A la tercera va la vencida
Partido muy físico entre el conjunto colegial y un Adarve que presentó resistencia, pero acabó cediendo ante su rival. Tras dos empates, llega en la tercera jornada la primera victoria del Diocesano.
Llegaron los tres puntos conseguidos por el equipo de Adolfo Senso tras los primeros empates de las dos jornadas iniciales. No fue un partido bonito, futbolísticamente hablando, pero el gol de Jesús Clemente le sirve al Diocesano para sumar una victoria en esta temporada. El juego visto en el Manuel Sánchez Delgado fue físico y con ambos equipos luchando cada balón como si fuera el último, y aunque el Adarve lo intentó, no obtuvo recompensa.
Y aunque los de Javier Vázquez empezaron dominando los primeros diez minutos, empezaron a encontrarse con diversas trabas en el camino. Primero la repentina sustitución de Quique, que no se encontraba bien sobre el césped, aunque no hubo que lamentar después ningún tipo de lesión, y diez minutos después el gol del Diocesano.
Tras unas primeras ocasiones a balón parado, en un córner desde la izquierda, no acierta a despejar ningún jugador del Adarve, situación que aprovechó Andrés para colocar un buen centro peinado por Luis Zárate que dejó a Jesús Clemente frente al portero y que batió sin problemas para colocar el 1-0.
Con ventaja en el marcador, el Diocesano supo imponer mejor su propuesta de juego. Jugadas elaboradas desde el centro del campo con paciencia, que contrastaban con un ánimo más ansioso por parte del rival. Además, a balón parado tanto en ataque como el defensa, Luis Zárate presentaba un peligro constante para los chicos de Javier Vázquez.
En la segunda parte, el juego del conjunto visitante mejoró. La propuesta seguía siendo pases directos a los hombres más adelantados especialmente desde las bandas. Íñigo doblaba constantemente desde la izquierda para realizar buenos centros, pero las ocasiones no se materializaban. Adolfo Senso movió banquillo para presentar más dominio en el centro del campo, algo que, a pesar de que no serviría para crear más peligro arriba, permitió ganar más duelos y equilibrar el juego físico presentado por ambos conjuntos.
Iván se desfogaba arriba y Marcos era el jugador más activo de los rojillos, cuyas mejores ocasiones volvieron a llegar a balón parado, especialmente desde los saques de esquina. Gracias a la entrada de Davo parecía que el Adarve iba ganando terreno a su rival, y de hecho a los locales les costaba cada vez más llegar al área contraria, aunque mantuvieron una férrea línea defensiva atrás que no concedía apenas ocasiones.
Finalmente, la victoria se quedó en Cáceres para deleite del público que además vio como el calor veraniego se acabó con una lluvia balsámica, reflejo de que la nueva cosecha de la cantera del Diocesano va a tener mucho que decir esta temporada. Los chicos del Adarve por su parte, se mostraron con ánimos puesto que habían presentado una dura batalla a su rival, y esperan poder levantarse para recibir al siempre temible Real Madrid.