Lágrimas alfareras
La Federación de Peñas celebró su III Aniversario
El Alcorcón manda en Segunda División. Los de Cristóbal Parralo rompen las barreras para reinar en lo más alto de la clasificación por delante de todos los gallos de la categoría. Sin miedo, pero con mucha ambición, el cuadro alfarero aspira a todo
Santo Domingo lloró. Frente al Elche Santo Domingo lloró y no dejaba de llorar. Una lluvia intensa caía sobre los hombros de los 2.171 fieles que se dieron cita en el templo del fútbol. Con el tiempo feo, lo único que brillaba era el amarillo alfarero. Una victoria lanzaba al Alcorcón al liderato, pero ¿quién se podría creer eso hace tan solo cinco meses? Han sido dos años duros, muy duros, donde el horizonte no iba más allá de la permanencia, siempre mirando al abismo. Dos años caminando por un hilo por encima de un precipicio. Dos años donde parecía que el descenso era una realidad. Los más creyentes se aferraban al optimismo situado en un clavo ardiendo.
Santo Domingo lloró. Frente al Elche Santo Domingo lloró y no dejaba de llorar. Los más viejos del lugar no se lo podían creer, el Alcorcón se podía poner líder. 2.171 creyentes pisaron su templo. Los que nunca perdieron la Fe. Los que lloraron en los peores momentos, y los que también lloran en los buenos. Volvió el “Hasta el último minuto del último partido”. Este Alcorcón es el de la gloria. El del eterno recuerdo. El que nunca falla. En el minuto 94 Esteban Burgos lo hizo. El gol era una realidad. Santo Domingo entero echó a llorar, a saltar, a gritar, a abrazarse. Cristóbal Parralo saltó al césped, levantó los dos puños, miró a la grada, bajó la mirada, se quería ir, pero volvió a entrar al césped. Parralo es consciente que está marcando una época. Cristóbal sabe que este Alcorcón es historia.
Santo Domingo lloró. Frente al Elche Santo Domingo lloró y no dejaba de llorar. Multiplicad esos 2.171 fieles por dos, por tres, por cuatro…hasta los paraguas molestaban. Todo era felicidad. El sentimiento alfarero se había multiplicado. Daba igual mojarse hasta los huesos cuando tu equipo había ganado. Cuando sabías que la camiseta que llevabas debajo del chubasquero era la envidia de la Segunda División. Era la envidia del fútbol.
Un día antes del liderato la Federación de Peñas realizó un acto con motivo del III Aniversario en el Restaurante Cafetería JR. La llama de sentimiento estaba más viva que nunca con una espectacular velada. Abrazos, emociones, sentimientos, ilusión, cariño…todo acompañado de un ambiente alfarero espectacular. Mucho amor por los cuatro costados con el Alcorcón como hermano común. Ese hijo que toda familia quiere tener. Con el eterno capitán- Rubén Sanz- presente, y una tarta con el escudo de la Federación de Peñas del Alcorcón, iban a marcar el camino hacia la victoria, hacia el éxito, hacia el liderato. Todo salió a la perfección, con grandes amigos unidos por un mismo hermano.
En las buenas sí y en las malas más, los fieles alfareros siempre están presentes. Los que se subieron a cuatro autobuses para llenar La Vieja Condomina, con un tremendo nudo en el estómago, con la puerta del infierno abriéndose… son los que ahora vuelven a disfrutar por ver a su Alcorcón con los pies en la tierra pero coronándose Reyes de Segunda División. Por los 2.171 fieles, por la Federación de Peñas, por más peñistas, por el más veterano, por el más pequeño, por el orgullo de un pueblo esto sigue, sigue y sigue. Que la ilusión ni la ambición puedan parar la historia. ¡Esto continua!