Mosca Cojonera
El Real Madrid se llevó la victoria de Kaunas, por pesado!! Tras ir perdiendo por 14 puntos en el primer cuarto y por 8 al final del tercero, un parcial de 11-28 en el último cuarto, liderado por 4 triples sin fallo de Rudy Fernández, voltearon el encuentro ante un formidable Zalgiris que terminó con un 60% en tiros de campo. Gustavo Ayón "tributó" a Sabonis en su casa, con 13 puntos 10 rebotes 4 asistencias 3 robos y 1 tapon, para mantener a los blancos, invictos en la temporada.
Ayer el Zalgirio Arena, me recordó al baloncesto lituano de los 80 y principios de los 90. Mi ADN cebolleta saltó, cuando al Zalgiris de Kaunas, le entraba todo en la tarde de ayer. 71% de acierto en el primer cuarto, 65% al descanso y nuevamente 67% de acierto después de 30 minutos. El Real Madrid, se empezaba a encontrar contra las cuerdas, en una cancha donde curiosamente, había vencido en las últimas cinco visitas al Zalgirio Arena de la mítica ciudad de Kaunas. Poco se le podía pedir a un Real Madrid que se encontraba ante tal aluvión de acierto de 12 chavales – sí, Jankunas con sus 34 años, también lo es – que quieren repetir su gesta del año pasado colándose en la Final Four. Y su primera prueba de fuego, era vencer al actual campeón. Vencer a un Real Madrid que lleva 12 victorias consecutivas esta temporada, que se puede permitir el lujo de dejarse ir, aunque eso cause ciertas críticas en alguna parte de su inconformista afición.
El partido fue maravilloso, con un Zalgiris Kaunas que hizo todo para llevarse la victoria, un 59% de acierto en tiros de campo, 29 rebotes, 21 asistencias y 90 de valoración. Ante cualquier otro rival, el Zalgiris no solo hubiese ganado, sino que además hubiera convencido a toda Europa, de que otro año más volverá a luchar por ser equipo de Final Four. Con un entrenador, que siento que va a ser el primer entrenador europeo – con años de experiencia en Europa – en dirigir a una franquicia de la NBA, no a mucho más tardar. Y ayer lo demostró ante un Real Madrid, cojo de su capitán, Felipe Reyes, que causó baja. Hecho que aprovechó Jasikevicius para insistir en el pick & pop de sus pívots, para marcharse 16-8 en el minuto 7 de partido, rozando el 100% de acierto, gracias a los lanzamientos desde 5 metros de Brandon Davies y Paulius Jankunas, que terminaron con 16 – 8/10 en tiros – puntos de los 32 que anotarían los lituanos en el primer cuarto. No miento, 32 puntos recibió el Real Madrid en el primer cuarto, en parte a su mala defensa – 4 pérdidas de balón en el primer cuarto – y en mayor parte, al 71% de acierto tuvo Zalgiris. Y es que Zalgiris, terminó el primer cuarto con unos números que bien podrían ser de una mitad completa, con 32 puntos 8 rebotes 11 asistencias y 44 de valoración. Ante tal circunstancia, el rival solo puede superarlo o igualarlo, para intentar seguir dentro del partido. Pero el Real Madrid, no se inmutó. Estaba lejos, jugaba peor, apenas contaba con 5 rebotes, pero su 43% de acierto cara al aro y sus 18 puntos anotados, indicaban de la sorpresa producida por el inicio lituano, el equipo blanco solo podía ir mejorando, puesto sus medias superan los 80 puntos y los 100 en valoración.
