El debut soñado - Mi presentación en el equipo
"Imaginénse ser jugador del equipo de sus amores. Imagínense ser convocado para el partido que tanto ha esperado. Imagínense que el míster le da una serie de consignas, le anima, le dice que está preparado, que confía en usted y que ha llegado el momento de cumplir tu sueño, de salir al campo y disfrutar. Ese momento, ese único e irrepetible momento, es el que nunca se borra de la memoria."
Esas mismas sensaciones se experimentan entrando a formar parte del equipo de PoblaFM. El momento de la ilusión, con una filosofía modesta y de equipo, combina a la perfección con el espíritu que se transmite desde el capitán de la nave hasta el último de los jugadores. Se refleja en que cada logro se comparte, y antes de señalarse uno el dorsal, se besa el escudo. Esta oportunidad de debutar viene de una carta dirigida desde mi silla de aficionado al "club". En esa carta les hacía llegar mi alegría de volver a cruzar caminos, de agradecérles lo pasado, de felicitarles lo presente y de desearles lo mejor para lo futuro.
No han sido pocas las tardes que he pasado escuchando al "capi" en la radio. Se podría decir que fue mi mejor compañero de Secundaria y Bachillerato. Con él y su equipo detrás, he vivido al Real Madrid de los galácticos, al Atleti en su caída a Segunda y su vuelta a donde merece, los paseos del Rayito por Europa, la gloria del Getafe desde su tarde con el Tenerife a la del Bayern, del Madrid de basket de la conquista de la ULEB y el tri-tri-triple de Herreros, el "Alcorconazo"... (además de conseguir buenos resultados académicos).
Sin duda, también su trato y cercanía a los modestos, me enseñó la grandeza de lo humilde, de la lucha constante y diaria, y de esforzarte en conseguir lo que te apasiona, porque el trabajo hecho de esta manera no es trabajo, sino ocio compartido. Incluso recuerdo los saludos en directo cuando conectabas con ellos porque sabían que llegaba un integrante más a esa familia. La pena de esa ilusión llegó para mí y tantos muchos, cuando al poner la radio a las 7, en las ondas ya no aparecían, ya no se jugaba. Entonces llegó el momento de seguirles en sus diferentes caminos y trayectorias.
Hoy, con su nuevo proyecto en marcha, quiero aportar mi granito de arena a recuperar aquello, y no soy el único, otros muchos tantos de aquella familia ya han aportado montañas.
Hoy, arropado por mis compañeros, debuto y salto al campo de la comunicación con pie derecho. Hoy empiezo a jugar para el equipo de mis amores.