Corazón Verde
Derrota intrascendente del Real Madrid, en el último partido de Liga Regular. Tavares y Randolph fueron los baluartes del equipo blanco que fue de menos a más pero que se encontró con un motivado Zalgiris que se llevó justamente la victoria. El cruce de los cuartos de final, comenzarán en plena Semana Santa, con dos partidos en el WiZink Center, contra Panathinaikos. Comienza la batalla por la Final Four de Vitoria.
Hace justo un año, el Real Madrid se jugaba entrar entre los cuatro mejores equipos de Europa. Los blancos, debían ganar al Brose Bamberg y esperar una victoria de Olympiacos ante Zalgiris, para evitar un triple empate que le delegase a la quinta posición final. Olympiacos perdió y los de Laso terminaron quintos, en una euroliga que felizmente, terminaron ganando. Anoche se dio la vuelta a la tortilla. Ya conocidas las derrotas de Baskonia y Milán y la victoria de Panathinaikos, el Real Madrid, podría dejar fuera del Top 8 al Olympiacos. Una derrota madridista en el WiZink Center contra el Zalgiris, dejaría fuera al potente equipo griego de David Blatt. Las vueltas que da el baloncesto. Además, el año pasado, Pablo Laso decidió rotar a todos sus jugadores para que descansasen ante los siguientes encuentros. Anoche, no lo hizo. Solo los lesionados Llull, Deck y Rudy se quedaron sin minutos, mientras Campazzo rozaba los 30 minutos y Randolph los 25. Personalmente, es opinión claro, no entendía porque ayer se le dio tantos minutos a los habituales y el pasado 22 de marzo en Vitoria, jugasen los menos habituales. Razones del cuerpo técnico, donde no informo, sino opino…
Zalgiris en cambio se jugaba la vida. Ruego me perdonéis por no haberme estudiado las posibilidades de uno y otro para una clasificación virtual. Aún redactando este artículo y con cuatro partidos por jugar, me flipa ver que ya tengamos las eliminatorias creadas, con hasta cuatro equipos igualados 15-15 con dos de ellos eliminados. Por tanto, Zalgiris debía ganar su partido, ya fuese por uno o por veinte, para entrar en las eliminatorias. El Real Madrid, tenía asegurada la tercera posición, pero Pablo Laso quería despedirse con una victoria de la Liga Regular. Y con esa motivación comenzó el partido. Con ganas de victoria de ambos equipos, con un espectacular 75% en tiros de dos puntos, del Real Madrid, emborronado por el 0/4 en triples, que dejo un maravilloso 60% en tiros de campo, en el primer cuarto. Era lógico adivinar, que los máximos anotadores de este cuarto, fuesen los pívots con 17 puntos entre Randolph, Ayón y Tavares. Mientras Zalgiris, se apoyaba en su 3/5 en triples para igualar el primer cuarto con Leo Westermann como estilete ofensivo. Parcial de 16-12 en el minuto 5, lo que beneficiaba al Real Madrid, un equipo muy acostumbrado a altas anotaciones, a pesar de no contar con Llull y Rudy en el encuentro de ayer. El partido se convirtió en un duelo de poder a poder, con gran acierto en ambos lados de la cancha, que decidió el primer cuarto 27-25 para el Real Madrid. 27 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias en un cuarto. Normal los 32 de valoración en 10 minutos, en un equipo seguro de competir.
Seguro, pero no del todo. Porque el cambio de cuarto no le sentó bien al conjunto madridista. Con la dirección de Prepelic sobre el campo, el Real Madrid se vino abajo en el acierto a canasta. Seguían siendo los interiores madridistas, los únicos que aportaban en el aspecto ofensivo. Por supuesto, que no culpamos a Klemen Prepelic del mal porcentaje madridista en el segundo cuarto, pero se echaban de menos las asistencias de los bases más cualificados. Por ejemplo, Campazzo lograba 5 asistencias en 13 minutos jugados hasta el descanso. El bueno de Kiemen, apenas se quedaba en 2 y no era tanto por no intentarlo, que por no materializarla sus compañeros. Normal el escaso 6-10 de parcial en cinco minutos, dejando el resultado 33-37 para Zalgiris minuto 15. La salida de Kuzmic, extraña su convocatoria faltando un base y habiendo exceso de interiores, no varió nada, a no ser el primer triple tras ocho intentos, del Real Madrid. Durante ese momento, el Real Madrid entró en un espiral de fallos consecutivos y de faltas ofensivas, que provocaron el enfado en el público y la escapada lituana con Kavaliauskas y Davies anotando 10 puntos cada uno. Mientras, el Real Madrid, solo conseguía un triple de Thompkins en 7 minutos y sufrió un duro revés en este cuarto, que terminaba 10-21 para Zalgiris, que se llevaba el partido al descaso 37-46. De manera inevitable, descendía el % blanco hasta el 47%, mientras el juego de Zalgiris crecía hasta volver a superar los 20 puntos en otro cuarto más. No nos engañemos, Zalgiris perdiendo estaba eliminado y era lógico su partido. Al Real Madrid, en cambio, los errores en el tiro con un 10% en el triple, mataba sus opciones de ir por delante en el marcador.
