El Inacabable Llull
Un 46-29 de parcial en la segunda mitad, sentencia a Olimpia Milán ante un Real Madrid que tuvo que volver a pelear en el barro "sin" Tavares ni Poirier en la pimera parte por las faltas personales. Nuevo doble de Facundo Campazzo con otras 10 asistencias en un partido que terminó de cerrar Llull con 5 triples y 19 puntos. Es la undécima victoria consecutiva de los blancos que siguen siendo líderes invictos en la Euroliga.
34 días después del primero, el Real Madrid jugaba su undécimo partido de la temporada. Personalmente son once crónicas y ya uno empieza a estar con la lengua fuera y quizás por ello me pregunto, cómo llegaría la primera derrota del Real Madrid. Algunos aficionados se lo pueden perdonar siempre y cuando sigan dando la talla y el esfuerzo (adecuado) para competir cada partido de cada competición. Y tras vencer brillantemente el pasado martes al Zalgiris Kaunas – que ayer venció en Vitoria – el siguiente reto del Real Madrid era el Olimpia Milán de Ettore Messina y ahora de Nikola Mirotic. Un Mirotic que en tres partidos de Euroliga promedia 20 puntos y 24 de valoración. Armani Milán llegaba a Madrid tras haber vencido claramente a Olympiacos el martes y ceder en la prórroga ante Fenerbahce en su estreno. Un gran juego plantado de un equipo favorito para llegar a la Final Four por mayo. En el Real Madrid todo eran sonrisas ya sea por las victorias y por las maneras de lograrlas. Además la enfermería ayuda ya que solo Abalde y Alocén tienen algunas molestias pero que podrían estar apunto de reaparecer con el equipo.
Con tan solo 48 horas entre partidos y con la fortuna de no tener que desplazarse, el Real Madrid se presentaba al partido contra el Olimpia Milán con los mismos 12 hombres que derrotaron a Zalgiris Kaunas. Facundo Campazzo (7,3 asistencias por partido), Dzanan Musa, Gabriel Deck, Guerschon Yabusele y Edy Tavares formaron el quinteto inicial de Chus Mateo. Inicio muy esperado por parte de los dos equipos y donde el Real Madrid nos tiene últimamente muy acostumbrados a salir con un ritmo pausado que suelen aprovechar sus rivales para ponerse por delante en el marcador. Con Pangos y Shields a los mandos, un 0-7 de parcial puso el miedo en el cuerpo de los aficionados de un Real Madrid que reaccionaba de la mano de dos asistencias de Campazzo para recuperar un 0-5 de parcial y dejar un 10-11 para Olimpia Milán en el minuto 5 de partido. Cuatro pérdidas de balón de los blancos en los 4 primeros minutos de partido y dos consecutivas de Armani Milán en el minuto siguiente. La igualdad y la tensión eran evidente entre dos equipos con muchos jugadores a ser llamados estrellas en otros equipos y que tanto quieren demostrar. Pero todo cambió allá por el minuto 7 cuando Edy Tavares realizaba su segunda falta personal y es que nuevamente los árbitros quisieron ser protagonistas innecesarios en un partido de baloncesto. 3 faltas se señalaron en 8 minutos de partido y otras cinco en los dos minutos siguientes habiendo además, dos faltas más una técnica para Vincent Poirier. Es decir, que sin acabar el primer cuarto teníamos a Tavares (2) y Poirier (3) con problemas de faltas. A todo esto, se aprovechaba Olimpia Milán para cerrar el primer cuarto con un parcial de 3-10 y con ventaja 19-25 para los transalpinos que aprovecharon sus 5 tiros libres. A pesar de ello, el Real Madrid contaba con un 67% en tiros de campo y un genial 3/4 en triples. El buen comienzo de Deck (6 puntos) y Campazzo (5 asistencias) pasó inadvertido en el marcador final.