La última canasta del primer cuarto de Jankunas, a falta solo de 2.2 segundos para el final del cuarto, fue una demostración de la enorme diferencia de suerte y acierto entre los dos equipos y no se podía poner ni un pero, al 32-18 del final del primer cuarto. De igual forma que sucedió en la segunda jornada de esta Euroliga ante Milán, el Real Madrid sabía que debía frenar la aportación ofensiva local, si quería regresar al partido. Con la salida de Facundo Campazzo y Rudy Fernández, Pablo Laso intentaba conquistar ese logro, algo que lograron los madridistas, dejando en tan solo 12 puntos a los lituanos en este cuarto. Y todo eso comenzó dejando en un 30% de acierto a Zalgiris en este cuarto, llevándoles a lanzar 10 tiros a canasta, por los 21 lanzados en el primer cuarto. Ahora, el siguiente objetivo del Real Madrid, era superar a los locales en ataque y el objetivo empezaba a formarse con el paso de los minutos. Siete puntos de Randolph y Carroll, con un gran trabajo de Ayón y Campazzo, devolvían al partido al Real Madrid 34-30 en el minuto 14. Solo dos puntos de Zalgiris en esos 4 minutos, pero el corazón y coraje de los soldados de Jasikevicius volvieron a poner tierra de por medio con 10 puntos de Jankunas y Nate Wolters, que en apenas tres minutos, dejaban las cosas en su sitio 42-34. Pero ni el mejor Zalgiris posible, puede desbancar a este Real Madrid que decidió volver a aparecer en los últimos 3 minutos del segundo cuarto con un parcial de 2-9 para cerrar la primera parte en 44-43. Quien nos iba a decir, que un equipo con un 71% de acierto a favor y un +14 en 10 minutos, se encontrase diez minutos después, con apenas un punto de ventaja. Todo eso sin tener el Real Madrid un acierto descomunal. Un 53% de acierto y lo más importante, dejar al Zalgiris en 20 puntos menos anotados, en este cuarto.
Porque si algo tiene este Madrid, no es jugadores, sino equipo. Por ejemplo, Randolph era el máximo anotador al descanso con 8 puntos anotados, pero era Gustavo Ayón con 2 puntos y 6 rebotes, el más valorado. Y así hasta llegar a los 46 de valoración, en un partido que se le había complicado de inicio. Y de un plumazo se fue la ventaja lituana, debido a un triple de Randolph que colocó el 44-46 apenas iniciada la segunda parte. Randolph, terminaría el choque con 16 puntos en 26 minutos siendo el máximo anotador final del partido. Pero Jasikevicius y Zalgiris, estaban ante una ocasión de oro de vencer al campeón de Europa. El acercamiento del Real Madrid en el segundo cuarto, no fue provocado por errores locales, sino por el momento extasiado que se encuentran en este inicio de temporada los jugadores de Pablo Laso. Pero nuevamente, Jasikevicius recordó a su equipo la falta de Felipe Reyes en el campo, para seguir aprovecharse de los pick & pop de los pívots, puesto Edy Tavares, apenas conseguía salir a defender a sus rivales a 5 metros de la canasta. Nuevamente se desperezaba el ataque lituano que volvería a aumentar su acierto hasta el 64% en este cuarto. Pero esta vez, el Real Madrid seguía ahí. 12-9 de parcial en 5 minutos, con un Jankunas – 18 puntos y 7 rebotes – espectacular y una enorme sorpresa en el americano Nate Wolters – 16 puntos y 5 asistencias – que hacían las delicias del público del Zalgirio Arena. Un público que llegó a su momento más álgido de alegría cuando Brandon Davies colocaba el 64-54 en el minuto 27, ante un desencajado Real Madrid. O eso creía yo, porque este Real Madrid nos quiere habituar, no solo a pelear todo partido, sino a ser muy pesado y cansino hasta rivales mejores, que merecen llevarse una fácil victoria. Cuando pensábamos en cerrar el cuarto de la mejor manera posible, llegó un nuevo parcial de 4-8 en 3 minutos, para cerrar el tercer cuarto 68-62 para Zalgiris. ¿Qué más debía hacer Zalgiris Kaunas para deshacerse del Real Madrid? 68 puntos, 65% en tiros de campo, 21 rebotes, 20 asistencias y 80 de valoración. Pero sólo 6 puntos arriba, ante un Real Madrid que se quedó en 19 tantos este cuarto, y que veía como Randolph y Llull, eran los únicos que superaban los 10 puntos anotados.
