Los Invencibles de la Sierra

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Hablar del Club Voleibol Collado Villalba es hablar de uno de los clubes con más tradición y más historia del voleibol madrileño. Sin embargo, desde esta semana, cuando hablamos de ellos, tenemos que decir que son el único equipo madrileño que invicto en categoría nacional. Son los chicos de Primera División Nacional los que han cerrado una primera vuelta de ensueño con el bagaje de 9 victorias y 0 derrotas, que les permite soñar con la disputa de la fase de ascenso a Superliga Masculina.

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Con esta presentación, ya se pueden imaginar cómo están los ánimos por la sierra. El club, el entrenador y los jugadores, viven un sueño del que no quieren despertar. Saben que lo que están viviendo es una situación histórica para un club que pocas veces antes había estado en lo más alto de la tabla y que solo una vez (siendo segundo clasificado) pudo ascender a la segunda categoría del voley nacional, aunque no pudo consumarlo por motivos extradeportivos. Ir a verles entrenar, ir a verles jugar, o simplemente charlar un par de minutos con ellos, se convierte en una experiencia fantástica, ya que todos los integrantes de este gran equipo, te contagian de su alegría y de su sueño, haciendo que te sientas como una parte más de su grupo. ¿Y cuál es el secreto de todo esto? “El secreto es que todos somos de gente de aquí. Somos todos amigos fuera del campo y eso se nota en la pista” me decía Jesús Córdoba, más conocido como Txetxu, que es el capitán de este equipo. Pero esto no lo dice solo el capitán, también uno que viene de fuera de Villalba, como es Miguel Quintana: “El equipo es una piña gracias al núcleo que lo forma que va acogiendo a los nuevos. En ningún otro sitio he estado tan a gusto”. En el equipo, a pesar de todo lo que están viviendo, siguen trabajando con humildad y pensando en el que el posible ascenso a Superliga 2 aún queda muy lejos. En esa línea insistía Txetxu, que decía que “sería un error ir a fijarse un ascenso. El objetivo es seguir disfrutando ganemos o perdamos. Si perdemos no hundirnos y si ganamos, seguir pensando que queda un poco menos pero que debemos seguir remando”. En una línea similar se mueve el entrenador Ramón Guardado que aseguraba “que el objetivo inicial no era meternos en la fase de ascenso, pero al estar cerca hay que luchar por ella, aunque si no se consigue, no sería un fracaso”.

Arriba de izda a dcha: Ramón Guardado (Entrenador), Álvaro Barrasa, Ernesto Hernández, Adrián Montero, Guille Casas, Javier San Segundo, Pablo Pereira, Jesús Córdoba y Francisco Tardio. Abajo de izda a dcha: Carlos Cabrero, Miguel Quintana, Jorge García-Calvo y Javier García. (Sandra Gordon)

Ramón es uno de los artífices de este sueño. El entrenador madrileño lleva muchos años vinculado al mundo del voleibol. Ha pasado por todas las categorías, tanto de jugador como de entrenador. Se crió en Villalba, salió del club, pero siguió vinculado al voley en varios pueblos de la sierra madrileña, hasta que la temporada pasada volvió a su casa para dirigir al Senior Nacional y al Juvenil Masculino. Llegó con una idea clara, que era recuperar la imagen histórica del club que creó Kike Blas durante sus años de entrenador. Ramón lo tenía claro, Villalba volvería a ganar si jugaba como antes, muy rápido y con una defensa que desesperase a los rivales. Además, según Ramón, el club necesitaba implantar el modelo de juego en las categorías inferiores como hacen los clubes de fútbol. Eso ha sido clave. Sus jugadores lo saben y saben de la importancia que tiene el trabajo que está haciendo el míster. “La base del equipo sigue siendo la misma desde hace bastantes años y hemos dado un pequeño salto al escalón superior, además, el llevar una misma filosofía de trabajo en todas las categorías hace que el acoplamiento de los que vienen de juvenil en el equipo sea mucho más fácil” decía Jorge García-Calvo que además de jugar es uno de los encargados de que todo funcione en el club. El capitán, por supuesto lo apoya: “Intentamos añadir más velocidad a nuestro juego el año pasado, pero es este año donde se están viendo los resultados de esa línea de juego que por supuesto implantó Ramón”. Paco García-Calvo, presidente del club y ex jugador del equipo, también le respalda. “Es sin duda el trabajo de Ramón lo que hace que estos chicos jueguen. Ha cambiado el juego hasta dar con la tecla que hace que el equipo funcione

Y sí, el presidente jugaba hasta que esta temporada se convirtió en la primera baja. “Echo de menos estar ahí porque son amigos, pero llegó un momento tanto físico como personal que te obliga a retirarte. Pero disfruto viendo los partidos desde la grada” decía Paco. Pero no es el único que causó baja. Pablo Gérez se marchó a Superliga 2 para jugar con VP Madrid, mientras que otro de sus centrales, Jorge Saz, se mantiene sin jugar debido a una lesión en la rodilla de la que ya casi está recuperado. Con ese panorama, el club tuvo que reinventarse para poder competir en esta temporada. ¿Y cómo lo hizo? Pues tirando de los juveniles que subían. Unos juveniles que están siendo claves para que el equipo este arriba. Uno de esos niños, Pablo Pereira, decía que es un sueño el poder vivir la mejor época de Villalba en su primer año con el equipo senior. Y con todo esto, el equipo inició la temporada.