Porque los dos últimos minutos del cuarto destrozaron las ilusiones de un Real Madrid de jugar por dentro, al menos los siguientes minutos, y donde el agujero arbitral provocaba 8 pérdidas de balón y únicamente 5 rebotes en el primer cuarto. Por tanto, la segunda unidad madridista cambió para aclimatarse al nuevo partido con el trío (Chacho, Rudy y Llull) de veteranos al frente y con Yabusele con Hezonja por dentro. Un quinteto de urgencias que ya tuvo trabajo por ejemplo en Vitoria cuando los blancos consiguieron ganar a Baskonia evitando lo inevitable, es decir, superar a un equipo de Euroliga jugando sin tu juego interior habitual. Al menos el Real Madrid continuaba golpeando en ataque, manteniendo su buen porcentaje dentro de la zona, pero “el agujero” formado dentro de la zona le creaba miles de problemas como los 9 rebotes ofensivos de Olimpia Milán en toda la primera parte. El partido seguía igualado 28-31 para Olimpia Milán en el minuto 15 ya que los italianos no cuidaban bien su ataque y cometía hasta 7 pérdidas en este segundo cuarto. Pero la intensidad defensiva italiana y los consabidos rebotes ofensivos fueron un aval ganador para un parcial de 2-8 justo cuando al Real Madrid más le costaba anotar. Y es que los blancos estuvieron cerca de tres minutos sin anotar hasta que llegó un triple sobre la bocina de Llull para darle una nueva marcha más al partido. Su celebración unida a los ya 8 puntos anotados por el jugador de Mahón, no hacía más que presagiar lo que vendría después. Y es que el capitán madridista rompía los pronósticos cerrando un parcial de 12-3 en 60 segundos con un triplazo sobre la bocina del descanso al cual se llegó con 42-42 y una celebración a lo Bellingham. Fueron 11 puntos de Llull en este segundo cuarto que se puso el traje de líder ante la falta de sus hombres grandes.
23 puntos anotados con un 58% de tiro de campo en la primera parte, el Real Madrid igualaba el encuentro. Sin Tavares ni Poirier que dejaban una tarjeta de 10 minutos 2 puntos 0 rebotes 0 tapones 4 pérdidas 5 faltas realizadas (3 en ataque) y un -6 de valoración. Con todo eso, el Real Madrid iniciaba el tercer cuarto con las mismas opciones de ganar que Olimpia Milán. Y fue cuando Edy Tavares lanzó todo su repertorio para devolverle al partido toda su ausencia con 3/4 y 6 puntos más en cinco minutos que fue lo que tardó el caboverdiano en cometer su cuarta falta personal. Porque con Tavares en cancha el parcial fue de 15-9 para dejar al Real Madrid por delante 57-51 acompañado por un fenomenal Campazzo que sumaba 11 puntos y 8 asistencias al final del tercer cuarto. Y con el pequeño base argentino el Real Madrid parecía coger ventajas que le permitía respirar en algunas defensas que seguían siendo una incógnita con el número de faltas de Tavares y Poirier para una mayor intensidad defensiva ante las grandes acciones de Olimpia Milán bajo canasta. Pero en ataque Edy Tavares primero y Vincent Poirier después decidieron coger las riendas del partido con 6 puntos del caboverdiano y 5 del francés para afrontar diferencias superiores a la decena de puntos. Pero la última reacción de Olimpia Milán dejaba un peligroso 67-61 para el Real Madrid al final del tercer cuarto. El Real Madrid mantenía un 57% en tiros de campo, superior al 49% de los transalpinos y curiosamente, había igualado el rebote y el número de pérdidas de balón,
Efectivamente, el Real Madrid ya había iniciado el botón de ignición y no iba a detenerse hasta el final del partido. 67 puntos en tres cuartos, son muchos puntos. Y ahora era Olimpia Milán quien estaba en problemas porque en 30 segundos cometía tres faltas personales, dos sobre Poirier en la lucha por el rebote ofensivo. Una nueva demostración de las (¿malas?) intenciones que buscaba Ettore Messina con las “salidas” por personales de Tavares y Poirier del partido. Y es que el francés se merendaba todo el último cuarto dos alley ops con Sergio Rodríguez y Campazzo amén de evitar de cometer una quinta falta personal. Pero parece que Olimpia Milán se equivocó de jugador a seguir porque Sergio Llull se encargaba de anotar 8 puntos seguidos para dejar el partido cerrado con el 77-61 en el minuto 33 de partido. Y es que el definitivo parcial de 21-10 en el último cuarto dejó sin ideas a Olimpia Milán quien también dobló la rodilla ante el vendaval del Real Madrid dirigido por Sergio Llull que cerró su partidazo con 19 puntos en 21 minutos para lograr la undécima victoria consecutiva con el definitivo 88-71 para el equipo de Chus Mateo. Junto a Llull los 13 puntos de Mario Hezonja con 3 asistencias y 3 robos, o los increíbles 12 puntos y 10 asistencias de Facundo Campazzo. Pero si alguien encendió los petardos de un partidazo, fue Sergio Llull al que a uno se le acaban todo tipo de calificativos. Los blancos cierran la jornada como líderes invictos con 4-0 de balance y a la espera de que le acompañen tanto FC Barcelona y Valencia Basket que en la jornada de hoy podrían mantener un pódium 100% en lo más alto de la Euroliga.