Así es bastante difícil ganar un partido. Con apenas un 46% - comparado con el 65% del rival – de acierto en el tiro, habiendo recibido casi 70 puntos en 30 minutos, y sin un líder lógico para afrontar la remontada. Pero estaban a 6 puntos. Los blancos, “molestaban” en la fiesta que se había organizado en Lituania, ante el enorme partido disputado por el Zalgiris en la tarde de ayer. Y con Campazzo, Rudy, Carroll, Deck y Ayón en el quinteto inicial del último cuarto, Pablo Laso dejó a las claras, su intención de no permitir punto alguno del equipo verde. Y fue en estos últimos diez minutos, donde en la casa del ZAR Arvydas Sabonis, Gustavo Ayón decidió darle un homenaje particular con 7 puntos 2 rebotes 2 asistencias y 1 robo de balón, en los 10 minutos del último cuarto. Fue el total dominador del encuentro en todas las facetas, puesto que finalizaría el partido en 30 de valoración, con 13 puntos 10 rebotes 4 asistencias 3 robos y 1 tapón en 26 minutos de juego. Unas estadísticas que podría firmar el bueno de Arvydas en su propia casa. Así es imposible. Porque Zalgiris lo intentaba todo, seguía luchando por mantenerse por encima en el marcador, pero cada vez más nervioso, notando el cálido aliento madridista en la nuca, puesto el resultado era 73-73 en el minuto 35. Empate después de un 32-18 en 10 minutos, 42-34 en 17 minutos o el 68-60 en el minuto 29. Que pesados son estos del Real Madrid, que decidieron pisar a fondo en el marcador y de la mano de un explosivo Rudy Fernández – 4/4 en triples en 5 minutos – lideraron un parcial de 6-17 para cerrar el partido y la quinta victoria en la Euroliga, nuevamente por encima de los 10 puntos de diferencia, 79-90.
Y es que ayer el Real Madrid, no hizo su mejor partido, pese a los 90 puntos y 99 de valoración. Con un 51% de acierto y siempre yendo a remolque en el marcador, arañando la desventaja minuto a minuto, contra un Zalgiris que nos ofreció un bellísimo encuentro de baloncesto, pero que se encontró ante un Real Madrid, que como ya adelantó Sarunas Jasikevicius, está a un nivel NBA. Puesto que solo necesito a 4 jugadores superando las dobles figuras en puntos y en valoración. Con Sergio Llull y Edy Tavares valorando 4, sumando los dos. Pero con un Rudy que apuntilló con 4 triples al final del partido, lo que había amenazado Gustavo Ayón con su espectacular 30 de valoración en su estadística, la enorme defensa de Campazzo y Deck, los puntos de Randolph y Carroll… En definitiva, que lo ofrecido por el Real Madrid ayer, fue un ejercicio que nunca antes se ha podido ver en una franquicia tan histórica como esta. Que incluso ganan, mereciendo – por culpa del excelente partido del rival – perder y dando la paliza, como mosca cojonera, hasta que al final consigue su objetivo.
Ayer el Zalgirio Arena, me recordó al baloncesto lituano de los 80 y principios de los 90. Mi ADN cebolleta saltó, cuando al Zalgiris de Kaunas, le entraba todo en la tarde de ayer. 71% de acierto en el primer cuarto, 65% al descanso y nuevamente 67% de acierto después de 30 minutos. El Real Madrid, se empezaba a encontrar contra las cuerdas, en una cancha donde curiosamente, había vencido en las últimas cinco visitas al Zalgirio Arena de la mítica ciudad de Kaunas. Poco se le podía pedir a un Real Madrid que se encontraba ante tal aluvión de acierto de 12 chavales – sí, Jankunas con sus 34 años, también lo es – que quieren repetir su gesta del año pasado colándose en la Final Four. Y su primera prueba de fuego, era vencer al actual campeón. Vencer a un Real Madrid que lleva 12 victorias consecutivas esta temporada, que se puede permitir el lujo de dejarse ir, aunque eso cause ciertas críticas en alguna parte de su inconformista afición.
