Lección de coraje
El Real Madrid jugó uno de los mejores partidos de toda la temporada ganando al CSKA de Moscú y preparado para disputar una nueva final de Euroliga contra Fenerbahce que espera el domingo. Gran partido de Doncic y de Llull con 16 puntos ambos, siendo clave los 12 puntos y 11 rebotes de Gustavo Ayón. Nueva lección de juego del equipo de Pablo Laso que vuelve a tener a tiro ganar la décima Copa de Europa.
Llegó el momento, la Final Four está aquí. Curiosamente, esta temporada, poco se ha hablado del rival y sí mucho del estado de forma en que llega el Real Madrid a Belgrado. Nada menos que 17 victorias en los últimos 18 partidos, siendo 6 de ellas en la Euroliga. Además, la motivación era aún más alta, viendo el estado físico de Sergio Llull. Quizás, personalmente, yo era más precavido, mirando el rival en esta semifinal, el cual había visto desplazar durante toda la temporada un juego muy coral, con jugadores muy físicos tanto dentro como fuera de la pintura y con dos cracks como Sergio Rodríguez y Nando de Colo a los mandos. Y es que este CSKA de Moscú había visitado la Final Four de manera habitual en los últimos años y soñaba con volver a disputar el partido final, por tercer año consecutivo. Pero enfrente tenía al Real Madrid. Y este Madrid no era aquel de la liga regular, es el Real Madrid de las grandes citas, donde saca toda su artillería, porque aun teniendo lesionados, el escudo y el coraje se mantienen. Y tienen como entrenador a Pablo Laso, que éste no está lesionado y ha sabido llevar a un equipo sin capitán y sin muchos de sus mejores hombres, a disputar una sexta final four en ocho años.
No va más. Comienza la – penúltima – final, a la cual el Real Madrid ha de entregarse en cuerpo y alma, en demostrar su historia y por encima de todo, su hegemonía en Europa al menos en los últimos siete años. Y como muestra, Pablo Laso da una vuelta más de tuerca colocando al recuperado Facundo Campazzo de titular con la misión fundamental de detener a Sergio Rodríguez – 5 puntos y 1 asistencia en 8 minutos – junto a Luka Doncic, que sería la punta de lanza del equipo, junto a Jeff Taylor, el pegamento sobre Cory Higgins y la dupla interior que tan buen resultado dio en la pasada eliminatoria contra Panathinaikos, Felipe Reyes y Gustavo Ayón. Sorprendente, al menos para mí, que quizás esperase la intimidación de Randolph y Tavares junto a los puntos de Rudy o Carroll de inicio, pero el entrenador vitoriano me dio – otra más – una nueva lección. Por ello es el entrenador del Real Madrid y yo simplemente un contador de historias de un club que esta escribiendo la suya propia. Pero no solo sorprendió el quinteto blanco, sino también la actitud en cancha de los blancos, que decidieron subir los grados de intensidad defensiva desde el primer minuto. Aquello no intimidó al CSKA de Moscú que conseguía un 11-4 de inicio en 3 minutos con 8 puntos conseguidos por un increíble Cory Higgins que ni se inmutaba por la férrea defensa de Jeffrey Taylor. El escolta americano de CSKA conseguía 12 puntos en apenas 7 minutos del primer cuarto, haciendo fácil lo difícil, que era anotar sobre la buena defensa de Taylor. Pero el Real Madrid, se despreocupaba del partido de Higgins, mientras pudiesen parar al resto del CSKA y con un motivado Luka Doncic, colocaba el marcador en 15-9 en el minuto 5. Muchos puntos conseguidos por el equipo ruso en tan poco tiempo, pero las sensaciones del Real Madrid sobre la cancha, daba buenas vibraciones a la afición madridista. Hasta 3 robos de balón conseguía el Real Madrid en el primer cuarto, pero sus horribles 1/7 en triples y 5/10 en tiros libres, no le permitió al Real Madrid a igualar el marcador. El resultado al final del primer cuarto, era un engañoso 30-20. Engañoso, porque el CSKA llevaba 3/6 en triples y 9/9 en tiros libres, datos muy diferentes a los conquistados por su rival. En tiros de campo, 60% para CSKA y 50% para el Real Madrid. Mejorar el triple y permitir menos tiros en el CSKA, eran los deberes para los jugadores de Pablo Laso.
