Milano- Real Madrid: el fin de Venson Hamilton

Cargando...

Fue a principios de 2009, con media Europa congelada por una ola de nevadas que llegaron a helar aeropuertos y colapsar ciudades. Madrid y Milán no se libraron de aquello. Quizá muchos lo recuerden, pero un 9 de enero, la expedición blanca viajó en metro desde Barajas a Campo de las Naciones porque el autobús que debía recogerles a su llegada de Italia no había podido acceder hasta el aeródromo.

xxxxxxxxxx

En Milán, un 8 de enero, había jugado el Madrid su duelo de Euroliga ante los milaneses. Eran otros tiempos, tanto en la máxima competición continental como en el propio club blanco, que todavía jugaba en Vistalegre, que enfilaba la recta final de la etapa de Joan Plaza y que lo máximo que había saboreado en Europa en la última década era una Copa ULEB.

En ese Madrid que cayó en Milán (70-61) un tal Sergio Llull sólo jugó 5 minutos, Bullock era la referencia de ataque y el trío sólido de nacionales estaba formado por Álex Mumbrú, Raúl López y Felipe Reyes, único superviviente junto con el propio Llull de aquella formación.

Más allá de la derrota, Milán supuso el punto y final de Venson Hamilton como jugador del Real Madrid. Ese 8 de enero, el interior estadounidense jugó su penúltimo partido con la camiseta blanca y su último duelo de Euroliga. Acabó expulsado de la contienda por propinarle un cabezazo a Mordente, pero la verdad, ni de cerca esa fue la razón de su finiquito deportivo con el Madrid.

La de Hamilton es una trayectoria marcada por las lesiones (ACB Photo)

El 10 de enero, ante el Fuenlabrada, Hamilton formaba en pista 3 minutos y cerraba su historia como merengue. Punto y final a tres temporadas en la capital, grabadas a fuego por una lesión de rodilla en diciembre de 2006 que le cortó en seco su carrera.

Hamilton había sido uno de los fichajes estrella de los blancos para la 2005/06. Nacionalizado español, había brillado en Bilbao y principalmente en Badalona. Su salto al Madrid era el gran momento de su carrera. Y lo fue, al menos unos meses, porque en el citado diciembre de 2006 desaparecía del mapa. No volvió a competir hasta el inicio de la 2007/08, pero los problemas físicos distaban de ser algo pasado. Volvió a causar baja muy pronto. Y volvió a reaparecer para el comienzo de la 2008/09, la misma que le condujo hasta esa tarde de Milán.

Para entonces, Plaza ya lo había dado por perdido. En octubre de 2008, durante su enésimo regreso, no dudó en confesarme que eran conscientes de que no iban a volver al Hamilton que había firmado por el Madrid dos campañas antes, el pívot potente de antes de la lesión.

Hamilton terminó su estancia en el Madrid desde el anonimato, una etapa lastrada por la pena de las lesiones.

Nunca se rindió y posteriormente llegó a entrenar con el Joventut, Lleida y el Clínicas Rincón (LEB Oro) en 2010 e incluso jugó un partido de ACB en 2011 con el Gran Canaria, donde llegó para ayudar en los entrenamientos de un plantel acosado por las bajas. Su amistad con Savané tuvo que ver mucho en esta contratación.

Tras ello, buscó horizontes en Marruecos y Kosovo, escalones muy bajos para quien llegó a ser elegido en el draft de la NBA y gozó de un magnifico cartel a mediados de la pasada década.