Dame cariño hoy, #YCuandoNoEs8MTambien

Y cuando no sea 8M, también.

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Hay historias que parecen increibles pero son, desafortunadamente, reales.  Te contamos una que tiene como protagonista al CDN Boadilla de Waterpolo femenino, pero en la que, seguro, se verán reflejados y reflejadas muchos/as deportistas.

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Esta historia que voy a contar, por increíble que pueda parecer, es real. Yo diría, incluso, demasiado real. Pero como parecer un cuento (y no de hadas precisamente), vamos a darle lenguaje de cuento.

Érase una vez, un equipo de un deporte, uno no rey. Un equipo en el que sus integrantes aunaban sus esfuerzos y sus sueños. Un colectivo de deportistas que se dejaba la piel en cada entreno, fuera donde fuera el entreno. Sí, sí, a veces entrenaban aquí, a veces, allí. Otras más allá y otras, mucho más allá. Hasta cinco recintos deportivos diferentes llegaban acoger sus sesiones de preparación durante una misma semana. Pero no había nada que les quitara la ilusión. Nada podía con sus ganas de disfrutar del deporte que habían elegido y en el que se habían embarcado para pasar todas sus tardes libres, y las noches. ¡Ah!, y las mañanas de los fines de semana también.  Las suyas y las de sus familiares, y hasta la de los amigos. Que si llévame al entreno, que si tengo partido, que si mañana entrenamos aquí, que si pasado allí. Que si este sábado jugamos justo antes de comer, que si este domingo después. Y la equipación, no te olvides, hay que poner dinero para comprarla. Sí esa, la que pone el nombre del equipo y el de la ciudad. Todos poniendo tiempo, esfuerzo y dinero. Y todos, hasta la directiva del club, poniendo mucho tiempo, dinero  y trabajo, por amor al arte, para formar personas.

El caso es que el trabajo iba dando sus frutos, los resultados llegaban. El esfuerzo tenía la recompensa de la victoria y esos triunfo iban convenciendo a muchas personas para practicar ese deporte. El plan inicial se iba cumpliendo. Se estaban formando personas a través del deporte, y cada vez eran más las "personitas"  que querían practicar ese deporte.

Pero claro, esta historia es real, ya lo habíamos dicho. Y tiene protagonistas reales. Y seguro que hay muchos equipos, de muchas disciplinas, que se puedan sentir reflejados. Pero, permitidme que “use” uno para poner nombre y apellidos a una realidad que suele ser demasiado frecuente. Hace no menos de una semana, festejábamos en PoblaFM el brillante papel representado por el CDN Boadilla en la fase final de la Copa de la Reina de Waterpolo, disputada en Sabadell. El equipo madrileño, recién llegado a la categoría, se convirtió en uno de los cuatro semifinalistas de la competición. Un logro ENORME, si se tiene en cuenta que acaban de aterrizar en la liga PreMaat y que estamos hablando de un deporte que tiene muy poco recorrido, o casi ninguno, fuera de Cataluña.


Gracias al trabajo de este club y otros madrileños que luchan contra la corriente de la tradición catalana, en Madrid hay niñas que quieren jugar al Waterpolo. Gracias a su trabajo, el nombre de Madrid y el de Boadilla se pasea con honor. Pero, la realidad que contábamos en nuestro cuento inicial, ya decíamos que es cierta. Las mismas que llegaron a las semifinales de la Copa de la Reina son las que tienen que entrenar cada día de la semana en una piscina diferente - cinco piscinas diferentes en una sola semana-. No tienen instalación propia, y dependen de la buena voluntad. Las mismas que ganaron en cuartos de final, pese a ser novatas este año, son las que estuvieron en Sabadell solas, con la familia, los amigos y los directivos del club, pero solas, sin representación oficial.

Que ganas tengo de leer una entrevista con un integrante de estos equipos y que no tengan que aprovechar el escaso caso que se les hace en los medios de comunicación para pedir apoyos institucionales. Me encantaría que, en una charla con la entrenadora del equipo, esta tuviera que hablar solo de waterpolo, porque todos los otros aspectos están cubiertos. Sería maravilloso que en una charla con un directivo no tuviera que pedir “cariño”.

Y lo publico hoy que es 8M (aunque yo lo escribí antes porque este día para mí es sagrado). Lo publico hoy porque hoy, sí se les hará caso. Hoy hablaremos de las mujeres deportistas, de las luchadoras incansables, de todas ellas. Pero el año tiene 365 días, y este, que es bisiesto, 366. Este artículo lo inspira el mismo espíritu que hace que en PoblaFM tengamos una sección denomidada: Hoy no es 8M.

Y ojo, que sé que hay muchos equipos masculinos en situaciones similares o peores, pero permitidme que hoy piense en ellas. Aunque tranquilos, esto también va por vosotros, por todos los que también sufrís la ignorancia de practicar un deporte que no es de masas, o los que tenéis que iros de vuestra Comunidad para poder seguir jugando a vuestro deporte. Esto también es para ti, si eres de aquellos a los que sus padres y madres llevan y traen de acá para allá. Para todos los que ponen de su bolsillo para defender los colores de una ciudad, o una Comunidad. Es más, a todos los que os sintáis identificados con este artículo, os invito a compartirlo en redes sociales con la misma etiqueta: #YCuandoNoEs8MTambien.  Para que os den “cariño”, cuando no sea 8M, también. Pero cariño con hechos.