El partido fue maravilloso, con un Zalgiris Kaunas que hizo todo para llevarse la victoria, un 59% de acierto en tiros de campo, 29 rebotes, 21 asistencias y 90 de valoración. Ante cualquier otro rival, el Zalgiris no solo hubiese ganado, sino que además hubiera convencido a toda Europa, de que otro año más volverá a luchar por ser equipo de Final Four. Con un entrenador, que siento que va a ser el primer entrenador europeo – con años de experiencia en Europa – en dirigir a una franquicia de la NBA, no a mucho más tardar. Y ayer lo demostró ante un Real Madrid, cojo de su capitán, Felipe Reyes, que causó baja. Hecho que aprovechó Jasikevicius para insistir en el pick & pop de sus pívots, para marcharse 16-8 en el minuto 7 de partido, rozando el 100% de acierto, gracias a los lanzamientos desde 5 metros de Brandon Davies y Paulius Jankunas, que terminaron con 16 – 8/10 en tiros – puntos de los 32 que anotarían los lituanos en el primer cuarto. No miento, 32 puntos recibió el Real Madrid en el primer cuarto, en parte a su mala defensa – 4 pérdidas de balón en el primer cuarto – y en mayor parte, al 71% de acierto tuvo Zalgiris. Y es que Zalgiris, terminó el primer cuarto con unos números que bien podrían ser de una mitad completa, con 32 puntos 8 rebotes 11 asistencias y 44 de valoración. Ante tal circunstancia, el rival solo puede superarlo o igualarlo, para intentar seguir dentro del partido. Pero el Real Madrid, no se inmutó. Estaba lejos, jugaba peor, apenas contaba con 5 rebotes, pero su 43% de acierto cara al aro y sus 18 puntos anotados, indicaban de la sorpresa producida por el inicio lituano, el equipo blanco solo podía ir mejorando, puesto sus medias superan los 80 puntos y los 100 en valoración.
La última canasta del primer cuarto de Jankunas, a falta solo de 2.2 segundos para el final del cuarto, fue una demostración de la enorme diferencia de suerte y acierto entre los dos equipos y no se podía poner ni un pero, al 32-18 del final del primer cuarto. De igual forma que sucedió en la segunda jornada de esta Euroliga ante Milán, el Real Madrid sabía que debía frenar la aportación ofensiva local, si quería regresar al partido. Con la salida de Facundo Campazzo y Rudy Fernández, Pablo Laso intentaba conquistar ese logro, algo que lograron los madridistas, dejando en tan solo 12 puntos a los lituanos en este cuarto. Y todo eso comenzó dejando en un 30% de acierto a Zalgiris en este cuarto, llevándoles a lanzar 10 tiros a canasta, por los 21 lanzados en el primer cuarto. Ahora, el siguiente objetivo del Real Madrid, era superar a los locales en ataque y el objetivo empezaba a formarse con el paso de los minutos. Siete puntos de Randolph y Carroll, con un gran trabajo de Ayón y Campazzo, devolvían al partido al Real Madrid 34-30 en el minuto 14. Solo dos puntos de Zalgiris en esos 4 minutos, pero el corazón y coraje de los soldados de Jasikevicius volvieron a poner tierra de por medio con 10 puntos de Jankunas y Nate Wolters, que en apenas tres minutos, dejaban las cosas en su sitio 42-34. Pero ni el mejor Zalgiris posible, puede desbancar a este Real Madrid que decidió volver a aparecer en los últimos 3 minutos del segundo cuarto con un parcial de 2-9 para cerrar la primera parte en 44-43. Quien nos iba a decir, que un equipo con un 71% de acierto a favor y un +14 en 10 minutos, se encontrase diez minutos después, con apenas un punto de ventaja. Todo eso sin tener el Real Madrid un acierto descomunal. Un 53% de acierto y lo más importante, dejar al Zalgiris en 20 puntos menos anotados, en este cuarto.
