Fórmula 1: Todo cambia para seguir igual, o parecido
Cumplido el tercer día de "test" en Montmeló, parece ya posible sacar algunas conclusiones, nada definitivas, pero sí que puede orientarnos de cómo se presenta la temporada. Y después de un cambio en las normas tan radical, que permite coches más grandes y rápidos, con más elementos aerodinámicos y mayor libertad para modificar los motores y otros dispositivos del coche, la verdad es que nada parece haber cambiado entre los equipos. Los que el año pasado iban bien, como Mercedes, siguen bien.
Valteri Bottas, el joven nuevo compañero de Hamilton en Mercedes se lleva los titulares del día al marcar el mejor tiempo de la jornada (1'19"705), tras 75 vueltas sin contratiempos. Su compañero Hamilton mientras hacía otros 95 giros, en una demostración de fiabilidad de la escudería que defiende el campeonato. Todo parece ir bien entre los alemanes, y eso no solo es bueno en sí. Es bueno además porque les permite cumplir sus planes de trabajo, que no son otros que estudiar el comportamiento del coche, la degradación de los neumáticos, el ritmo del motor, todo, para seguir avanzando y evolucionar el coche en los próximos meses.
A solo dos décimas de Bottas se ha quedado Vettel con el Ferrari, que además ha conseguido hacer, él solito, 139 vueltas en un día. ¿Qué significa esto? Posiblemente nada terriblemente importante. Aunque hacer tantos kilómetros les sirve también a los italianos para lo mismo que hemos dicho tres líneas más arriba sobre Mercedes. Ferrari, vamos a aventurarnos, parece estar en el mismo sitio que el año pasado. Cerca de Mercedes, quizá los que más -con permiso de Red Bull, que ahora diremos algo de ellos- pero no lo suficiente para darles caza. Aparentemente, la Scuderia no tiene ni aerodinámica, ni motor, ni otros elementos mejores que los que tiene Mercedes. Así que parecen ser, de nuevo, los eternos segundos.
Eso sí, volvemos a decir, con permiso de Red Bull. Los azules y rojos tuvieron hoy algún problema de escape que dejó a Ricciardo con menos vueltas de las que le habrían gustado. Parecen estar algo más inseguros que otras temporadas, con pequeños detalles que no terminan de permitir acercarse a su verdadero rendimiento. Pero nada de lo que les ocurre parece desastroso, y todo indica que el coche funciona bien, y aún no ha mostrado su verdadero potencial. Capacidad para acercarse a Mercedes no sabemos si tiene. A diferencia de los italianos, los de la bebida energética esconden a veces algunas cartas para evitar ser descubiertos demasiado pronto. Quizá la próxima semana veamos algo más.
El Toro Rosso de Carlos Sainz ha provocado esta tarde una bandera roja por un problema en su "unidad de potencia" de Renault. No parecía tener un ritmo muy alto, ni el del español por la tarde, ni el de su compañero Kvyat por la mañana, cuando ha completado 31 vueltas. Es pronto para saber detalles, pero de momento, no provocan entusiasmo tampoco en el madrileño.
Rematamos nuestras impresiones con el McLaren de Fernando Alonso. Vamos a ser prudentes y esperar algunos días más. Tras un comienzo desastroso lunes y martes -retiradas de los coches de Alonso el lunes, en la vuelta de instalación, y Vandoorne el martes-, hoy el español ha podido dar 72 vueltas. Por supuesto, no seguidas. El motor del coche de Alonso fue sustituido el lunes tras detectar nada menos que un fallo de diseño del depósito de aceite. Parece que los ingenieros japoneses no habían calculado que las frenadas, aceleraciones y giros provocan movimientos del aceite en el depósito que impiden que el aceite llegue adecuadamente al motor y haga su función. Algo inexplicable en competición de alto nivel, pero que parece tener solución, según Honda, para la próxima semana ya. El martes el fallo del coche de Vandoorne fue diferente, no aclarado. Así que Alonso ha circulado hoy por Montmeló con un motor "capado", bajo de potencia, pero que al menos ha servido para poner a prueba el resto del coche, aunque no sea al máximo rendimiento. A casi tres segundos del mejor tiempo. El miedo a otra temporada para la basura está en la mente de todos.