El Rayo no hace amigos
El Rayo continúa ampliando su racha de victorias. Esta vez el verdugo fue el CI La Amistad, que no pudo frenar la ofensiva vallecana. Cano, Castro y Aguirre pusieron una cómoda renta en el primer tiempo, sólo enturbiada por el gol visitante tras fallo de entendimiento entre el propio Castro y Miguel. Aguirre puso el cuarto y Blanco maquilló el resultado en un arreón final de orgullo.
En Vallecas las cosas funcionan. Son 22 puntos de 27 y una racha de 5 triunfos seguidos los que encadenan los chicos de Ángel Dongil. Empata a puntos tras esta jornada con el Real Madrid, y las miras siguen altas. Se habla de lucha, de intentarlo y de seguir sumando para saber hasta donde pueden llegar a final de curso. Esas ideas han calado en el vestuario, y se nota: un equipo más compacto, donde todas las piezas funcionan sobre el tapete, y alguna otra que irá entrando en dinámica (Juanpe aún no entró en la lista tras ser fichado esta semana) está deseosa de sumarse a las rotaciones del míster.
La lluvia también quiso hacer su aparición en el partido que se disputaba en la Ciudad Deportiva ante el CI de la Amistad, un conjunto ascendido este año a la DH5 pero que ha demostrado ser competitivo. Ésta cayó de manera intensa en los minutos posteriores al pitido del colegiado, y bajo ella se dirimió el control inicial del esférico. Fue el Rayo Vallecano el que se hizo con él, con Arratia en los mandos, y Merencio y Aguirre en las alas. Ese dominio se transformó rápidamente en gol cuando Cano, delantero que siempre responde a la llamada del gol (véase el anterior partido ante el Valladolid), recogió un balón muerto en el área tras la internada y caída de un compañero. Los palentinos quisieron reaccionar a ese tanto, y forzaron alguna jugada peligrosa, hasta el gol de Castro en propia puerta 8 minutos después del anterior. La falta de entendimiento con su portero al sacar el balón provocó un gol absurdo, pero que el mismo defensor hizo olvidar pocos segundos después al conseguir el 2-1 tras rematar de cabeza de manera impecable y libre de marca un lanzamiento muy bien ejecutado desde la esquina. Al mismo tiempo que se apaciguó la lluvia, se calmó el ritmo en el marcador. Prieto tuvo el empate en su cabeza, y en la jugada rayista de respuesta Aguirre se quedó mano a mano con Javier, al que intentó superar por alto, pero el portero leyó bien su intención. No fue en esa, pero sí en el minuto 37, cuando el extremó llevó el balón a las redes tras un intento de pared en banda derecha, que finalizó con un potente disparo. Así se llegó a la obligada pausa, con las necesidades de reaccionar de unos, la alegría por el trabajo bien hecho de otros, y el agua que empababa sus uniformes en ambos.
La segunda mitad comenzó con novedades en las filas de Manuel Gañán, que no esperó más para introducir dos novedades. El encuentro se igualó en estos segundos cuarenta y cinco: el Rayo llegaba pero no con tanta claridad, y Rubén, el capitán de los castellano-leoneses, tuvo en su disparo la oportunidad de reducir distancias. Chumilla, que entró en esta segunda parte, también las tuvo para los rayistas, pero fue de nuevo Aguirre quien anotó y se apuntó el doblete a su cuenta. Con esa amplia distancia, los franjirrojos bajaron un poco las revoluciones y la intensidad, lo que fue aprovechado por Blanco para poner algo de emoción a los minutos finales Su tiro, con intención pero no excesivamente colocado, puso en dificultades a Miguel Morro, quien sólo pudo recoger la pelota de dentro de su portería con cara de pocos amigos por no poder detenerlo como pretendía. La Amistad tiró de orgulllo, animado por los familiares y amigos que animaban a los suyos a creer en ello. Forzaron algún córner con peligro e incluso hubieran puesto el tercero si el poste no lo hubiese impedido, y con la ocasión final de Chacón finalizó el choque. El CI Amistad tendrá que esperar al próximo partido ante el Almendralejo, un rival considerado de los de su liga, para cortar la negativa racha opuesta a la de de su rival de hoy de 5 partidos sin salir victorioso.