Estudiantes baila al ritmo que marca Gentile y suma la cuarta de la temporada

Un Palacio vacío nunca es una buena noticia. No obstante la noche era clave para Estudiantes por la complejidad de su calendario más cercano y ante la Cenicienta de la competición. Obligados a ganar y a volver a las buenas sensaciones de los partidos anteriores.

Empezaron mal los de Javi Zamora, sucumbiendo ante el empuje gipuzkoano, que encontró en Jaime Echenique un bastión sobre el que machacar el aro colegial. El colombiano firmó 10 puntos en apenas 5 minutos, clave para abrir la primera brecha del partido, 9-18 en el minuto 7. Cargados de intensidad los de Marcelo Nicola, parecía totalmente noqueado Estudiantes, incapaz de encontrar su juego por más que Zamora movía el banquillo tratando de dar con la clave. El mejor equipo en triples hasta la fecha naufragaba desde más allá del 6.25, 1 de 7, para terminar el primer acto con 13-18 para los visitantes. 

Arrancó loco y sin control el segundo cuarto, poco tardó Estudiantes en igualar la contienda a 18, pero el duelo no tenía dueño. Imprecisión, faltas tontas y muchas pérdidas por ambos lados. Los locales dieron un paso al frente en defensa, tal vez conscisntes de que estaban en uno de esos días en los que no la metes en una piscina. Seguía la sangría desde el triple, ni el francotirador lituano, Dovy Giedraitis, era capaz de dar en la diana estando libre de marca. El partido era para verlo, 18-23 en el minuto 17 con una lluvia desconcertante de pedradas por ambos lados. Se apoyaron los locales en el conquense Víctor Arteaga, 5 puntos seguidos, para encontrar sensaciones en ataque, 27-30 al descanso con un terrible 2 de 15 en triples. 

Salión en tromba de toriles Estudiantes, como los toreros, pero sin traje de luces, y en un chispazo empató el partido. Mucho más vivo el duelo, Gentile se echó al equipo a la espalda con 5 puntos seguidos y una espectacular asistencia para que Arteaga pusiera en ventaja a los locales, 38-36 en el minuto 23. Todo lo poco entonados que estaban en la primera parte, cambió en el tercer cuarto. El duelo Gentile - Radoncic monopizaba este tramo del partido, saliéndose el italiano con la suya con 20 puntos que le valían a los suyos para comandar el choque al tercer cuarto, 56-49.

Un triple de Cvetkovic y posterior penetración de Gentile pusieron el +11 para Estudiantes, momento clave del partido. Edwin Jackson apretaba desde la banda, impliadísimo con el equipo. El ritmo crecía a cada minuto que pasaba. Volveré a escribir su nombre, y pensarás "vaya pesado", pero que Alessandro se apoderó del choque de cabo a rabo. Era suyo, literal. Todo lo que hacía Estudiantes, y era muy bueno, pasaba por sus manos. La ventaja se hizo demasiada pesada para un GBC incapaz de parapatar la defensa colegial, totalmente asentada. Roberson llevó el partido a los 21 de diferencia, lo paró Marcelo Nicola para reprimir sin complejos a los suyos. En el tramo final no hubo historia, 80-61 y cuarta victoria colegial.