Jª 9.- Real Valladolid 4-1 AD Mérida

El huracanado Real Valladolid tumba al Mérida con su voracidad

Pascu, Neira, en la primera parte y Vaquero y César Porras, en la segunda, pusieron los goles en un partido brillante en el que los blanquivioletas se mostraron con las ideas claras, enérgicos en ataque y serios en defensa.

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El Real Valladolid suma y sigue. Esta vez tocó brindar el triunfo a su afición. Manu Olivas está dotando a sus chicos de la madurez que tanto exige esta categoría. Sus pupilos corrigen los desajustes y son feligreses de las creencias que transmite e inculca. Con el paso de los partidos van forjando su identidad, transmitiendo un carácter alegre y un juego eléctrico y dinámico.

Era el día del reencuentro de César Porras con los que fueron sus compañeros. En las filas del Mérida, el atacante extremeño logró el ascenso a División de Honor. Fue el autor de dos goles en el encuentro ante Moralo que supuso el regreso a la categoría juvenil a falta de tres jornadas de que concluyera la temporada liguera. Fue una jornada emotiva, de abrazos y de apretones de manos. Pero el Real Valladolid no tuvo piedad y los cuatro dardos que clavó en la diana del Mérida, Porras puso su sello.

Para el encuentro, Manu Olivas tuvo que lidiar con la ausencia de Víctor Fernández, feliz en su aventura con la Selección Española Sub-17 con la que esta misma mañana ha repartido dos asistencias en el encuentro ante Macedonia del Norte. El técnico vallisoletano puso a Pascu junto a Diego en la medular, con Cristian como escudero. Apostó por dar la titularidad a Jorge Delgado, secundado a la derecha por César Porras y a la izquierda por Neira. Mientras, en la línea defensiva volvió a cambiar la pareja de baile en la zaga, esta vez ocupada por Arco y Aranda. En el lateral izquierdo el inamovible Hugo San, mientras que las novedades más notorias fueron la apuesta de Vaquero como lateral derecho y Samu en la portería.

Con la estructura definida, el Real Valladolid saltó al tapete de Los Anexos al José Zorrilla con voracidad. Quiso replicar la fuerza del viento que estaba azotando Valladolid. Los blanquivioletas aplicaron una presión alta para no dejar actuar a su rival y pronto se hicieron con la iniciativa. Con el balón, los blanquivioletas se mostraban dinámicos y precisos en la circulación, percutiendo por los costados, tratando de hacer daño con su verticalidad y profundidad. Mientras, el Mérida se dispuso en bloque medio con la idea de cazar un balón y salir con velocidad para atacar las espaldas de Aranda y Arco. Y a punto estuvieron los blanquinegros de sorprender tras un mal pase de Aranda, que el mismo defensa se encargó de solventar cuando Raúl disparó a portería con Samu ya vencido por una mala salida en falso.

Pasado el susto, el Real Valladolid siguió manejando la pelota con fluidez, explorando las vías por las que adentrarse. Cristian, en la medular, aportó equilibrio, Pascu calidad y distribución del juego junto a su socio Diego, punzante e intenso en cada disputa. La banda derecha se mostraba activa, Vaquero y César Porras se entendieron a la perfección, para suministrar balones el uno al otro. En esas casi llega el primer gol, Hugo San y Jorge Delgado tejieron una bonita jugada de pases continuos entre ambos, pero en el último pase, ya en el área, Sandro salió para atajar.

El Real Valladolid seguía empujando con insistencia, no quería madurar el partido. Tenía hambre y por eso quería lanzar bocados para llevarse a la boca alimento. Pasada la media hora del encuentro, Pascu dispuso de una falta escorada a la derecha. El centrocampista deposito el balón en el área con su exquisito golpeo, Sandro dudó en salir y el balón se coló en la portería. Debe tener brillo la bota de Pascu. No solo acaricia la pelota con mimo, como si la susurrase, sino que tiene un golpeo exquisito. Pero los blanquivioletas querían más, el primer bocado supo a poco. En el minuto 40, Samu vio a Jorge Delgado solo arriba y decidió enviarle el balón. El delantero ganó la espalda a los defensores, pero se topó con el larguero. No falló Neira quien recogió el rechace para establecer el 2-0 en el marcador.

Tras el paso por boxes, Ángel Gutiérrez no quiso esperar más para espolear a sus pupilos y modificó la banda derecha dando entrada a Aza y Jesús. Pero sin tiempo para reaccionar, otra acción a balón parado volvió a sentenciar al Mérida. Esta vez fue Vaquero, cuya gran actuación durante el partido se llevó el premio del gol. Pese al abultado resultado, el Mérida no estaba dado una mala imagen, con una disposición en tres cuartos de campo y marcaje individual.

Manu Olivas también quiso dar oxígeno. Con la entrada de Flores, Vaquero pasó al extremo. César Porras fue la referencia de ataque tras la sustitución de Jorge Delgado. Arco pasó al lateral izquierdo y Antonio formó dupla con Aranda. El 3-0 no hizo temblar las piernas del Mérida que se volcó en ataque, tratando de llevar peligro a la portería de Samu. El disparo de Jesús se estrelló en Flores, pero el que no falló fue Mata, quien aprovechó un error defensivo para recortar distancias (3-1).

El gol fue un aviso a la relajación del Pucela, pero los blanquivioletas lo digirieron bien y no dejaron que el Mérida se viniera arriba. Contemporizó el partido con largas posesiones, contemporizando sus acciones, con el debutante Iker activo en las recuperaciones del balón y el elástico Pascu presente en cada acción rompiendo líneas y distribuyendo el juego. Ya en el minuto 85, César Porras aprovechó un pase en profundidad de Pascu para establecer el definitivo 4-1.

Foto: Real Valladolid