En busca de un golpe sobre la mesa

La Ciudad Deportiva de la Fundación Rayo Vallecano acogerá este domingo desde las 16:30 horas un partido grande, un tanto oculto por los focos del derbi, pero del que puede salir el líder del Grupo V de la División de Honor dependiendo de los resultados de los dos envites. El Rayo Vallecano cruza los dedos para que se produzca un empate entre Atlético de Madrid y Real Madrid, pues favorecería a sus intereses, que son a las vez deseos: terminar la jornada como líder.

Para ello los chicos de Ángel Dongil deberían ganar a un Real Valladolid que quiere aprovechar el escenario para decir "aquí estoy" y romper con la racha del conjunto de la franja, que no ha perdido en los últimos ocho encuentros. Una sola derrota, a manos del Getafe de Hugo Duro, contempla a los vallecanos, que una semana después se dejaron un empate en el Cerro el Espino. Desde entonces, todo victorias, hasta siete seguidas, que convierten a los rayitas, por méritos propios, en candidatos al título.

Aunque todavía es pronto para acordarse de Diego Merino y sus pupilos, campeones hace en 2015, el sueño está a día de hoy presente en las filas franjirrojas gracias al buen hacer de los Sergio Moreno, Fernando Macías o Javi Rubio. Reverdecer laureles, hoy, parece una quimera ante los dos equipos de Champions, pero también parecía difícil aquella gesta y el resto de la historia es bien conocido. Si en aquella 2014/15 el Rayo ganó al Pucela (como en la temporada siguiente, y en la siguiente, precedente de la actual), este domingo querrá repetir.

Para el Real Valladolid la cita es importante porque viene de romper con el mal fario de las derrotas; hasta tres seguidas cosechó, seguramente sin merecer correr tal suerte. Asimismo, en su último partido ante el Diocesano dio una auténtica exhibición, sobre todo en los primeros 45 minutos, de dominio abrumador y en los que si no golearon fue porque de nuevo la fortuna le fue un tanto esquiva. No importa, pensarán los de Víctor Fernández, siempre que les sonría esta vez en un duelo que le servirá para medirse con quien pretendían que fuera un igual y, sin embargo, está bastante alejado.

Así, para los blanquivioletas también será una oportunidad de dar un golpe sobre la mesa, de reivindicarse como el equipo grande que quiere ser y que la clasificación no demuestra. Si consigue resolver los problemas defensivos que al menos hasta hace un par de fechas tenía, hasta la irrupción de Sali la pasada semana, tendrá opciones de puntuar, dada la pólvora que tiene arriba, con jugadores como el delantero Víctor Socorro, uno de los pichichis de la categoría junto al colchonero Giovanni y a Sergio Moreno, su rival este domingo.

Si tiene que mejorar las prestaciones a domicilio, seguramente no tenga mejor lugar para hacerlo, dado el gafe que arrastra en Vallecas, donde no puntúa desde la 2013/14 y ha caído en las tres últimas visitas. A esta estadística se aferrarán también los locales, mientras que los visitantes pensarán en intentar acabar con ella y hacer bueno el dicho de que están para romperse. En todo caso, caiga la moneda del lado que caiga, la previsión es de que poco o nada tendrá que envidiar al derbi este enfrentamiento. Las apuestas de ambos técnicos así lo indican.