Euroliga Jornada 28 Real Madrid 88 Zalgiris 81

Felipe, el eterno

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Importante victoria del Real Madrid, para intentar establizarse en la cuarta plaza de la clasificación ante un Zalgiris que nunca se rindió. Felipe Reyes fue el mejor con 16 puntos en solo 12 minutos, en un partido, donde los mejores fueron los jugadores de la segunda unidad. Los blancos, dependen de sí mismos para lograr su objetivo.

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Llegaba la segunda final, prácticamente consecutiva, para que el Real Madrid se asentase dentro del cuarto puesto de la Euroliga. Tras haber gastado en Valencia, la bala de la recámara, el partido de anoche se convertía en fundamental para seguir con ventaja, dependiendo de sí mismo, para lograr tan ansiada ventaja de campo. Y todo ello tras 48 horas de desbandada de aficionados madridistas, dispuestos a bajarse nuevamente del autobús, esperando la llegada de uno nuevo con algo más de ventaja. No aprendemos a ser humildes, ni tampoco a aprovechar el trabajo realizado durante 6 meses. Sirva como ejemplo, pese a la derrota del martes en Valencia, el Real Madrid se clasificaba matemáticamente para el Top 8, mientras que la victoria de Unicaja de Málaga el pasado miércoles, frente al FC Barcelona, le dejaba curiosamente, sin opciones de disputar los cuartos de final. Y no lo hace, porque en las 26 jornadas anteriores, no estuvieron regulares.  Por tanto, una victoria contra Zalgiris, casi eliminaba al equipo lituano de la lucha por la cuarta plaza, al tener una victoria menos y el basketaverage perdido con el Real Madrid. Por ello y por la sufrida victoria conseguida por Panathonaikos en Tel Aviv, la victoria anoche en el WiZink Center se convertía prácticamente en fundamental.

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Nuevamente, Fabien Causeur recuperaba plaza en el quinteto madridista, en sustitución de Jaycee Carroll, titular últimamente, junto a los clásicos, Campazzo, Taylor, Randolph y Tavares. La importancia del partido, para ambos equipos, apremió a ambos equipos, que les costaron anotar dos minutos y medio, que fue lo que tardó Fabien Causeur en anotar la primera canasta en juego del partido y colocar el 4-0 en el marcador. En los primeros minutos de juego, Jasikevicius colocó una defensa 2 contra 1 presionante, contra Facundo Campazzo, que el habilidoso base argentino, le costaba superar. Tanto es así, que tras 4 minutos de juego, Pablo Laso devolvió a las canchas, dos semanas después, a un recuperado Luka Doncic. Esta vez, la inercia de los interiores madridistas, no funcionaba tan bien como se esperaba y sin darnos cuenta, nos encontrábamos con un 6-8 en el minuto 5, con un Real Madrid muy fallón 2/7 en tiros de campo – 28% en tiros – y un Zalgiris, que realizaba su partido, pese a sus deficiencias, contaba con un 57% en tiros de campo y por momentos parecía tener el control del partido. Y con todo mi respeto, que es mucho, a la gran temporada ofrecida por Zalgiris, yo sabía que el Real Madrid era mejor, que disponía de mejores jugadores, que podrían fallar y cometer errores como todos nosotros, pero que disponía de su fuerza y su intensidad para intentar llevarse el partido, más fácil de lo previsto en la clasificación. Caso error el mío, error que admito y que muchos de los aficionados blancos ya omiten. Todo ello pese a un parcial de 11-2 en 3 minutos, que volvía a poner al Real Madrid por delante y que nos hacía imaginar de un partido suave y tranquilo. Pero el baloncesto es tan mágico, que nunca puedes dar algo por ganado, quedando 30 minutos por jugar. Pese a ese parcial, el juego del Real Madrid era muy embarrado con hasta 6 pérdidas de balón en el primer cuarto, la mayoría de ellas provocada por pases de fantasía que nunca llegaban a su destino. Por ello, dos triples consecutivos de Zalgiris, dejaban el resultado al final del primer cuarto, 19-16 para el Real Madrid. Un Real Madrid, donde solo Rudy Fernández, anotaba más de una canasta en juego y que raspaba el 50% en tiros, pese a su 1/4 en triples.

Ya de manera habitual, esperábamos a una segunda unidad que diese mejor cara que la inicial. Rudy y Carroll en las alas, daban más confianza que la inicial, puesto que tienen más puntos en sus manos, y la salida de Doncic junto con Felipe y Thompkins, daba más velocidad al juego ofensivo del Real Madrid. La entrada del capitán del Real Madrid, fue fundamental para recuperar un 8-0 de parcial y colocarse con un +7 en el minuto 13. 5 puntos y 1 robo, conseguía Felipe Reyes en ese espacio de tiempo, intentando cubrir lo máximo posible, la enorme sombra de la baja de Gustavo Ayón, ausente en las próximas dos semanas. Pero no se quedaba solo ahí el ejercicio del gran Rey de Reyes del Real Madrid. Otro dos más uno, le colocaban con 8 puntos anotados en solo 4 minutos de juego, para darle la máxima diferencia a los de Laso, 34-26 minuto 15. Pero Zalgiris, motivado por la importancia del choque, no quería despedirse del encuentro tan fácilmente y con la ayuda de Antanas Kavaliauskas, se agarra al choque, gracias a sus 8 puntos en este segundo cuarto. Parecía que todo volvía a la normalidad, pero el club blanco, se empecinaba en llevarlo por el camino más complicado. La vuelta de Felipe Reyes al banquillo, fue una losa para los blancos, que se empecinaban nuevamente en el triple – 2/9 en el segundo cuarto – y en las pérdidas de balón inútiles, que provocaban el encendido de la maquinaria exterior del Zalgiris, que con la mano de Arturas Milaknis y su 4/4 en triples, lideró un parcial de 2-13 en 4 minutos para volver a ponerse por delante en el marcador. Y no podía ser más sencillo el jugo del equipo lituano, con demasiadas lecciones del Pick & Pop con Jankunas de ejecutor. Ello provocó una de las imágenes de la noche, como fue el tiempo muerto pedido por Laso a falta de 42 segundos para llegar al descanso, viendo la escasa o nula defensa de sus jugadores que entre sí mismos discutían. En el video adjunto a esta crónica, podéis ver cómo estaba el ánimo de Pablo Laso ante el partido de sus jugadores en defensa. Finalmente, los ánimos se relajaron y llegamos al descanso con 41-44 para Zalgiris, que anotó 28 puntos en el segundo cuarto con 4/4 en triples y un 58% en tiros de campo en contra del 48% del Real Madrid con Edy Tavares y Felipe Reyes haciendo el trabajo sucio. Con Luka Doncic consiguiendo 8 puntos y 3 asistencias, en un partido donde Campazzo, no estaba a la altura con 0 puntos y -1 de valoración.

