Partido pasado por agua

El jueves a las 16:00 daba comienzo el encuentro aplazado entre el Burgos C.F y el Rayo Vallecano, un partido disputado por ambos equipos hasta casi el final.

En la primera mitad el Burgos hizo su juego habitual sacando el balón desde atrás y tocando para encontrar una ruptura por las bandas, pero el Rayo presionó muy alto estuvo muy físico en el centro del campo, no dejó pasar por ahí a ningún jugador, ya fuese de manera reglamentaria o no.

El plan del Rayo se centró en impedir la salida del Burgos, atascar el partido, y buscar a los jugadores con balones en largo, algo que consiguieron en varias ocasiones, pero estuvo muy poco acertado de cara a puerta. 

Las ocasiones para ambos en la primera mitad se resumieron en un par de tiros lejanos, más por terminar la jugada que por anotar, desde lejos y sin que el portero tuviera que atajar ningún disparo. Muy poco protagonismo para ambos.

En la segunda parte la tónica del partido fue diferente, el Burgos salió mucho más metido en el encuentro y le costaba mucho menos combinar, las posesiones se alargaron, adelantaron la línea defensiva y jugaron una buena cantidad de minutos en campo contrario. La defensa del Rayo permaneció atenta y frustraron la mayoría de los ataques del rival. 
Cerca de la primera hora del encuentro, el equipo visitante realizó tres cambios que cambiarían el rumbo del partido. El rayo atacó de nuevo y el juego volvió a desarrollarse en el campo del Burgos. 

Los visitantes continuaron poniendo balones largos y atacando por las bandas con mucho movimiento de Torres. En el minuto 77 por la banda izquierda llegarían al área de los de Burgos para poner un centro al área pequeña para que rematase Alcántara, uno de los cambios que realizó el técnico. Testarazo a bocajarro contra el que no tenía nada que hacer el guardameta de los locales.

El Burgos trató de reaccionar pero el Rayo mantuvo la intensidad tras el gol y le puso muy difícil sacar el balón a su contrincante, esto provocó que los blanquinegros tuvieran que enviar balones largos  a su delantera. El técnico local sacó a William hacia el final del encuentro para intentar ganar más balones por arriba y llegaron a tener un par de ocasiones claras pero sin premio.

Un balón que venía rechazado le cayó a un jugador del Burgos que estaba de espaldas a la portería, la dejó de cara con el pecho para que rematase el delantero y esta salió cerca del palo.
En la última jugada un córner a favor del Burgos les dio la oportunidad de puntuar pero el rematador, que estaba en una posición cómoda, no definió bien y la mandó fuera. 

Otra derrota del Burgos en casa a pesar de haber desplegado un buen juego.