Además, el primer cuarto terminó con un parcial de 7-2 para el cuadro de Itoudis en un minuto, pero alimentado por los tiros libres, donde Nando De Colo, se sirvió para conseguir 8 tantos, por los 7 de Luka Doncic en el Real Madrid. Pero no me he vuelto loco, pese al -10 en el marcador seguía viendo muy vivo al Real Madrid, que me dio la razón en 80 segundos consiguiendo un parcial de 0-8 de inicio con una mejoría tremenda en el triple con Jaycee Carroll y Sergio Llull de avanzadilla, consiguiendo entre ambos, un 4/7 en triples en el segundo cuarto. Parecía pues, mejorado la opción de llegar a un mínimo 40% de acierto en el tiro exterior. Este parcial fue duro e inesperado para las huestes del CSKA, que no encontraba respuesta sencilla y veía como el Real Madrid echaba a correr y enchufaba un nuevo triple – 6/9 en el segundo cuarto – para ponerse por primera vez por delante, 34-37 minuto 13. Sí, no me he equivocado en la escritura. Es un parcial de 4-17 en solo 3 minutos con 5 puntos de Llull, 3 de Causeur, 3 de Thompkins y 6 de Carroll, siendo un 5/5 desde el triple para empezar el cuarto. El huracán madridista se detuvo en ese minuto 13, pero afortunadamente, el CSKA solo era capaz de anotar desde el tiro libre y mantenerse vivo en el partido, 36-37 minuto 15. Y todo ello con Sergio Rodríguez en cancha, que siguió sin anotar y sin tirar, solo realizando dos asistencias más para un Kyle Hines que sigue siendo un auténtico bastión bajo la canasta, desde sus dos metros pelados. Pero el trabajo de Jaycee Carroll con 3/4 en triples junto a los 7 puntos de Llull y sus 3 asistencias y los 5 puntos de Thompkins, provocaron el increíble parcial de 16-27 para el Real Madrid en este segundo cuarto. Un segundo cuarto, que consiguió arreglar el CSKA de Moscú en los últimos minutos con dos triples, pero que la segunda unidad blanca, decidió apuntillar y dejar el 46-47 al descanso. El 55% en tiros de campo y el ya mejorado 44% en triples, daba esa ventaja al Real Madrid, donde no destacaba ningún jugador en particular, donde los bases y aleros se encontraban bien enchufados.
Bien enchufados no solo en ataque, sino también en defensa. Puesto que, pese a los 46 puntos conseguidos por CSKA y su casi 50% en tiros, los hombres importantes del equipo ruso no encontraban su juego. De Colo llevaba 11 puntos, pero 6 eran de tiros libres, Sergio Rodríguez 5 puntos en 4 tiros y solo 3 asistencias en 15 minutos. Will Clyburn 8 tantos, pero con 0/4 en tiros de dos puntos y donde naufragaba el juego interior con Hines, Hunter, Vorontsevich o Nikita Kurbanov, donde todos ellos sumaban 10 puntos en 20 minutos de juego. Por primera vez en mucho tiempo, el Real Madrid, había conseguido plantear un partido contra CSKA de Moscú desde la defensa, mientras que en el ataque, habría que seguir confiando en el triple y en las habilidades de Llull y Doncic, puesto que Campazzo seguiría guardando turno en el banquillo. Pero nuevamente, Pablo Laso volvió a darme una nueva lección en la segunda parte, dando protagonismo a otros jugadores que habían estado “más apagados” en la primera mitad. Y todo ello pese al 5-0 de inicio del campeón de la liga regular de la Eurolga, donde se volvió a ver al Real Madrid fallón del principio del partido. Pero los ánimos de la afición rusa, se apagaron enseguida, puesto que el Real Madrid volvió a poner el cerrojo a su aro y devolvió el parcial de CSKA con otro 0-7 para dejar el marcador en 51-54 para el Real Madrid en el minuto 