Mucho, muchísimo tenía que cambiar el juego del Real Madrid, además de la actitud. Esa entrega, esa energía que siempre alardeamos que nunca se agota en las venas madridistas y que parecía dispersa y fuera del recinto del WiZink Center, donde más de 10000 aficionados, miraban atónitos como incluso Zalgiris lograba un parcial de 0-5 en dos minutos y ponía el sorprendente 41-48 en el minuto 22 de partido. El Real Madrid, volvía a necesitar un líder, un revulsivo que controlase el juego y el partido, pero desafortunadamente, ese jugador, no parecía ser nuestro Facu Campazzo, que empezaba a desesperar y más problemático aun, desesperarse él mismo. Dos pérdidas más de balón, colocaban la decena de pérdidas solo en 23 minutos jugados, con solamente 2 puntos anotados. Al menos, Campazzo, como buen argentino, conseguía 5 puntos consecutivos para nuevamente igualar el marcador y buscar ese punch ofensivo, que el Real Madrid necesitaba para nuevamente liderar el encuentro, 51-50 minuto 25. Pero nuevamente, el Pick & Pop ofrecido por Micic y Jankunas, hacía crack en la defensa madridista, consiguiendo puntos fáciles y seguros para el cuadro lituano. Pero esta vez, sería Fabien Causeur, quien se puso la capa de superhéroe para anotar 8 puntos consecutivos y liderar, un parcial de 10-6 para darle ventaja a los blancos en tan importante partido. El partido estaba loco, las imprecisiones se repetían por parte de ambos equipos, lo que provocaba que el reloj avanzase y el resultado se mantuviese con el Real Madrid por delante, pese a las 12 pérdidas de balón de ambos equipos al final del tercer cuarto. Todo ello, pese al alcanzar el 50% en tiros de campo del Real Madrid que llegaba al final del tercer cuarto con 65-62 en ventaja. El trabajo de Jankunas, era contrarrestado por el buen cuarto de Causeur, pero aún faltaba mucho por mejorar para que el Real Madrid se llevase el partido.

Y mucho mejoró el equipo de Laso en este último cuarto. Era lo importante y lo necesario, con una segunda unidad mucho mejor armada que la primera, con una defensa aún entre algodones, pero con un Felipe Reyes francamente reinando a sus anchas. Tras su merecido descanso en el tercer cuarto, el monarca apareció dándole a su equipo los primeros 6 puntos sin fallo del equipo superando en la zona a cualquier defensor que le quisiesen poner delante. Y es que el chaval de 38 años, estaba activado en modo máximo, no solo anotando sino sacando de quicio a sus rivales. Pero de la misma forma que ocurrió en Valencia, el maldito triple – 8/13 en el partido – de Zalgiris, le volvieron a meter en el partido, entonando nuevamente el nerviosismo habitual en la grada del Wizink Center. Los 16 puntos de Jankunas, conseguidos con el dichoso Pick & Roll, ponía el tembloroso 75-74 minuto 35. Pero no más. Esta vez, el eterno Felipe Reyes, encontró el apoyo de los menos habituales, como Carroll con 10 puntos, Trey Thompkins con 8 puntos y Luka Doncic con sus habituales 11 puntos y 7 asistencias. Esta vez, Zalgiris no pudo frenar el nuevo arreón blanco, que con un parcial de 13-7 en 5 minutos, decidieron el partido para el Real Madrid 88-81. Las 15 pérdidas de balón se acumularon a las escandalosas 27 asistencias - más asistencias que rebotes, 25 – y 10 robos de balón, donde todos los jugadores en cancha, consiguieron interceptar un balón.

Con esta victoria y la del Panathaikos en Tel Aviv, el Real Madrid sigue en 4ª posición con 17-11 de balance, el mismo que Panathinaikos, a la espera de lo que hoy haga Khimki. Ahora Zalgiris está a una victoria - que son dos por el basektaverage – del Real Madrid, que necesitará ganar los dos partidos que le quedan, o al menos hacer lo mismo que haga Panathinaikos para asegurarse esa cuarta plaza. Estrella Roja y Brose Bamberg son los rivales del Real Madrid, mientras Valencia Basket y Armani Milán, serán los de los griegos. ¿Qué ocurrirá? El jueves, nuevo capitulo.