El corazón del CD Badajoz aplasta al Real Valladolid

El duelo entre el Real Valladolid y el Badajoz bien podría parecerse a una serie de suspense protagonizada por los mejores actores.Nunca se puede dar nada por sentado y todo puede cambiar en el siguiente capitulo. Ante ello, como en el fútbol, el espectador se sienta y disfruta, preparado para ver un final que le producirá asombro o decepción.

Los Anexos al José Zorrilla se convirtieron en una feria de emociones, del jolgorio al drama en cuestión de minutos. Aquel escenario presenció nada menos que siete goles, visto así, el espectáculo estaba asegurado.

Tanto el Real Valladolid como el Badajoz irrumpieron con fuerza, sin miramientos. Canario fue el primero en avisar con un disparo que cruzó demasiado. Rápidamente respondió Georges, quien recogió un pase largo de Edu para superar a Casillas que había salido de su guarida con dudas. Los locales digirieron el golpe y se activaron de inmediato. Maroto probó con un disparo lejano que Alberto tocó para desviar al palo.

Fue entonces cuando los locales se apropiaron del esférico. En el minuto 22, Aitor dibujó un preciso centro al segundo palo para la llegada de Adri Álvarez y empatar la contienda. No quedo todo ahí, ya que los blanquivioletas acrecentaron su dominio, las bandas se convirtieron en el principal caudal por el que discurría el peligro. Desde la banda derecha llegó también el segundo del Real Valladolid. Adri Álvarez pasó de goleador a asistente. El centro del extremo encontró a Dani Diez que culminó la remontada. Chuki no quiso perderse el buen estado anímico del equipo y quiso sumarse a la fiesta. El mediapunta, que parece un malabarista con la pelota, protagonizó el tercer tanto. Fue en tres actos: robó la pelota, sorteó a un defensor y definió con tranquilidad.

El paso por los vestuarios trajo un nuevo partido, completamente diferente al visto en la primera parte. El Badajoz ajustó sus piezas, adelantó las líneas y comenzó a presionar para incomodar a los locales. La mejoría quedó patente pronto. Iñaki en el minuto 53, robó la cartera a Miguel Ángel que dudó a la hora de entregar el balón y batió a Casillas para recalcar que el duelo aún estaba muy vivo. Los pupilos de Borja Fernández ya no llegaban con tanta facilidad a las inmediaciones de Alberto. Solo Canario llevaba peligro y en una de sus aproximaciones pudo sentenciar de no ser por el larguero y la defensa visitante. Cidoncha dio entrada a Fernando y su presencia se notó. El 19 pacense comenzó a distribuir el juego. Los blanquivioletas, inoperantes y desdibujados, carecían de claridad ofensiva y estaban maniatados por un conjunto visitante que desactivó sus armas.

Los focos se volvieron a centrar en Georges que con una perfecta maniobra sacó un disparo cruzado puso el empate en el marcador. Con la ventaja dilapidada, al Real Valladolid le comenzaron a aflorar los nervios mientras que el Badajoz empujó con su corazón y con una hinchada que le llevaba en volandas. Ya con el tiempo reglamentado cumplido, Iñaki recogió la pelota en el área para poner el definitivo 3-4. El jugador levantó de sus asientos a todo el cuerpo técnico que fueron a celebrar el tanto a la esquina del córner. 

*Foto: Real Valladolid.