El paso por los vestuarios, cambió de mentalización al equipo de Pablo Laso, aunque no el acierto. Los pívots titulares – Randolph y Tavares – dejaron paso a Felipe y Ayón. Tampoco hubo suerte, además por la subida de intensidad defensiva por parte del Zalgiris de Jasikevicius. Tanto es así, que los blancos no supieron aprovecharse de los pocos errores ofensivos que tenía Zalgiris, puesto el resultado no se movió hasta el minuto 23, 37-49 para los lituanos, que amenazaban con dar la sorpresa de el WiZink Center, donde no ganan desde el año 2000. Un minuto después anotaba Jaycee Carroll la primera canasta madridista de la segunda parte. Siete puntos anotaba el escolta de Wyoming en este cuarto para volver a meter en el partido a su equipo ante un coloso Zalgiris que hacía vibrar a la numerosa y ruidosa afición que se desplazó a Madrid para animar a su equipo. Y estaban encantados y sorprendidos, con el 41-54 en el minuto 25, donde el Real Madrid solo había conseguido 14 puntos en 15 minutos de juego. Brandon Davies empezaba a ser amo y señor del partido con sus 15 puntos y 9 rebotes al final del tercer cuarto, poniendo la cosa muy preocupante para los locales 45-61 minuto 27. Era un parcial de 18-36 en 17 minutos de juego y no me quiero ni imaginar la cara de los aficionados de Olympiacos en sus casas, viendo escapar sus opciones de jugar los playoffs de la euroliga. Al menos, el acierto madridista volvió y ahora sí, con la presencia de Prepelic en la cancha. El esloveno repartió 4 asistencias para iniciar un parcial de 15-5 en 3 minutos, para dar de nuevo alas al Real Madrid, 60-66 al final del tercer cuarto. Pero como ya ocurría en múltiples ocasiones, un 17% en el triple, hacía complicada la remontada, pese a tener buenos números en rebote y asistencias.
Y quizás sería este último cuarto, el más vistoso del partido, con un duelo en la zona entre Edy Tavares – 12 puntos y 3 rebotes – y Brandon Davies – 12 puntos – en este cuarto. Además la defensa zonal madridista protegía la zona ante los continuos acechos lituanos y con Prepelic tomando decisiones en ataque, el Real Madrid sorprendentemente, se metía de lleno en el partido con una remontada colosal 14-8 en 5 minutos para igualar el choque, 74-74 en el minuto 35. Inclusive, poniéndose por delante en el minuto 36, 77-76. Pero Zalgiris volvió a ponerse las pilas en defensa y Davies conseguía anotar en ataque, nada menos que 11 puntos en los 3 últimos minutos, para sentenciar el partido y el pase de los lituanos al Top 8, donde le esperará el Fenerbahce. El mejor del Real Madrid, fue Edy Tavares con 22 puntos 7 rebotes y 2 tapones. Randolph con 17 puntos al final, también fue de los más destacados. Los cruces han querido, que el Real Madrid vuelva a enfrentarse en cuartos al mismo rival que la temporada pasada, el Panathinaikos. Esta vez, la ventaja de campo, será para el Real Madrid. Son las cosas que tiene el baloncesto, que aun siendo justo, devolvió anoche con la misma moneda al Olympiacos, quedándose fuera por una derrota de su rival, como le paso al Real Madrid en sus opciones de ser cabeza de serie la temporada pasada. Quizás por ello, el Zalgiris se llevó una ovación del WiZink Center, donde los aficionados blancos, pudieron tener anoche el corazón verde.