos de página, pasamos de rival y ya espera el Getafe en la Jornada 13º. Remando juntos todo es más fácil...