¿Qué pasa con Jaycee Carroll?
Jaycee Carroll llegó al Real Madrid en el verano de 2011. Es el extranjero que más partidos ha jugado con la camiseta blanca. En junio finalizó su contrato y desde entonces descansa y se divierte en su hogar de Utah. ¿Qué pasa con el bombardero? Vamos a intentar alumbrar una situación terriblemente extraña.
Es evidente que Carroll no es un jugador cualquiera en la historia del Real Madrid. Y también es evidente que su adiós, pero hola, o quizá su hola, pero adiós, tampoco es un procedimiento habitual para un deportista de alto nivel. Los aficionados andan despistados porque el club no ha anunciado su continuidad y el jugador no ha anunciado su retirada. En la página oficial del Real Madrid de baloncesto continúa publicada la ficha de Jaycee, que no tiene contrato con el equipo. Incluso fue inscrito en la prelista de la Euroliga antes del arranque de la competición. ¿Qué está pasando entonces con Carroll?
La película se remonta al mes de febrero. Una vez finalizada la Copa del Rey, el Madrid le presenta una oferta de renovación al jugador. Carroll acoge la idea con bastante entusiasmo y le transmite a Juan Carlos Sánchez su voluntad de continuar en activo una temporada más. En medio de la vorágine competitiva, van pasando los meses y esas intenciones por ambas partes no se rubrican en negro sobre blanco. La oferta sigue en pie, pero Jaycee nunca da el paso de firmar definitivamente la vinculación que le uniria al Madrid hasta el verano de 2022. Una vez concluida la final de la Liga ACB a finales de junio, el jugador recoge sus enseres de la Ciudad Deportiva, cierra su domicilio madrileño y viaja junto a su amplia familia hasta su preciosa casa de Utah.
No se despide de nadie, es decir, no baja el telón de esa manera que acostumbramos en España cuando alguien pone fin a una larga etapa de su vida. Jaycee siempre ha sido más americano que español, a pesar de que ha estado tres lustros viviendo primero en Gran Canaria y luego en Madrid. No le da mucha importancia a las despedidas ni a los homenajes, y tampoco sigue el muchas veces ficticio protocolo de las redes sociales, en las que casi siempre el envoltorio le gana la batalla a la profundidad. Se fue y punto. Puede que su intención inicial fuera regresar solo, ya sin su mujer y sus cuatro hijos instalados en Estados Unidos. Pero la realidad es que cada día que disfruta en su hogar es un día que está más lejos de regresar al Real Madrid.
Según nuestras informaciones, Carroll no mantiene un contacto regular con el vestuario blanco, aunque sí habla esporádicamente con algunos americanos del equipo. Tampoco liga su puesta en escena a lo que ocurre aquí, su vida pública está dedicada casi exclusivamente a sus actividades familiares y de ocio. Hace unos días amaneció con un enigmático (y pelín forzado) mensaje dedicado a los madridistas. Un "me acuerdo de vosotros, felicidades por la Supercopa y por aquí sigo". El Madrid juega esta semana su decimotercer partido oficial y no existe ningún indicio de que Jaycee Carroll desee unirse a un tren que ya avanza a una velocidad considerable. El bombardero de Wyoming es una debilidad de Juan Carlos Sánchez, el jefe de la sección siempre estaría dispuesto a reacticar su vuelta. Pablo Laso está tranquilo. Respeta mucho al jugador, con el que ha compartido la última década de éxitos, triples y celebraciones. En verano hubiera estado encantado con esa pieza específica en una plantilla ya muy potente, pero para cualquier entrenador sería complejo encajar a un veterano pasajero (39 años en abril) en un AVE que ya negocia un trayecto de más de 80 estaciones.
Ciertamente asistimos a un caso inaudito en el deporte profesional. En el sentido literal de la acepción: causa asombro, sorpresa y extrañeza. Si Jaycee y Juan Carlos Sánchez tienen algo hablado para el futuro, solo lo saben ellos. Si Carroll alberga en su interior la mínima inquietud de volver a jugar al baloncesto, es algo que solo conoce él mismo. Mientras tanto el Madrid carbura y el aficionado va olvidando a la espera de un hipotético homenaje para el que siempre habría tiempo, escenario y público. Jaycee tiene muy cerca el basket, tanto como las dos pistas que se construyó en su casa. Pero la sensación es que ya está muy lejos de España. Para este que escribe sería una enorme sorpresa que Carroll volviera a jugar en el Real Madrid.