El boxeo no es sólo para macarras

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El boxeo y sus diferentes variantes atraen cada día a más mujeres. Desde que top models internacionales, como Michel Bundchen, o cantantes, como Taylor Swift, lo pusieran de moda hace un par de años, el 'life is a fight' se ha convertido en el mantra de muchas jóvenes que han decidido cambiar su forma de encarar la vida.

Cristian Morales, boxeador profesional nacido en Las Cárcavas de Hortaleza, supo ver la oportunidad cuando cerró las puertas el mítico gimnasio del barrio: el HK, propiedad del polifacético Hovik Keuchkerian -si no lo habéis hecho aún, os recomiendo disfrutar de la obra que le lanzó al estrellato-, situado en el barrio de Canillas. 

El centro HK era un lugar donde los chavales del barrio aprendían defensa personal y otros deportes, pero también cumplía una importante labor social. Sin embargo, su seña de identidad fue ser cuna de campeones. Uno de ellos es, sin duda, Cristian Morales. Tras labrarse una carrera de quince años con los guantes puestos, este doble campeón de España en peso ligero y campeón del Mundo Hispano, ha podido abrir el primer gimnasio con su sello: el Morales Box. 

Concebido como una 'boutique del boxeo', este centro deportivo situado en pleno corazón de Chamartín ha logrado eliminar el complejo de macarra de esta disciplina que cada día gana más adeptos a nivel amateur.

Hablamos con su creador, que ya planea abrir un segundo centro, y dos de sus usuarias, que comenzaron el curso golpeando al estrés y a los problemas del día a día practicando un deporte poco lesivo y sí muy efectivo, ya que se queman muchas calorías, se tonifica todo el cuerpo y se consigue una mayor seguridad y autoestima. Un oasis en mitad del ritmo vertiginoso de la capital en el que la desconexión es total. 

 

*Edición audiovisual: Pedro Guzmán