Carácter
Un Real Madrid fallón con un 40% de acierto y 18 pérdidas de balón, se llevó la victoria ante el Fenerbahce en un horrible partido y consigue el título honorífico de campeón de la Liga Regular de la Euroliga a falta de una jornada. Sergio Llull y Rudy Fernández fueron los mejores jugadores madridistas en un partido que se ganó por carácter.
Con su victoria ante el Fenerbahce, el Real Madrid ha conseguido matemáticamente el liderato final de la liga regular de la Euroliga. Un dato bastante intrascendente que esta temporada tiene un pequeño valor debido a ser el primer “campeón “de Liga Regular que tiene la Euroliga del nuevo formato todos contra todos. Fijaos qué importancia tiene este dato, que el propio Fenerbache terminaba cuarto la jornada anterior y hoy ha terminado en séptima posición, con la gran diferencia que supone un puesto de otro en post de conseguir plaza para la final four a disputar precisamente en Estambul. Quizás fuese por ello por lo que un servidor preveía un partido muy duro – que lo fue – con un resultado corto – que lo fue – y con un arbitraje un poco condicionado – que también lo fue. Lo que ocurrió después fue que el propio equipo turco falló en su determinación de cara al aro – 35% en tiros de campo – y no aprovechó además el mal partido del Real Madrid – el peor al menos en el WiZink Center esta temporada – con apenas 61 puntos, 41% en tiros de campo y 18 pérdidas de balón.
Porque efectivamente, fue el peor partido jugado por el Real Madrid en su pista esta temporada. Y eso que Sergio Llull había decidido continuar con la racha recién abandonada el domingo pasado en Liga Endesa, donde consiguió ante Bilbao 7/9 desde la línea. Contra Fenerbahce, decidió meter dos triples lejanísimos y una asistencia para ser protagonista de 8 de los 10 primeros puntos conseguidos por su equipo, 10-11 minuto 5. El base de Mahón decidió llevarse nuevamente el equipo a la espalda anotando 8 puntos en el primer cuarto. Un parcial de 8-1 en 3 minutos dejaba una cómoda ventaja para el Real Madrid que contaba con un fantástico 62% en tiros. Una sucesión de pérdidas de balón por parte madridista – 4 cometió el Real Madrid en el primer cuarto – dejaba el marcador al final del primer acto en 20-16 para el equipo local. La diferencia en el porcentaje de tiros – 56 % de los madridistas por 42 de los turcos – fue la clave favorable al Real Madrid que vio el resultado ajustado por sus 4 pérdidas de balón.
El segundo cuarto fue todo un despropósito. La salida a cancha de Luka Doncic, curiosamente esta vez, no ayudó mucho al juego del Real Madrid – pese al mate de inicio – ya que el jugador esloveno manejaba demasiado la bola y no conseguía ninguna acción positiva para su equipo. El escaso parcial de 4-6 en 6 minutos lo decía todo, con nuevas imprecisiones – 2 pérdidas – del Real Madrid y fallos – 2/10 – en los lanzamientos por parte del Fenerbahce. Una tercera pérdida del Real Madrid aumentaba el parcial de Fenerbahce a 2-7 en dos minutos, donde el Real Madrid solo sabia anotar de tiros libres, gracias a los cuales anotó sus últimos 5 puntos del cuarto en más de cuatro minutos de juego. Sin que nada más sucediese, la bocina daba fin al primer tiempo con ventaja de Fenerbahce 29-32. El Real Madrid se había desenchufado del encuentro, anotando solamente 9 puntos – 5 de tiros libres – con un 20% en tiros de campo y con un Sergio Llull muy solo en ataque al que intentaba acompañar Anthony Randolph con 4 puntos 3 rebotes 1 asistencia y 1 robo de balón en 11 minutos. Tampoco Fenerbahce se aprovechaba mucho de la situación anímica de su rival consiguiendo 16 puntos y teniendo a Bobby Dixon y Bogdanovic entre sus mejores hombres. Se antojaba una segunda parte – como adelantábamos en la previa – muy duro e igualado donde la actuación arbitral podría ser determinante.
El descanso no consiguió solventar el socavón en el ataque madridista. Un triple de Jonas Maciulis – el primero tras los dos iniciales de Sergio Llull – fue la única aportación madridista en los 4 primeros minutos del tercer cuarto, que aprovechó Fenerbahce para elevar su ventaja hasta los 7 puntos, 32-39 minuto 24. El porcentaje de tiros de campo, seguía descendiendo hasta el 45% en el Real Madrid cuando ya se empezaba a agotar el tiempo. Fue entonces el momento de tirar del “plan L”. Si el Real Madrid no superaba el 45% en tiros y superaba las 11 pérdidas de balón, Pablo Laso decidió tirar del Lasismo – Carácter e intensidad – para devolver las ilusiones a los casi 11000 espectadores de las gradas del WiZink Center. Dos triples consecutivos de Rudy Fernández acercaron a los blancos en el marcador y con un parcial de 14-4 en 4 minutos, el Real Madrid se ponía otra vez a tiro 46-43 minuto 28. Por fin parecía que el actual líder de la Euroliga volvía a coger su racha ofensiva y provocaba los fallos en Fenerbahce que veía aumentar su número de pérdidas hasta 8 al final del tercer cuarto. Se llegaba al final del cuarto con ventaja blanca, 48-43. Nada menos que un 15-4 en 6 minutos, liderado por 8 puntos de Llull y 6 de Jonas Maciulis y un recuperado Rudy Fernández que desatascó el ataque madridista y lideró la parte defensiva. Mientras tanto, el Fenerbahce contaba con un pobre 37% de acierto, incapaz de superar el mal partido jugado por los de Pablo Laso que se imponían más bien a base de carácter que de juego.
Nuevamente el inicio del último cuarto nos trajo un flojo Real Madrid en ataque con cuatro puntos en cuatro minutos, acompañado de las 5 faltas personales ya sancionadas a los blancos por una solo de Fenerbahce. El juego se endurecía y se volvía mucho más brusco que favorecía al juego del equipo turco que se iba acercando en el marcador. 11-7 de parcial en 6 minutos demostraban lo flojo de un partido entre dos de los mejores equipos de Europa. Fueron 18 pérdidas de balón del Real Madrid por 10 de Fenerbahce. Un parcial de 0-6 dejó el miedo en el cuerpo de la afición madridista que veía a su mejor jugador – Sergio Llull – enfrentarse en una batalla perdida contra los árbitros persiguiendo las faltas personales que nunca fueron señalizadas. Dos tiros libres del base de Mahón permitieron cerrar el partido con el 61-56 para el Real Madrid.
Un partido feo, con un 40% de acierto, con 18 pérdidas de balón y con un 63 de valoración. Así se puede resumir el partido de un Real Madrid que tuvo que tirar de detalles y sobre todo de carácter para llevarse finalmente una victoria que le coloca matemáticamente como líder definitivo de la liga regular de la Euroliga a expensas de conocer su rival en los cruces de cuartos de final que se conocerán la próxima semana. Sergio Llull con 16 y Rudy Fernández con 11 puntos respectivamente fueron los mejores jugadores en el Real Madrid. En el Fenerbahce destacó Jan Vesely con 11 puntos y 7 rebotes, y poco más, puesto tuvieron únicamente 55 puntos de valoración. La semana que viene, conoceremos que equipo luchará contra el Real Madrid para clasificarse a una nueva Final Four de la Euroliga.