Porque si algo tiene este Madrid, no es jugadores, sino equipo. Por ejemplo, Randolph era el máximo anotador al descanso con 8 puntos anotados, pero era Gustavo Ayón con 2 puntos y 6 rebotes, el más valorado. Y así hasta llegar a los 46 de valoración, en un partido que se le había complicado de inicio. Y de un plumazo se fue la ventaja lituana, debido a un triple de Randolph que colocó el 44-46 apenas iniciada la segunda parte. Randolph, terminaría el choque con 16 puntos en 26 minutos siendo el máximo anotador final del partido. Pero Jasikevicius y Zalgiris, estaban ante una ocasión de oro de vencer al campeón de Europa. El acercamiento del Real Madrid en el segundo cuarto, no fue provocado por errores locales, sino por el momento extasiado que se encuentran en este inicio de temporada los jugadores de Pablo Laso. Pero nuevamente, Jasikevicius recordó a su equipo la falta de Felipe Reyes en el campo, para seguir aprovecharse de los pick & pop de los pívots, puesto Edy Tavares, apenas conseguía salir a defender a sus rivales a 5 metros de la canasta. Nuevamente se desperezaba el ataque lituano que volvería a aumentar su acierto hasta el 64% en este cuarto. Pero esta vez, el Real Madrid seguía ahí. 12-9 de parcial en 5 minutos, con un Jankunas – 18 puntos y 7 rebotes – espectacular y una enorme sorpresa en el americano Nate Wolters – 16 puntos y 5 asistencias – que hacían las delicias del público del Zalgirio Arena. Un público que llegó a su momento más álgido de alegría cuando Brandon Davies colocaba el 64-54 en el minuto 27, ante un desencajado Real Madrid. O eso creía yo, porque este Real Madrid nos quiere habituar, no solo a pelear todo partido, sino a ser muy pesado y cansino hasta rivales mejores, que merecen llevarse una fácil victoria. Cuando pensábamos en cerrar el cuarto de la mejor manera posible, llegó un nuevo parcial de 4-8 en 3 minutos, para cerrar el tercer cuarto 68-62 para Zalgiris. ¿Qué más debía hacer Zalgiris Kaunas para deshacerse del Real Madrid? 68 puntos, 65% en tiros de campo, 21 rebotes, 20 asistencias y 80 de valoración. Pero sólo 6 puntos arriba, ante un Real Madrid que se quedó en 19 tantos este cuarto, y que veía como Randolph y Llull, eran los únicos que superaban los 10 puntos anotados.
Así es bastante difícil ganar un partido. Con apenas un 46% - comparado con el 65% del rival – de acierto en el tiro, habiendo recibido casi 70 puntos en 30 minutos, y sin un líder lógico para afrontar la remontada. Pero estaban a 6 puntos. Los blancos, “molestaban” en la fiesta que se había organizado en Lituania, ante el enorme partido disputado por el Zalgiris en la tarde de ayer. Y con Campazzo, Rudy, Carroll, Deck y Ayón en el quinteto inicial del último cuarto, Pablo Laso dejó a las claras, su intención de no permitir punto alguno del equipo verde. Y fue en estos últimos diez minutos, donde en la casa del ZAR Arvydas Sabonis, Gustavo Ayón decidió darle un homenaje particular con 7 puntos 2 rebotes 2 asistencias y 1 robo de balón, en los 10 minutos del último cuarto. Fue el total dominador del encuentro en todas las facetas, puesto que finalizaría el partido en 30 de valoración, con 13 puntos 10 rebotes 4 asistencias 3 robos y 1 tapón en 26 minutos de juego. Unas estadísticas que podría firmar el bueno de Arvydas en su propia casa. Así es imposible. Porque Zalgiris lo intentaba todo, seguía luchando por mantenerse por encima en el marcador, pero cada vez más nervioso, notando el cálido aliento madridista en la nuca, puesto el resultado era 73-73 en el minuto 35. Empate después de un 32-18 en 10 minutos, 42-34 en 17 minutos o el 68-60 en el minuto 29. Que pesados son estos del Real Madrid, que decidieron pisar a fondo en el marcador y de la mano de un explosivo Rudy Fernández – 4/4 en triples en 5 minutos – lideraron un parcial de 6-17 para cerrar el partido y la quinta victoria en la Euroliga, nuevamente por encima de los 10 puntos de diferencia, 79-90.
Y es que ayer el Real Madrid, no hizo su mejor partido, pese a los 90 puntos y 99 de valoración. Con un 51% de acierto y siempre yendo a remolque en el marcador, arañando la desventaja minuto a minuto, contra un Zalgiris que nos ofreció un bellísimo encuentro de baloncesto, pero que se encontró ante un Real Madrid, que como ya adelantó Sarunas Jasikevicius, está a un nivel NBA. Puesto que solo necesito a 4 jugadores superando las dobles figuras en puntos y en valoración. Con Sergio Llull y Edy Tavares valorando 4, sumando los dos. Pero con un Rudy que apuntilló con 4 triples al final del partido, lo que había amenazado Gustavo Ayón con su espectacular 30 de valoración en su estadística, la enorme defensa de Campazzo y Deck, los puntos de Randolph y Carroll… En definitiva, que lo ofrecido por el Real Madrid ayer, fue un ejercicio que nunca antes se ha podido ver en una franquicia tan histórica como esta. Que incluso ganan, mereciendo – por culpa del excelente partido del rival – perder y dando la paliza, como mosca cojonera, hasta que al final consigue su objetivo.