25. Ni siquiera con De Colo y Sergio Rodríguez a la vez en cancha, era capaz de anotar CSKA de Moscú, un nuevo triunfo para Pablo Laso que empezaba a abrir el marcador con el paso de los minutos con un nuevo parcial de 0-6, sumado al anteriormente indicado que propició un nuevo tiempo muerto de Itoudis. Los porcentajes lo decían todo, un 37% en el CSKA por el 51% del Real Madrid, más pendiente de que no recibieran balones Rodríguez y De Colo, que de ser la típica apisonadora de llegar a 100 puntos lo antes posible. El parcial era tremendo, 1-13 en 6 minutos de juego, eso fue lo que estuvo el todopoderoso CSKA de Moscú sin anotar en el tercer cuarto, donde Gustavo Ayón se hizo el amo, yéndose al final del cuarto con 8 puntos y 9 rebotes. Un cuarto que terminaba 56-63 para el Real Madrid, que en cualquier otro partido creeríamos que tendría dominado, pero esto es la Final Four y aun quedaban 10 minutos más. Tan bueno era el partido del Real Madrid, que ganaba – 27 a 23 – en rebotes a CSKA, en asistencias y por supuesto en porcentaje desde el triple. Solo el maldito 44% en tiros libres, emborronaba la estadística.
A diez minutos de una nueva final de Euroliga, con una ventaja de 7 puntos y tras haber superado una eliminatoria sin el factor cancha, tan necesario – en teoría – para conseguir plaza entre los cuatro mejores equipos de Europa. Así se encontraba el Real Madrid, hasta que Kurbanov con un robo y mate, despertó del sueño al Real Madrid con un 0-5 de parcial en menos de un minuto y colocar a tiro al equipo del ejercito ruso del Real Madrid. Pero como decíamos, los blancos se despertaron con una nueva mandarina de Sergio Llull que terminaba el partido con 16 puntos en 22 minutos, siendo algo normal, si no fuese porque es su tercer partido en Euroliga esta temporada. Y el sueño se convirtió en realidad con otro triple – los blancos terminaron con un 45% de acierto – de Thompkins, poniendo un esclarecedor 61-73 en el minuto 33, un resultado que debía dar respiro a los hombres de Laso, que tocaban la final con la yema de los dedos. Pero estamos en una semifinal de Final Four, contra el actual subcampeón de Europa y líder incuestionable de la liga regular. Y su hombre fuerte fue en esta ocasión Kyle Hines consiguiendo 16 puntos y 9 rebotes, siendo el mejor de su equipo junto a Will Clyburn con otros 16 pero con un 5/17 en tiros de campo. Reaccionaba el CSKA hasta el 73-76 del minuto 36, donde el Real Madrid, parecía incapaz de anotar, solo desde el tiro libre donde ya decimos que sus porcentajes no eran los adecuados, terminando el partido en un 61%. Pero nuevamente, Sergio Llull, devolvía el sueño de la remontada del CSKA a pesadilla. Una pesadilla que se encargó Trey Thompkins – 12 puntos 6 rebotes – y Gustavo Ayón – 12 puntos 11 rebotes – en poner punto final a las esperanzas rusas.
Una nueva final, un nuevo objetivo se asomaba con el final del partido. La 19ª de Pablo Laso como entrenador del Real Madrid, la 2ª en una temporada marcada por las lesiones, por los desencantos y por los continuos cambios en el roster, pero hay algo que no ha cambiado. Pablo Laso ha estado presente en los 73 partidos oficiales que lleva jugados este equipo, que ha llegado a cotas, que muy pocos esperábamos ver esta temporada. Mañana, la final contra Fenerbahce, ya será otra historia, pero lo que anoche consiguió el Real Madrid de Pablo Laso fue una lección de coraje y una demostración de porqué él, tiene que ser el entrenador de este Real Madrid.