Sergio Llull, el mayor activo en un club de fútbol
Su marcha sería insustiuble
Recuerdo como si fuera ayer el momento en el que por Radio Marca anunciaban el fichaje de Sergio Llull por el Real Madrid, era principios de mayo y se hablaba de él como un revulsivo de cara a los playoff, además de una apuesta de futuro. Hablamos de 2007.
De vez en cuando le veía en el Heron City de Las Rozas paseando, sin que nadie le reconociera, yendo al cine o en algún restaurante, su papel en el Real Madrid era secundario y su fama casi inexistente, ¡se extrañaba cuando le pedían una foto!
Pero toda aquella historia queda muy atrás. A día de hoy Sergio Llull es, para muchos, el mejor jugador de Europa, y puede que no les falte razón. Sus hazañas se repiten jornada trás jornada, ya sea en Liga Endesa o en Euroliga, y lo peor de todo -o lo mejor-, es que ya no nos sorprenden. Su poderío es abrumador, su superioridad casi insultante, y su naturalidad... un valor incalculable. Llull se ha ganado el trabajo de todos a base de trabajo, superación y constancia.
Su fuerza es tan grande que su posible marcha a la NBA es un tema tabú en los altos mandos del club, donde ven en Sergio un activo fundamental en el devenir de la sección. Y es que, la reciente época gloriosa que atraviesan los blancos, difícilmente sería entendible sin el de Mahón. No solo por su juego, que también, si no por su carácter, esa rabia que lleva consigo, intrínseca en el 23 que luce en su espalda, un número glorioso en esto del baloncesto.
Con contrato hasta 2021, podemos hablar de Llull como el mayor activo del club, sea en fútbol o en baloncesto, me da igual. Podría parecer una osadía si nos ponemos a contar la de grandes jugadores que tiene el equipo que preside Florentino Pérez en el equipo de fútbol,desde Cristiano Ronaldo hasta Sergio Ramos, pasando por los Bale, Modric o Kroos, pero casi todos tendrán herederos.
Y esa es la realidad, eso es lo que hace a Llull tan valioso, que no tiene recambio, que no hay nadie mejor o igual, ni parecido, a él. Su mera presencia le asegura al Madrid la victoria. Piénsenlo.
Y es que, ¿cuántos jugadores de baloncesto han vivido una rueda de prensa como la que vivió Llull el día de su renovación? Está por encima del resto, incluso para eso.
En la reciente Copa del Rey de Vitoria, en la que el insular fue declarado como MVP, después de promediar 22.3 puntos, 6.3 asistencias, 2.7 rebotes y 22 de valoración, muchos fueron los que destacaron la superioridad del Real Madrid basándose en que los de Laso solo tenían que dejarse llevar durante 37 minutos, pisar el acelerador al final, y con eso ganaban el partido. Un análisis realmente simple pero que refelajaba la realidad del asunto, algo que reconocían tanto Peñarroya como Joan Plaza, agarrándose en el argumento de que los blancos tienen un carácter indomable y que no se dan por vencidos.
Bien. Lo compro. Pero vamos más allá. En todos y cada uno de esos partidos destaca un hombre en el momento de la verdad, en el momento del acelerón final, un hombre que se viste de superhéroe y resulta imparable para las defensas. Durante los tres partidos que el Real Madrid disputó en Vitoria vimos a un Sergio Llull juguetón, que no encontraba oposición cuando el balón quemaba. Algo que resumió muy bien Gustavo Ayón una vez terminada la final.
¿Que por qué hemos ganado?", resopló el mexicano... "muy fácil, tenemos a Sergio Llull", y concluyó con una sonrisa.
Europa se le queda pequeña, ya se ha pasado este juego, lo que hace es abusar, reírse de todos los rivales. Su sitio no está aquí, me niego a pensarlo. Es un jugador NBA, y no uno más, Sergio puede ser un jugador muy importante en la mejor liga del mundo y en el mayor número de bases de gran nivel hay por allí.
Tal es su superioridad, que en un equipo en el que han jugado Sabonis, Petrovic, Fernando Martín o Felipe Reyes, hay gente que plantea la opción de Sergio Llull como el mejor jugador de la historia del equipo blanco. No seré yo el que diga que están equivocados.
Imagen: Llull apunta al cielo de Vitoria / Carlos Bernabé @ttcreativos