Álvaro Barrasa y Adrián Montero "Pelu" bloquean a un rival en el partido ante Zaragoza. (Sandra Gordon) 

Primero disputó un encuentro amistoso en Zaragoza, ante uno de sus rivales esta temporada. Aquel partido se perdió, pero las sensaciones de los jugadores fueron buenas. Quizá también por la buena comida que tuvieron al finalizar el partido, y es que, si hay algo que distingue a Villalba del resto de clubes, son los postpartidos donde los jugadores hacen piña.  Después de eso, jugaron un triangular en Valladolid ante VP Madrid de Superliga 2, al que le dieron guerra, y ante Lugo, al que ganaron. La temporada comenzó oficialmente en casa ante Universidad de Burgos. El partido fue complicado, pero logró una victoria ajustada en el tie-break. 3-2 y a pensar en el siguiente que fue Pinto. Ante los pinteños fuera, un 2-3 y el siguiente, en casa ante Colmenar otro 3-2. Con tres de tres, la ilusión iba en aumento. Los jugadores se mostraban felices y disfrutaban del buen momento que tenían. Les importaba poco que les dijeran que eran el equipo del 3-2 pues la confianza era alta y sabían que los tres puntos llegarían. Y llegó, ante Zaragoza. Ante el mismo rival que habían perdido en pretemporada, cosecharon un 1-3 que les daba los primeros tres puntos de la temporada. Tras eso, fue Miajadas quien visitó el Kike Blas. Ganó Villalba 3-1 para después hacer la machada en una de las canchas más complicadas de la competición. 1-3 a Bera Bera y a pensar en Recuerdo, el líder, el invicto, y el todopoderoso Recuerdo. Casualidades de la vida, ese fin de semana el Kike Blas estaba ocupado y el derbi se trasladó al Antonio Machado.

Pista llena hasta la bandera, afición entregada y equipo dando una lección de coraje que quedará para el recuerdo de muchos. Así lo define el colocador y el organizador de todo el juego serrano, Javi García: “No sé si fue el mejor partido de Villalba en muchos años, pero ver el Machado lleno y animando fue increíble”. Y no le falta razón, porque la afición despertó al equipo en los momentos de duda y les llevó en volandas cuando mejor estaban jugando. Y tras eso, victoria ante Salesianos para cerrar una primera vuelta de ensueño.

Los Invencibles de la Sierra celebran la victoria ante Zaragoza (Sandra Gordon)

Pero, en este momento histórico no nos podemos olvidar de alguien. Ese es Kike Blas, que no solo da nombre a la pista donde el equipo está haciendo historia, sino que fue el creador y el impulsor del club, y por supuesto, el padre voleibolístico de todos estos héroes. Y claro, ellos tampoco le olvidan, pese a que hace once años que falleció. “Estaría encantado de ver cómo está el equipo y como está el club” decía Paco García Calvo. Por su parte Ramón Guardado decía que “Kike estaría orgulloso de ver como el equipo tiene lo que él nos inculcó de pequeños”. Pero no solo la gente del club se acuerda de él, también los jugadores tienen algún recuerdo. Javi García que fue jugador suyo cree que Kike “orgulloso de que algunos chiquillos que el entrenaba están llevando a su Villalba a lo más alto”. Esa misma idea la tiene Jorge García-Calvo: “Estaría muy feliz de ver que la gente que llevamos muchos años jugando en Villalba estamos líderes de primera” o como dice Álvaro Barrasaestaría flipando, como todos nosotros”.

¿Y ahora qué? Pues aquí cada uno dice una cosa. Álvaro Barrasa, insiste en lo difícil que va a ser la segunda vuelta: “Mantenernos en las primeras posiciones será mucho más complicado que la primera vuelta por el hecho de mantener la presión y que los rivales se motivaran y prepararan el partido de manera diferente”. Jorge García-Calvo sigue la línea de su compañero: “No hay partido fácil y tenemos que seguir trabajando si queremos seguir en esta dinámica para poder llegar a la fase. Volver a ganar todos los partidos es complicado.” Pero añade, “está todo el equipo con ilusión y creo que vamos a seguir arriba hasta el final”. Por su parte, Miguel Quintana destaca lo siguiente: “El objetivo es seguir ganando el máximo número de partidos y disfrutar cada semana de mi equipo” y marca bien su objetivo personal que además comparte con sus compañeros: “Por último me encantaría jugar una fase pues en mi vida he jugado ninguna, pero eso aún queda muy lejos”.

Ahora ya solo queda seguirles, animarles y esperar que la racha dure mucho y lleguen lo más lejos posible. El resultado lo conoceremos a finales de marzo. Eso sí, pase lo que pase ¡¡Larga vida a los Invencibles de la Sierra!!

 Foto de portada: El equipo celebra un punto durante el inicio de la temporada (Sandra Gordon)