“Es muy importante salvar a Estudiantes”
Edwin Jackson, presentado como jugador colegial
Los más jóvenes del lugar le recuerdan con brillo en los ojos, su año en Estudiantes, hace ya tres temporadas, fue para enmarcar. Le disputó el MVP a Llull, firmó actuaciones extraordinarias y dejó un recuerdo maravilloso en el Ramiro de Maeztu.
Pocos se lo habrían creído hace poco más de dos semanas, cuando la ilusión de la parroquia colegial casi casi andaba en el inframundo, con el equipo caminando en el alambre. Pero llegó.
"Es El Mesías", comentaba Eduardo Candel, el auténtico fotero de Estudiantes, "está aquí porque él ha querido venir. No ha hecho falta convencerle", sentenciaba Willy Villar, "la sensación es que nunca se ha ido. Es uno de los nuestros".
Con una sonrisa de oreja a oreja, y en un impecable castellano, el nuevo 8 de Movistar Estudiantes arrancaba su comparecencia de prensa: "mi situación en Francia no era la mejor. He vuelto porque aquí fue la última vez en la que disfruté mucho del baloncesto, es donde más he disfrutado. Estudiantes fue mi primera opción, no pensé en otro equipo. Esta es mi casa".
Es un hecho que la situación del equipo no es, ni mucho menos, la mejor. Último en la Liga Endesa, con 5 victorias, a un paso de la salvación, eso si, y con brotes verdes en el equipo desde la llegada de Javier Zamora, un reto que Edwin asume con valentía: "este club es histórico, sería una pena que bajase a LEB, ese no es su sitio. Para mi es muy importante salvar a Estudiantes".
Será el foco de atención para los rivales, Edwin tiene la vitola de estrella en la competención. Nadie duda que los balones importantes pasarán por sus manos: "tengo la ilusión de jugar al mismo nivel, sé que puedo hacerlo. Pero me da igual mi producción personal, estoy aquí para ayudar al equipo en todos los aspectos. Quiero ayudar a ganar, eso es lo importante. Hay que conseguir los objetivos y salvar al club. Soy el mismo jugador, los dos últimos años no he tenido oportunidades para demostrarlo. Soy el mismo, quizás mejor en defensa, puedo jugar al mismo nivel de hace tres años".
Fueron 21 puntos por choque, con partidos superiores a las 30 dianas, un vendaval ofensivo imparable para sus rivales del que se disfrutó, y de qué manera, en Estudiantes.
"Bienvenido a casa", le decía Fernando Galindo mientras se fundía en un abrazo con Edwin. Su suerte será la de Estudiantes.